Posterior a una temporada caótica, como la del 2015-16, marcada por los cambios en la dirección técnica y por la hazaña conseguida por el equipo sobre el final del campeonato al salvarse del descenso de la mano de Julian Nagelsmann, el joven director técnico de 28 años de edad por ese entonces; el Hoffenheim iniciaba la temporada 2016-17 de manera sorprendente. Contra todo pronóstico, en una temporada en la que se esperaba que el equipo luchara por mantener la categoría de una forma más tranquila que en la pasada, el conjunto que jugaba su novena temporada consecutiva en primera división llegaba, a comienzos de 2017, en la quinta ubicación.

Dicha posición no bastaría para los muchachos del Hoffenheim, quienes soñaban con proezas mayores. Sin embargo, iniciaron el año ganando y perdiendo partidos casi de manera alternada.  Además, el mercado invernal vería un movimiento mínimo por parte de la directiva, pues en cuanto a llegadas solo se puede resaltar el fichaje de Danilo Soares, quien llego lesionado y no jugó en el semestre; y en cuanto a salidas de la plantilla, Eduardo Vargas, el chileno, hizo sus maletas con destino a Tigres, en México.

Celebración entre Uth y Kramaric | Foto: Página Oficial TSG Hoffenheim
Celebración entre Uth y Kramaric | Foto: Página Oficial TSG Hoffenheim

Dos meses en el sube y baja

El 2017 comenzaría de manera positiva para el conjunto azul y blanco, pues su primer encuentro del año sería una visita al F.C. Augsburgo, quien plantaría cara hasta el segundo tiempo del cotejo, en el que Sandro Wagner y Andrej Kramarić adelantarían al Hoffenheim y le entregarían los tres puntos. No obstante el buen comienzo, los partidos por venir no serían fáciles.

En los meses de enero y febrero se disputarían 6 jornadas de la Bundesliga, donde el Hoffenheim conseguiría ganar tres de esos encuentros, empatar uno, y perder los dos restantes. Los dos reveces a los que se enfrentó el equipo fueron, ambos, por fuera de su patio, el Wirsol Rhein-Neckar Arena. El primero ante una de las sorpresas del campeonato, el RB Leipzig con un marcador de 2-1; y el segundo, en su visita al conjunto del Wolfsburg, donde caería con el mismo marcador. A pesar de las derrotas sufridas en estos dos primeros meses, la plantilla recibiría noticias importantes, pues su delantero croata, Kramarić, daría inicio a una segunda vuelta de Bundesliga implacable, alcanzando el grito sagrado en 12 ocasiones a lo largo del semestre.

Celebración del gol que aseguro el puesto en la Champions League | Foto: Página oficial TSG Hoffenheim
Celebración del gol que aseguro el puesto en la Champions League | Foto: Página oficial TSG Hoffenheim

Golpe en la mesa y un final de ensueño

Al cabo de los dos meses iniciales de la segunda vuelta en la Bundesliga, el conjunto capitaneado por  el alemán Sebastian Rudy se encontraba cuarto en la clasificación y listo para dar el golpe de autoridad en la liga, enlazando unos meses finales dignos de un competidor europeo y no de un equipo que pelea en la parte media baja de la tabla. Esta racha se pondría en marcha cuando el TSG recibiera al Ingolstadt 04, por la fecha 23, y le propinara una goleada antológica, un 5-2 categórico e inapelable. En este periodo, el Hoffenheim conseguiría victorias ante grandes rivales de la Bundesliga, como el Bayer Leverkusen o el Borussia Mönchengladbach, y se alzaría como ganador ante el gigante y todopoderoso Bayern Múnich. Cuando el gigante de Baviera visitó el fortín del tercer clasificado, no esperaba llevarse una derrota, pero los locales se replegaron y defendieron de manera implacable, y aprovecharon la oportunidad que tuvieron para darle la estocada al líder del torneo. Transcurría el minuto 20 del primer tiempo del cotejo, cuando Kerem Demirbay mandó un centro alto desde el costado izquierdo del ataque, el balón fue rechazado por un defensa y tomó vuelo. Trazó un trayectoria destinada al botín diestro del gran goleador, de Andrej Kramarić, quien, libre de marca, controló la tan preciada esférica. Y después, iluminado por un destello de crack, se giró de cara al arco defendido por Ulreich, y soltó un latigazo seco, potente y perfecto, que se coló por el ángulo superior derecho del portero, y desató la locura de los 30.150 asistentes.

Con los tres puntos a cuestas a modo de trofeo, el Hoffenheim encaró lo restante de la temporada con la ilusión de mantener su posición como tercero, aunque esta ilusión se vería truncada por el conjunto borusser en la fecha 32. En la visita al Signal Iduna Park, los hombres de Nagelsmann caerían derrotados 2-1, en un partido en el que ambas escuadras tuvieron un rendimiento parejo, pero en el que, quizás, la experiencia de los locales los llevaría a ganar, pues además de los goles marcados por Reus y Aubameyang, tuvieron la chance de marcar un tercero desde el punto penal. Recopilando la genial temporada del conjunto azul, este partido se torna importante, pues otro resultado podría haber cambiado el – caprichoso – destino del equipo que, tras la derrota, bajaba a la cuarta casilla de la clasificación.

Sería en esta cuarta ubicación donde los de Nagelsmann finalizarían su participación por la Bundesliga 2016-2017. Haciendo historia, pues por primera vez en sus 118 años lograba clasificar para la Champions League, el sueño de muchos, y, en aquel momento, la realidad del TSG. Además, la temporada recién finalizada dejaría al equipo azul con la valla menos vencida del torneo detrás del campeón Bayern Múnich, y lo dejaba sin conocer la derrota en su patio, ganando 11 partidos y empatando los 6 restantes que disputó en el Wirsol Rhein-Neckar Arena, su fortín.

Salida para competir en la UEFA Europa League | Foto: Página Oficial TSG Hoffenheim
Salida para competir en la UEFA Europa League | Foto: Página Oficial TSG Hoffenheim

El desmantelamiento esperado

El mercado de verano comenzaba. Julian Nagelsmann y los directivos del Hoffenheim empezaban a ser conscientes de la difícil tarea que se les venía encima. Por un lado, debían intentar mantener a sus máximas figuras en las filas del equipo; por otro lado, reemplazar a los jugadores que ya habían anunciado su partida; y, como si fuera poco lo anterior, debían buscar reforzar al gran – pero corto – plantel con el cual contaban, de cara a su participación en la fase previa de la Champions League 2017-18. Todo lo anterior debían lograrlo mientras disuadían los rumores que crecían acerca de la partida de su joven entrenador, a quien los clubes grandes de Europa acechaban como tiburones.

Si bien durante la ventana de fichajes el director técnico que había hecho historia con el equipo no salió de la institución, sí lo hicieron jugadores que habían jugado un rol central en el 1-3-5-2 que el técnico teutón había aceitado. Los principales baluartes en hacer sus maletas fueron miembros de la estructura defensiva. Niklas Süle partió con destino a Múnich por un valor de veinte millones de euros, convirtiéndose en la segunda venta más alta en la historia del equipo. El prometedor defensor central dejaba un hueco en la zaga azul que, sin duda, sería difícil de llenar. Hacia Múnich también saldría el que capitaneara al Hoffenheim en 28 cotejos de la temporada recién finalizada, el pivote central Sebastian Rudy. Sin embargo, el ex capitán del equipo no dejaría dinero en las arcas del club, pues su transferencia al conjunto bávaro se daría en condición de jugador libre. En tercer lugar, la salida de Jeremy Toljan hacia el Borussia Dortmund sería otro de los éxodos importantes, pues el polivalente carrilero se había establecido en el conjunto de Kraichgauer, jugando 21 partidos durante la temporada 2016-17. Adicional a la partida de los tres mencionados, salieron del equipo jugadores de segunda línea como Fabian Schӓr, Marco Terrazzino y Pirmin Schwegler.

En cuanto a la dura tarea de fichajes, los directivos del Hoffenheim se pusieron las botas para buscar en su cantera y en el mercado a los mejores reemplazos y refuerzos. Al club llegaron jugadores jóvenes como Felix Passlack, Justin Hoogma o Serge Gnabry, además de la promoción al equipo profesional del defensa central Stefan Posch. En adición, las contrataciones más llamativas e importantes del equipo fueron tres. En primer lugar,  el noruego Håvard Nordtveit, quien se convirtió en la segunda contratación más cara del club, costándole ocho millones de euros traerlo desde el West Ham United inglés. En segundo y tercer lugar, llegarían Nico Schulz y Florian Grillitsch procedentes de competidores de la Bundesliga, siendo estos claros ‘reemplazos’ para los idos Toljan y Rudy.

Alineación titular del debut en Champions | Foto: Página oficial TSG Hoffenheim
Alineación titular del debut en Champions | Foto: Página oficial TSG Hoffenheim

Días históricos, de ilusión y decepción

La ilusión comenzaba a crecer en los corazones y mentes de los jugadores, directivos y aficionados del TSG, pues se acercaba el 4 de agosto, el día en el que se celebraría el sorteo de la fase previa de la Champions League, donde participaría el equipo alemán. Llegaría la fecha del histórico sorteo, y todos los seguidores del club se irían a acostar con un manojo de sensaciones encontradas. La ilusión, emoción y expectativa de debutar en la competición europea más codiciada del continente, pero por otro lado, se iban a dormir con el nerviosismo propio de saber que su primer rival sería el Liverpool inglés, dirigido por el alemán Jürgen Klopp. Con el rival definido y las fechas establecidas (la ida sería el 15 de agosto y la vuelta el 23 en casa del Liverpool), el equipo de Julian Nagelsmann continuaría e intensificaría la preparación para enfrentar la llave que podría llevarlos a la fase de grupos del torneo.

En medio del sorteo y del partido de ida, el TSG tendría que verse las caras, de visita, con el Rot-Weiß Erfurt de la tercera categoría del fútbol alemán, en un partido correspondiente a la DBF Pokal. Como era de esperarse, el resultado del partido fue 0-1 favorable a quienes tres días después recibirían al Liverpool en su patio. Esta victoria los llevaría a enfrentar al Werder Bremen en octubre, donde perderían 1-0 en la casa de sus rivales y serian eliminados de la competición.

Terminada su participación en la ronda de la DBF Pokal, el Hoffenheim recibía al conjunto de Klopp en el Wirsol Rhein-Neckar Arena. El debut histórico se daría bajo un marco digno de una fase más avanzada de la competición, pero el cotejo tendría un resultado que decepcionaría a los asistentes al templo del TSG. El partido finalizaría con derrota para los alemanes, con un marcador de 1-2. Por parte de los locales, el primer gol europeo de la historia fue convertido por Mark Uth, mientras que los visitantes marcaron a través del juvenil Alexander-Arnold y un autogol de Nordtveit. Por este resultado, los jugadores del Hoffenheim deberían poner toda la carne sobre el asador en el partido de vuelta, jugado en el épico estadio de Anfield en Liverpool, el 23 de agosto, después de debutar en la edición 17-18 de la Bundesliga frente al Werder Bremen.

El partido de vuelta en Anfield tendría un tinte similar al de ida, pues ambos equipos saldrían con toda la intención de clasificarse y derrotar a su oponente. Pero tal como había ocurrido ocho días antes, el conjunto ingles se impondría con relativa facilidad a los dirigidos por Nagelsmann. Haciendo uso de su experiencia continental y de su amplia plantilla superarían al Hoffenheim con un marcador de 4-2, con goles de Emre Çan (2), Mohamed Salah y Roberto Firmino por el lado local, y, para los visitantes Mark Uth repetiría la dosis del partido de ida, y Wagner conseguiría anotar su primera diana de la nueva temporada. De esta manera, para pesar de los seguidores alemanes, el conjunto de Hoffenheim quedaba eliminado de la Champions y caería a la fase de grupos de la segunda competición en importancia, a la Europa League, donde, tras el sorteo del 25 de agosto, quedaría emparejado en un grupo en el que enfrentaría al Braga de Portugal, a los búlgaros del Ludogorets, y al Başakşehir turco.   

El goleador Kramaric celebrando | Foto: Página Oficial TSG Hoffenheim
El goleador Kramaric celebrando | Foto: Página Oficial TSG Hoffenheim

Un semestre bipolar

Tras su eliminación de la Champions League, el semestre del Hoffenheim se podría describir a través de las dos caras de una moneda, pues en la Bundesliga ha tenido un rendimiento bueno, quizás no igual que el de la temporada inmediatamente anterior, pero si un semestre bueno donde se ha ubicado en la parte superior de la tabla, cerca de los puestos que otorgan la clasificación a competencias europeas. No obstante, en la Europa League el desempeño del conjunto azul fue pésimo, logrando únicamente una victoria y sufriendo la caída en tres cotejos. Los pobres resultados conseguidos en esta edición llevaron a su temprana eliminación, tanto así que el último partido del grupo lo jugaron con suplentes y juveniles ante los ojos de 7,814 espectadores en su casa.

Sin embargo, la victoria que consiguieron en la fecha 3 ante el Başakşehir, quedara en los libros de historia del club como la primera – y única – victoria europea. El 19 de octubre, Hübner, Schulz y Amiri pusieron su cuota goleadora para entregarle al conjunto alemán los primeros tres puntos en la competencia y de su prolongada existencia como club de futbol.  Los tres reveces que recibió el equipo fueron dos derrotas ante el Braga por 1-2 y 3-1, y una ante el Ludogorets en Bulgaria, por 2-1. Los restantes dos puntos que consiguió fueron dos empates a uno frente al Başakşehir y el Ludogorets, en condición de visitante y local respectivamente. Dichos resultados lo dejaron con un saldo de 5 puntos y por fuera de los dieciseisavos de final.

De manera simultánea a su participación en la UEFA Europa League, el Hoffenheim debía hacerle frente al apretado calendario de la Bundesliga 17-18, buscando mantener la racha positiva con la que había terminado el torneo pasado.

De cierto modo, los resultados que estaba obteniendo eran acordes a sus objetivos. Tuvo un gran inicio, pues se mantuvo sin conocer la derrota hasta la fecha 7, donde visitó al Freiburg, y cayó 3-2 en un electrizante partido que ocurría dos días después de perder ante el Ludogorets en Bulgaria. En este periodo invicto que logró enlazar el conjunto blanquiazul, ganó partidos importantísimos y de gran calibre, venciendo las probabilidades y pronósticos para elevar su nombre aún más alto. Los más destacados, sin duda alguna, fueron los partidos que ganó ante el Bayern Múnich y el Schalke 04 en el Wirsol Rhein-Neckar Arena. En el encuentro correspondiente a la tercera fecha, el Hoffenheim se veía las caras con el favorito al título, el Bayern de Carlo Ancelotti. La inspiración divina, el buen trabajo colectivo y la efectividad de cara a gol, jugaron del lado del dueño de casa, y en una noche mágica de su goleador europeo, Mark Uth, consiguió ganar dos por cero al gigante bávaro, dejando su portería en blanco con una actuación consagratoria de Oliver Baumann. Tres fechas más tarde sería el turno del conjunto dirigido por Domenico Tedesco, quien se llevaría una dosis igual a la del equipo de Múnich, perdería con un contundente 2-0, con goles de Geiger y Rupp.

Pero todo lo bueno tiene su fin. Pues a partir de esta victoria, el TSG no  conocería la victoria por competencia local durante más de un mes, en un total de cinco partidos. La derrota sufrida ante el Borussia Mönchengladbach marcaría un hito importante, que muestra el ligero declive del equipo en comparación con la temporada pasada, dado que sería la primera derrota en casa, en el fortín, que sufriría el conjunto azul en el torneo alemán por mucho tiempo. La caída 1-3 en casa, con Demirbay siendo el único anotador del conjunto local, no cambiaría del todo la constante de la temporada. La irregularidad seguiría siendo el común denominador del equipo. Ganaría 0-3 frente al Kӧln en la fecha siguiente, luego empataría a uno con el Frankfurt en casa, y posteriormente caería derrota 3-0 ante el Hamburgo; dejando en evidencia la falta de consistencia en los resultados del club.

Tras los resultados presentados, el equipo empezaría el mes de diciembre de buena manera, y tendría un balance regular del mes, consiguiendo dos victorias – frente al Leipzig y el Stuttgart, ambas en casa –, y dos derrotas, frente al Hannover de visita y frente al Borussia Dortmund, también de visita, en el último partido del año.

El impredecible futuro

Tras terminar el año 2017 con una derrota, que para nada opaca el excelso año que el Hoffenheim realizó, el club debe poner marcha hacia el futuro y preparar al equipo para buscar igualar los estándares que el técnico, jugadores y aficionados lograron establecer. La tarea parece difícil, y no se pone más fácil tras la salida de Sandro Wagner con destino a Múnich por 13 millones de euros. Sin embargo, la tarea no es inalcanzable, pues como ya pudimos ver, para Julian Nagelsmann y sus hombres no existen imposibles.

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Sobre el autor
Santiago Castro
Estudiante colombiano de Psicología y Filosofía, Universidad de La Sabana. Apasionado por el fútbol y fenómenos sociales como el barrismo.