Aunque no había descartado algún movimiento, lo cierto es que Wenger no había dejado entrever algún posible fichaje en el mercado invernal. Sin embargo, el equipo londinense ha sorprendido a propios y extraños haciendo oficial el traspaso de Konstantinos Mavropanos, un central griego que llega procedente del PAS Giannina, un conjunto que milita en la Super Liga griega y que marcha décimo en una competición con dieciséis conjuntos. Alto, mide 194 centímetros, y joven, tiene 20 años, llega para reforzar una posición que está quedando en duda en los últimos meses de competición.

Konstantinos Mavropanos tiene 20 años y llega del PAS Giannina griego

Con Mertesacker en su último año en activo, el Arsenal tiene que empezar a mirar hacia el futuro de una de las posiciones claves en el esquema de cualquier entrenador. Wenger, que ha cambiado a defensa de tres en su última etapa al frente del banquillo Gunner, precisa de numerosos centrales de garantías que puedan ser la base sobre la que se cimiente el éxito londinense. En dos grupos claramente diferenciados, el entrenador francés bien puede elegir entre hombres de su confianza como Mustafi, Koscielny y Monreal y otros que parecen no ser de su agrado como Chambers o Holding. El central bávaro Per Mertesacker, por supuesto, cuenta para el técnico, pero ya es más un referente en el vestuario que un ejemplo a seguir sobre el césped.

Con la llegada de Konstantinos Mavropanos, el conjunto del Emirates Stadium refuerza una posición que habrá que ver si no sufre ninguna baja en estos días que quedan por delante de transferencias. Chambers y Holding son los que más opciones tienen de salir, aunque otros como Mustafi, que ya estuvo en la rampa de salida el pasado verano, tampoco están descartados. Tras un derbi londinense que acabó con empate a dos en el luminoso, el Arsenal dejó claras sus pobres dotes defensivas en una cita en la que Wenger se presentó con Chambers, Mustafi y Holding. Los dos últimos no estuvieron del todo mal ante el conjunto de Antonio Conte, pero el primero sí fue criticado duramente por su falta de entendimiento y por sus numerosos despistes a lo largo de los noventa minutos. Atentos a lo que pueda suponer la llegada del griego, desde luego, su incorporación ha pillado a todos por sorpresa.

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