Hay que ver lo diferente que es la realidad dependiendo del punto de vista desde el que se mire. Si al inicio de campaña le dicen a cualquier aficionado a la Premier League que Burnley y Brighton iban a estar distanciados por catorce puntos a estas alturas de campeonato, pensaría que le estaban engañando. Que le estaban gastando una broma por el nivel y por las aspiraciones, compartidas, de ambos equipos. Porque, aunque ahora los Clarets sean la portada semana tras semana, lo cierto es que su objetivo, al igual que el de las Gaviotas, era la permanencia. Porque el equipo de Sean Dyche no aspiraba a más y, de hecho, sigue sin hacerlo. La prudencia y la humildad se han asentado en Turf Moor y ninguno sueña con algo más allá que sellar su estancia en la Premier League una temporada más.

Qué cerca y, a la vez, qué lejos andan ambos equipos. Los de Hughton persiguen la misma meta, pero su realidad es muy diferente. Es algo que no se lo van a enseñar a los que forman el entorno del Burnley, pues ya pasaron por ello la pasada temporada. Ese debut, después de tantos y tantos años, en la Premier League, resulta complicado, difícil y, si se permite, estresante. Porque es incómodo tener que cambiar la categoría, aunque sea un sueño perseguido temporada tras temporada. Rivales nuevos, desplazamientos diferentes y condicionantes que antes no estaban y ahora sí. Los focos apuntan directamente y para eso hay que valer. No cabe ninguna duda de que los de Brighton están preparados para ello, pero tienen que volver a demostrarlo. Sus últimos resultados no son buenos. Sus últimos datos, es más, son muy preocupantes, pero hay tiempo. Y si no, que se lo pregunten al Burnley.

Bajando a pescar

La mítica ciudad de Brighton, si por algo se caracteriza, es por su costa. Situada al sur de Inglaterra, las gaviotas son las que dan color y ruido a su paisaje. De ahí el apodo del equipo. Bueno, de ahí y por lo de rivalizar, aún más, con el eterno enemigo, un Crystal Palace que se hacen llamar las Águilas. Quién sabe si una de las plazas por el descenso no se dirime entre estas dos aves. Porque lo que es cierto es que, a medida que suben los de Hodgson, bajan los de Hughton. Una mala racha en la que el equipo apenas ha sumado un punto de los últimos quince posibles, ha acercado una zona caliente en la que no están desde la segunda jornada, cuando comenzaron su periplo por la Premier League con dos derrotas y sumando cero puntos de los primeros seis posibles.

La conjura en el vestuario es clara, sumar ante los rivales directos. Lo dijo Dunk tras el partido ante el Tottenham del pasado miércoles y es algo que se repite una y otra vez en cada rincón de Brighton. Los resultados ante los rivales directos marcarán el devenir de un equipo que habrá que ver cómo sale del siempre temido maratón de partidos navideño. La que es la época más representativa del torneo inglés resulta ser, además, determinante tanto en la parte alta como baja de la clasificación. No son pocos los equipos que se han metido en un pozo del que ya no han salido. No son escasos los conjuntos que han respirado para el resto del curso.

Seis puntos separan al último del decimoprimer clasificado

Y es que, si hay algo que necesita este Brighton es respirar. Tras seis encuentros seguidos sin sumar los tres puntos, los de Hughton se han desplomado hasta la 13ª plaza, entrando así en unos puestos bajos apretados como nunca antes se recuerda. La diferencia entre el decimoprimer clasificado, el Southampton, y el vigésimo, Swansea City, es de apenas seis puntos. O lo que es lo mismo, dos partidos ganados de manera consecutiva permiten abandonar un tren que lleva directamente a la Championship. Así pues, el Brighton se prepara ya para certificar las buenas sensaciones dejadas en Wembley ante el Tottenham frente al que aún consideran un rival directo.

Imagen del encuentro entre el Tottenham y el Brighton | Fotografía: Brighton
Imagen del encuentro entre el Tottenham y el Brighton | Fotografía: Brighton

Un sueño por la mínima

Increíble. Así está siendo la temporada del Burnley. El equipo de Sean Dyche era, junto a los recién ascendidos y otros tres o cuatro equipos de Premier League, un candidato claro a luchar por la permanencia. Su objetivo era ese y, a tenor de lo transmitido desde el interior del club, sigue siendo ese. Porque la relajación no ha llegado a un equipo humilde, que se apoya en el trabajo en cada partido para seguir sumando de tres en tres en pos de pelear con los más grandes. Sextos, con 31 puntos, se asientan a tan solo siete del segundo puesto. Están inmersos de lleno en la lucha con unos equipos que no solo les duplican o triplican en presupuesto, sino que les superan por la derecha en lo que a plantilla se refiere.

De las nueve victorias del Burnley en liga, ocho han sido por la mínima

Y todo esto lo están consiguiendo son su sello. Porque si a un hito se le da el toque personal, aún cobra más importancia. El Burnley es, de los once primeros clasificados, el que menos goles ha anotado. De hecho, hay equipos en la zona baja que han batido más veces al portero rival que unos Clarets con el corazón a prueba de bombas. De sus nueve victorias, ocho han sido por la mínima, lo que indica tanto el poderío defensivo como su capacidad de sacrificio a lo largo de los noventa minutos. Poco o nada tiene Sean Dyche que reprochar a unos jugadores que han conseguido apenas nueve puntos menos que el total de la pasada temporada, cuando fueron decimosextos con cuarenta unidades.

El último en tocar la tierra frente al Burnley fue el Stoke City, un conjunto que supo de primera mano la filosofía de los Clarets. Gol en el minuto 89 y otro compromiso pintado de verde. Sufrimiento hasta el final y tres puntos que saben mejor que nunca. La insistencia y la constancia son el ADN de un equipo que está viviendo un sueño por la mínima.

Barnes celebra su gol ante el Stoke City | Fotografía: Burnley
Barnes celebra su gol ante el Stoke City | Fotografía: Burnley

Igualdad en el sentido literal

Las dinámicas de estos equipos a lo largo de la historia han hecho que se hayan visto las caras en 25 ocasiones. De ellas, hasta un cuarenta por ciento han acabado en empate. Así pues, diez de esos 40 choques han resultado en tablas, dejando, además, un balance muy igualado en cuanto a victorias para uno y otro equipo. Siete han sido las ocasiones en las que se han impuesto las Gaviotas, mientras que ocho lo han hecho los Clarets. Sigue dominando el empate en los partidos disputados en Brighton, pues en cinco de los doce choques el resultado en el marcador ha sido una igualada. Cuatro triunfos de los del sur por tres de los de Burnley completan la estadística.

El Brighton no ha perdido en sus últimos seis partidos ante el Burnley

Apenas cuatro goles más ha conseguido anotar el conjunto entrenado ahora por Dyche. 31 goles a favor por los 27 del Brighton suponen que en la totalidad de estos duelos se hayan conseguido 58 dianas, lo que deja una media de 2,32 tantos por encuentro. Y es que, no son equipos del todo goleadores. De hecho, el resultado más repetido en estos duelos disputados en casa de las Gaviotas ha sido el de 0-1. No fue, sin embargo, ese el resultado de la última visita del Burnley, pues el encuentro acabó en empate a dos en un duelo disputado el 2 de abril de 2016 cuando ambos militaban en la Championship. Este empate fue la última buena noticia para un Brighton que no ha perdido frente a los Clarets en ninguno de sus últimos seis partidos. Tres empates y las mismas victorias hacen que los de Dyche se tengan que remontar hasta 2012 para ver su último triunfo frente a las Gaviotas.

Árbitro: Chris Kavanagh

Cumpliendo su segunda campaña en la Premier League, Kavanagh aún anda a caballo entre la élite del fútbol inglés y las divisiones inferiores. Si el año pasado dirigió apenas un encuentro en la máxima división, este año ya ha superado esa cifra alzándose hasta los cinco compromisos. A ellos, hay que añadir los siete de Championship, uno de League One y otro de League Cup. En total, catorce choques en los que ha mostrado cuarenta tarjetas amarillas.

Su poca experiencia como colegiado no le ha impedido dirigir encuentros de estos equipos. En total, al Brighton le ha arbitrado cinco partidos, la mayoría en la Segunda División inglesa, en los que ha obtenido cuatro victorias y una derrota. En lo que al Burnley se refiere, apenas dos han sido los compromisos en los que se han visto involucrados árbitro y equipo. Una victoria, frente al Brentford en 2016, y un empate, ante el Huddersfield esta misma temporada, hacen el balance.

Altas, bajas y posibles alineaciones

Chris Hughton tendrá que seguir haciendo frente a la baja de Steve Sidwell, el centrocampista de 35 años que aún no ha debutado esta temporada con el Brighton. Por su parte, Sean Dyche tiene serias opciones de poder contar con Ben Mee, Matt Lowton y Stephen Ward, todos ellos pendientes de lo que dictaminen las últimas pruebas. Seguirán causando baja Tom Heaton, Jonathan Walters, Dean Marney y Robert Brady.