El Manchester City sigue en su empeño de hacer historia en esta temporada. Los de Guardiola volvieron a ganar un partido que fue menos a más, ya que se enfrentaron a un Tottenham que empezó ordenado disputándole la posesión del balón en todo momento, pero cuando un equipo con mucha calidad está en estado de gracia, casi nadie le puede vencer y los citizens son por ahora el equipo más en forma de Europa tras esta goleada a uno de los gallitos de la liga.

El City se desmelenó en el último cuarto de hora del partidoLos números le avalan, y están dispuestos a destrozar todos los récords posibles con una espectacular plantilla y su entrenador. Ganarle al Tottenham ha supuesto, una vez más, otro golpe encima de la mesa, en el que parece que ya no tiene rival por ganar la Premier League, algo inusual en este torneo, pero es que este equipo por encima del resto en todos los sentidos.

Y eso que los de Pochettino lo intentaron como pudieron. A pesar del golpe inicial del gol de Gundogan, los visitantes no se echaron para atrás y buscaron el gol del empate, pero el City es un equipo con muchas opciones en todas las líneas del campo, y aunque le traten de tú a tú, suele acabar venciendo. Parece ser que jugar ante el City es casi sinónimo de perder tres puntos en la Premier League, su victoria 17 en 18 partidos lo confirman.

Un gol en medio de la tempestad

El partido no empezó comandándolo el equipo local, pues ambos se trataron con respeto en los primeros minutos del partido. Además, el Tottenham se acercó a la portería de Ederson con la posibilidad de dejar mudo el Etihad, circunstancia que nunca pasó, ya que los primeros en golpear, como siempre, fueron los de Guardiola.

Rose y Sterling disputan un balón. Foto: Manchester City.

En un comienzo en el que no hubo muchas ocasiones claras de ambos equipos, el City, al cuarto de hora ya iba por delante en el marcador gracias al gol de Ilkay Gundogan, ya que éste dio un cabezazo directo a la portería tras un córner. Está claro que el equipo de Manchester hace goles de todos los colores, y en jugadas a balón parado también.

Tras el gol, el conjunto de Pochettino no se escondió y jugó su partido como mejor pudo hacer con acercamientos, pero sin demasiada claridad. Intentaron equilibrar la posesión del balón, pero las ocasiones más claras fueron para los locales, sobre todo de Agüero, que remató muy cerca de la portería pero Hugo Lloris hizo una de las grandes paradas de la jornada. El equipo local se estaba gustando más de la cuenta, ya que ellos sí gozaron de las oportunidades más claras de la primera parte.

Sentencia en la segunda parte

El comienzo de los últimos 45 minutos del partido se pareció poco a lo que iba a pasar más adelante. El Tottenham, que se veía derrotado con sólo un gol de diferencia, creyó en sus posibilidades e intentó arrimarse más a la portería defendida por Ederson, pero ni Kane ni Alli ni Erikson pusieron nervioso al meta del City.

Los locales leyeron muy bien el partido y esperaron sus oportunidades para rematar lo que podía ser un resultado peligroso. Guardiola decidió darle minutos al atacante Gabriel Jesús para darle descanso a Agüero, que estuvo activo en el partido. Y antes de la sentencia en el marcador, el City ya avisó con ocasiones como la de Leroy Sané, que Lloris estuvo una vez más atento. Si no fuera por el portero, quizás el Tottenham se hubiera ido a Londres con una derrota aún más dolorosa que ésta.

El City mandó durante gran parte del partido. Foto: Manchester City.

El segundo llegó de la mano de De Bruyne, que minutos antes sufrió un golpe en la que podría haber sido cambiado, pero el que la sigue la consigue e hizo el gol de la tranquilidad tras una gran carrera en solitario para batir al cancerbero. Y después llegó el festival de ataque del Manchester City.

Minutos después, el central Jan Vertonghen derribó a un atacante del City y Pawson no dudó en pitar penalti, pero Gabriel Jesús no pudo anotar porque su lanzamiento lo mandó al poste izquierdo de la portería. Pero tardó cinco minutos para que el City hiciera el tercero del partido gracias a Sterling, que remató a puerta vacía al ser asistido por Sané.

Con un Etihad desatado, los locales pudieron agrandar más el marcador gracias a sus constantes ataques ante un Tottenham que no pudo detener a su rival. Nerviosos y con ansias de que el partido se acabe, la defensa del Tottenham erró de forma garrafal que permitió que el rival hiciera el cuarto del partido, un gol formado por Sterling, que marcó a placer.

Sólo el gol de Christian Eriksen de rebote en los minutos de descuento maquilló un resultado aplastante que frena las aspiraciones de un Tottenham fuera de competiciones europeas. Y gran culpa la tiene este Manchester City increíble con hambre de victorias y con ganas de seguir haciendo historia en el club y en la Premier League, 52 puntos de 54 posibles es todo un mérito. El equipo de Guardiola sigue en su racha triunfal de 16 victorias consecutivas en la Premier League, para agrandar la racha jugará la próxima jornada contra el Bourtnemouth, otra vez ante su afición.