En total nueve fueron las ausencias entre ambos equipos. Muchos nombres los que no pudieron vestirse de corto y disfrutar de la fantástica mañana de fútbol matutino en Wembley. Pero este inconveniente no lastró la posibilidad de disfrutar de unos Grandes noventa minutos que se decantaron del lado Spur gracias al solitario tanto logrado por Son para dar tres puntos más al Tottenham y recortar distancias respecto al líder Manchester City.

No salió con miedo ni muchísimo menos el combativo Crystal Palace. Último en la clasificación y cada vez con menos de perder, decidió desde el primer minuto apostar por una presión alta y una combinación de pases rápidos cuando conseguían hacerse con el esférico. Le costó mucho al Tottenham plantar casa a los Eagles debido a la solidez con la que éstos se emplearon en defensa: bien cerrados, con tranquilidad y seguros de sí mismos. Esta circunstancia provocó que el mismísimo Harry Kane se viene obligado a probar fortuna desde fuera del área en tímidas ocasiones, aunque sin encontrarla.

El ritmo del duelo se desarrolló lento. Muy lento. Favoreciendo los intereses de los del sur de Londres, que se sintieron muy cómodos sin el balón, sabiendo achicar agua al cerrar todos los espacios existentes y provocando así que los pupilos de Mauricio Pochettino fuesen desquiciándose poco a poco. Y es que ninguno de los dos conjuntos fue capaz de realizar algún tiro a puerta hasta pasada la media hora, cuando Paulo Gazzaniga tuvo que estirarse a más no poder para llegar a su palo corto tras un cabezazo perfecto de Scott Dann. Fue la ocasión más importante de todo el primer tiempo, y a la vez prácticamente la única con cierta trascendencia, por lo que las tablas imperaron en los cuarenta y cinco minutos iniciales.

Gazzaniga tuvo su oportunidad y no la desaprovechó | Foto: Premier League.
Gazzaniga tuvo su oportunidad y no la desaprovechó | Foto: Premier League.

Quiso dar un vuelco radical el técnico argentino al duelo. Nada más salir del túnel de vestuarios, Moussa Dembélé sustituyó a Harry Winks. Un cambio ultraofensivo para que el Tottenham tratase de atacar con más insistencia y peligro sobre la portería de Julian Speroni.

Aunque contra todo pronóstico, la primera oportunidad del segundo asalto fue para el conservador Crystal Palace, que mediante un contragolpe de libro puso en problemas por vez segunda al guardameta sudamericano, pero supo salir del paso ante el potente disparo del rapidísimo Andros Townsend. Y no le valió con esa solo. Minutos más tarde los Glaziers, otra vez al contraataque, pudieron abrir la lata. No salió demasiado bien Paulo Gazzaniga y el siempre inteligente Zaha se hizo con el balón suelto en tres cuartos de campo para, a puerta vacía, enviarlo muy cerca del poste. Un fallo casi imperdonable en los mejores momentos de los visitantes en todo el partido

No podían fallar los Lilywhites y Son se pidió ser el salvador

Sufrió mucho más de lo esperado el Tottenham, que no conseguía dar con la tecla, por lo cual, Mauricio Pochettino empezó a soplar en la banda ante la ineficacia de los pupilos. Una controversia inexplicable en relación con lo visto el miércoles frente al Real Madrid. Se puso muy feo el choque, hasta que apareció Son. El surcoreano aprovechó un sinfín de rebotes para enganchar un zurdazo prodigioso desde la punta del área a media altura. Nada pudo hacer Julian Speroni y por tanto se adelantaron no muy merecidamente los Spurs, pero así es el fútbol, debió pensar el desafortunado Roy Hodgson.

Son se vistió de goleador | Foto: Premier League.
Son se vistió de goleador | Foto: Premier League.

Debió seguir atacando con la misma insistencia el cuadro blanco tras el gol. Pero se relajó y el equipo sureño continuó llegando con una insistencia y peligro digno de equipo grande de Premier League. Zaha y Yohan Cabaye tuvieron en sus botas las oportunidades más claras para hacer el tanto del empate, pero sin ningún éxito. Lo mismo ocurrió en la portería contraria, cuando el goleador Son falló un mano a mano clarísimo que pudo significar la sentencia definitiva.

Los minutos finales reflejaron lo que fueron los noventa minutos totales: todo un correcalles en los que los hombres vestidos de azulgrana merecieron más y no lo consiguieron. Los tres puntos se quedaron en casa y de esta manera, el Tottenham se acerca más al liderato, mientras que, de manera injusta, el Crystal Palace al Championship.