Lanús está ante la oportunidad histórica de conseguir su primera Copa Libertadores. Sus jugadores saben que están a solo 90 minutos de pasar a integrar las páginas doradas no solo del club, sino de todo el fútbol latinoamericano, transformándose en campeones del máximo certamen.

Lejos de escapar a la responsabilidad, Jorge Almirón, entrenador de Lanús, se mostró optimista y reconoció que "es un gol, tenemos que tener paciencia y trabajarlo bien. Son 90 minutos que los tenemos que jugar muy bien, de manera inteligente".

Consultado sobre la gran emoción que ronda en el sur de la provincia de Buenos Aires, el ex entrenador de Independiente aseguró que "seguramente el estadio va a estar lleno, va a ser una fiesta y el equipo va a estar a la altura de la final".

"Veo gran euforia en la gente y mucha confianza, confían en que el equipo lo va a remontar. Espero que sea una fiesta mas allá del resultado, allá no nos fue bien, a la gente no le fue bien, espero que sea distinto", reconoció Almirón.

Por último, el primer entrenador en conseguir una final de Libertadores con Lanús, sentenció: "Es una final, las finales se ganan. Nos costó mucho llegar hasta aquí, el equipo esta bien y es un resultado que se puede revertir".

La gran vuelta tendrá lugar en el Estadio Ciudad de Lanús, la popular “Fortaleza del Sur”, en la que los ‘Granates’ recibirán a Gremio, que va ganando la serie por 1-0, gracias a aquel gol de Cícero, cuando corría el minuto 83 del partido jugado en el Gremio Arena. El árbitro para este encuentro será Enrique Cáceres, quien será mirado de reojo no solo debido a la mala actuación de Julio Bascunan en el partido de ida, sino que el propio Cáceres nació en Argentina, dato que trascendió en las últimas horas.

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