Todas las selecciones nacionales en cualquier deporte pasan por diferentes períodos en los que tan pronto se encuentran en la cima, como que caen a lo más profundo. Ley de vida dirían algunos. En muchas ocasiones, estas caídas al abismo en algunas selecciones y/o deportes son completamente necesarias, tratando de buscar la mejora de su estado actual.

El relevo generacional es el término que más se suele utilizar en estos casos en los que en equipo, o selección nacional, busca revertir una mala situación en la que se ha visto abocada. La falta de motivación o el acomodamiento son algunos de los problemas que suelen aparecer en muchos de los casos.

Parece que la selección nacional de los Estados Unidos ha sido una de las que ha llegado a ese límite en el que necesita un cambio. El pasado mes de octubre el combinado yankee sufrió la mayor derrota que se recuerda en la historia actual del soccer. Volvían a la isla caribeña de Trinidad y Tobago en donde necesitaban una victoria para acudir a su octava Copa del Mundo consecutiva.

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La convocatoria estaba repleta de jugadores con una amplia experiencia, como dijo el seleccionador, en esos días Bruce Arena. Buscó apoyarse en un grupo de jugadores que permitiese lograr los tres puntos más importantes. Pero desde un inicio, sucumbieron al poderío físico y la ambición de un rival que se colocó dos goles por delante. El tanto anotado por Pulisic apenas sirvió para dar esperanzas a un equipo sin corazón, sin alma, sin esa ‘agresividad’ que se ve en cualquier deportista estadounidense que le lleva a luchar hasta el último aliento. Esta derrota dejó fuera de la cita mundialista a los USMNT por primera vez en dos décadas.

Crónica de una muerte anunciada

Esta debacle del soccer estadounidense es algo que lleva vislumbrándose en el horizonte desde hace dos años, cuando el equipo dirigido por aquel entonces por Jürgen Klinsmann, cayó derrotado ante México en el repechaje que daba acceso a la Copa Confederaciones disputada ese verano.

Desde entonces, el equipo no dio ninguna señal de recuperación. La fase de grupos fue totalmente nefasta con dos derrotas en los dos primeros partidos. Esto llevó a que la federación buscase un cambio en la dirección, que poco cambió. El preparador alemán fue destituido con el objetivo de mejorar la situación en la que se hallaban. El elegido fue el veterano Bruce Arena, que con anterioridad dirigió el combinado estadounidense.

La portería era un reflejo del momento de la selección

Sin embargo, pocos cambios se vieron en un equipo que continuó dando una mala imagen, en la que los jugadores continuaban dando la impresión de falta de ambición.  Apenas se vieron cambios en las convocatorias, en la que la portería era el mayor espejo de lo que ocurría. Veteranos guardametas como Brad Guzan o Tim Howard, continuaban cortando la progresión de otros porteros que venían llamando con fuerza a la selección.

Este es un pequeño ejemplo de lo que se vio en los siguientes partidos. Malos resultados que se unían a un mal juego, dejando a la vista las carencias del equipo. A pesar de ello consiguieron llegar a la última jornada con opciones de clasificar para la Copa del Mundo, pero finalmente todos los problemas que fueron arrastrando, explotaron.

Una nueva era

En el fútbol, el luto es algo que nadie guarda y menos los aficionados. Desde el mismo momento en el que el colegiado del partido ante Trinidad y Tobago señaló el final, las críticas comenzaron a aparecer, aunque por encima de todo hubo una idea que sobresalió por encima del resto, volver a empezar.

Muchos vieron en esta derrota la mejor ocasión para que ese cambio de dirección en el equipo fuese posible. Una renovación que desde hacía más de un año era necesaria para devolver a Estados Unidos a la élite del fútbol mundial. La necesidad de este cambio, de rejuvenecimiento, se veía absolutamente vital para que el crecimiento del soccer no se detuviese.

La derrota significó el fin de una etapa y el inicio de otra. El paso a unos nuevos jugadores que traten de coger responsabilidad de madurez, para hacerse cargo del combinado en un futuro. Todo ello, con vistas a un año, 2026.

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La candidatura conforme entre Estados Unidos, México y Canadá para la celebración de una Copa del Mundo, es un aliciente más que importante para la sangre nueva que llega desde la U.S. Soccer Academy. Muchos de los jugadores que ahora comienzan a entrar en los planes del combinado norteamericano, estarán en su madurez deportiva cuando llegue ese evento mundialista. 

Pero antes que nada, la federación deberá elegir a la cabeza pensante que dirija el proyecto. La marcha de Bruce Arena ha dejado al USMNT sin seleccionador y con David Sarachan como interino hasta que se decida quién será el sustituto. A día de hoy se ha hablado de la posibilidad de Sam Allardyce, Óscar Pareja o incluso el Tata Martino. También están las opciones de promocionar a seleccionadores de combinados menores como Tab Ramos.

Sangre nueva

La necesidad de un cambio en el roster’ de los Estados Unidos es algo innegociable. Para ello hay algo que cobrará mucha más importancia de lo que ha sido hasta el momento, las academias de los equipos de la Major League Soccer. Este fútbol base lleva trabajándose desde hace unos años y los resultados en algunos equipos han comenzado a verse en las categorías U17 y U20. Es en estas categorías en donde están algunos de los jugadores que en años tendrán que llevar al responsabilidad de la selección, con varios de los que ahora están comenzando a surgir.

Estas categorías han sido recientemente las que han jugado una Copa del Mundo, y a pesar de no haber llegado a la final, ni poder alzarse con el título de campeón, el papel realizado por muchos de sus futbolistas ha sido más que notable.

Pero este cambio no tiene que ser necesariamente ni exclusivamente de jugadores juveniles y veinteañeros. Actualmente existen jugadores con una amplia experiencia y que superan con creces los 20, que merecen ser llamados como parte de esa renovación. Futbolistas que perfectamente no desentonarían en el reto de devolver a los USMNT al lugar donde les corresponde.

Uno de los casos más llamativos es el de Christian Ramirez. ¿Qué tiene que hacer este chico para ir convocado con la selección nacional de los Estados Unidos? Un sólo año de experiencia en la máxima competición del soccer norteamericano le ha servido al delantero de origen colombiano a demostrar que de sobra tiene nivel para defender la camiseta de Estados Unidos. Quedó como segundo máximo goleador nacional de la competición, sólo por detrás de C.J. Sapong y por delante de muchos de los ‘titulares’, y a pesar de ellos no ha gozado de oportunidad.

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Otro de los nombres que está sonando con más fuerza en las últimas semanas es el del guardameta Zack Steffen. El de Columbus Crew está cuajando un final de temporada espectacular, que ha ayudado a su equipo a llegar a la final de la Conferencia Este. El joven portero no es novato en estas lides, ya que jugó para muchas de las categorías inferiores del combinado norteamericano. Con la ausencia de los veteranos Guzan y Howard es más que probable que Steffen se haga pronto con la titularidad del combinado yankee.

Pero en donde reside el verdadero futuro es en la juventud. Una gran cantidad de futbolistas que se encuentran por debajo de los 20 años que deberán ir entrando poco a poco en las convocatorias de la selección de las ‘barras y estrellas’.

Para liderarlos hay un jugador que, pese a su juventud, ya tiene un papel principal en el equipo. Se trata del centrocampista ofensivo Christian Pulisic, que en su primer año completo entrando en convocatorias, está más que preparado para liderar el futuro. Pero de momento el jugador tiene apenas 19 años y todavía tiene que crecer en sus aptitudes como jugador. Sin ninguna duda, si consigue llevar un progreso adecuado, podría llegar a convertirse en el mejor jugador de la historia del soccer en los Estados Unidos.

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Con él, hay una serie de futbolistas que poco a poco han ido entrando en las convocatorias y otros que lo harán. De entre ellos hay muchos que han comenzado a destacar en sus equipos y sobre ellos recaerá parte de la responsabilidad de la selección en los próximos años.

Tyler Adams (19 años). El mediocentro del New York Red Bulls ha sido llamado por primera vez con la selección y se espera que no sea la última. Tras disputar con los U20 la Copa del Mundo de la categoría a principios de año, volvió con su equipo para demostrar un descaro inaudito para un jugador de su edad, llevando las riendas de los ‘taurinos’.

Matt Miazga (22 años). El central perteneciente al Chelsea está adquiriendo una buena experiencia en el fútbol holandés, que está sirviendo para ganarse un puesto en el futuro del equipo inglés. Su progresión podría llevarle a liderar la zaga estadounidense.

Keegan Rosenberry (23 años). A pesar de no haber estado a la altura en esta temporada que ha terminado, el lateral el Philadelphia Union es uno de los carrileros más solventes y sobrios que ha salido del fútbol universitario en los últimos años. Si vuelve a rendir a un gran nivel, posiblemente se le pueda ver en una convocatoria con la selección mayor.

Jesse Gonzalez (22 años). El arquero de origen mexicano finalmente se decantó por jugar con los Estados Unidos, después de tener la opción de ser llamado por los ‘aztecas’. Su juventud le lleva a cometer muchos errores, pero son fácilmente subsanables con trabajo y experiencia.

Cristian Roldan (22 años). El mediocentro del Seattle Sounders está poco a poco convirtiéndose en uno de los líderes del conjunto ‘esmeralda’, demostrando una madurez en su juego muy poco visto en su edad. El tener al lado a jugadores de la talla de Alonso o Svensson, le están ayudando a crecer a pasos agigantados. Sus convocatorias no deberían hacerse esperar mucho.

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Weston McKennie (19 años). Una de las últimas perlas que se está formando en el fútbol alemán. El joven jugador firmó el pasado año por el primer equipo del Schalke 04 y en esta temporada está siendo uno fijo en los onces titulares de Domenico Tedesco. Su juventud le llevará a ir entrando poco a poco en los llamados de la selección.

Josh Sargent (19 años). El delantero fue una de las sorpresas del pasado mundial U20. Esto le llevó a que algunos clubes del Viejo Continente se fijasen en él, siendo finalmente el Werder Bremen el que consiguió hacerse con sus servicios. Se espera que sea una toma de contacto para que vaya cogiendo experiencia al máximo nivel internacional de cara al futuro.

Estos jugadores son algunos de los más destacados, aunque muy posiblemente alguno más pueda aparecer. La renovación de los USMNT no será fácil, pero ahora están ante la mejor oportunidad de volver aún más fuerte. Para poder ir hacia adelante, a veces es mejor dar un paso hacia atrás.