Partido trepidante el que se presentaba para abrir el telón de estos cuartos de final de la Copa de la Liga entre dos equipos que, junto con el PSG, mantuvieron una pelea hasta el final la pasada campaña por hacerse con el título de la Ligue 1, donde al final el Mónaco se llevó el gato al agua.

Un Niza que llegaba a este partido tras haber dejado apeado en la pasada eliminatoria al Lille en la tanda de penaltis y que lleva una trayectoria ascendente en la liga. Por su parte, el conjunto monegasco eliminó en octavos de final al Caen de forma rotunda y aspira a salvar la temporada llegando lejos en alguna de las competiciones coperas, ya que en la liga se encuentra muy lejos del líder.

El Niza mandando; el Mónaco ganando

El Niza salió 'mandón' desde el inicio. Mucha iniciativa de los locales de llevar el peso del encuentro ante un Mónaco esperando su oportunidad a la contra con jugadores rápidos por bandas como eran Keita Baldé y Diakhaby. La táctica de Leonardo Jardim salió a la perfección y pronto encontraría el gol. Minuto 3 de partido, centro medido desde la banda derecha del ataque monegasco de Keita Baldé y Lemar remata de cabeza prácticamente solo en el área pequeña.

A partir de este varapalo para el conjunto rojinegro, nada cambió en el encuentro. Los de Favre seguían con el dominio del partido a través de circulación rápida de balón y aprovechando la buena forma en la que se encontraba Saint Maximim. El extremo francés desbordaba en cantidad de ocasiones a Sidibé y estaba siendo, de momento, el hombre del partido. El Niza se merecía el empate y se encontró con un gol en contra, pero fue anulado finalmente, ya que Lemar, que remató a portería con potencia, se encontraba en fuera de juego.

A los 18 minutos de partido, un pase entre líneas que recoge Pléa dentro del área, dribla a Jemerson y dispara raso al palo corto, sin que Benaglio pueda hacer nada, acaba en el empate. A pesar de esta acción, las protestas de un posible fuera de juego hicieron que el colegiado consultara al VAR, pero finalmente concedió el gol como válido.

Nuevamente, el Niza tomaba los mandos del partido y el Mónaco se encontraba a gusto en posiciones replegadas para salir a la contra. Con el paso de los minutos, el conjunto franjirrojo se quitaba la presión a la que estaba sometido y pronto llegó su oportunidad. Pasados los treinta minutos de partido, Diakhaby realiza un disparo complicado con el defensa encimando, de primeras tras un centro medido de Keita, y pone de nuevo al Mónaco por delante. Demasiado castigo quizá para los locales.

Sin gasolina para remontar

La segunda mitad cambió a mejor para los visitantes. El Mónaco se encontraba cada vez mejor, más a gusto, gracias también a que el Niza dejó de apretar y a que el equipo local erraba demasiadas veces en los pases. Aún así, el partido estuvo repleto de ocasiones, de idas y venidas de ambos equipos. 

Sin duda alguna, la figura del partido fue Saint Maximim. El jugador francés era el baluarte del Niza en la noche de hoy y no dejaba de encarar, esta vez, a Raggi, ya que el italiano era más vulnerable que Sidibé y Favre lo vio a la perfección. 

Los contragolpes del Mónaco eran muy peligrosos, y la línea defensiva del Niza debía estar muy atenta a las continuas subidas. Mayor motivo para la preocupación de los locales fue la entrada de Jovetic en el minuto 60, sustituyendo al lesionado Carrillo que apenas hizo algo. El montenegrino está en la rampa de salida del equipo del Principado y quería demostrar que era válido para el club.

Con el paso de los minutos, aquel dominio apabullante del Niza fue diluyéndose y no creaba tanto peligro en la primera mitad, debido a que el Mónaco consiguió adelantarse por dos veces aprovechando esta situación. En el minuto 63, Lees-Melou pudo igualar el encuentro pero su remate, se marcha fuera cuando se encontraba prácticamente solo dentro del área. El partido estaba muy abierto y el Mónaco quería aprovechar los huecos que el Niza dejaría, de ahí la entrada de Rony Lopes.

En el ecuador de la segunda aparte, el Niza buscaba el gol con ahínco, volcándose sobre la portería defendida por Benaglio e introduciendo la aportación de Cyprien, pieza importante del equipo de Favre. El Mónaco ya renunció al ataque y buscaba controlar el encuentro a través de posesiones largas.

El Niza perdía fuelle a los minutos finales y el empuje ya no era suficiente. Las ocasiones de gol no se producían de ninguno de los dos equipos y el encuentro finalizaba sin ningún tipo de sobresaltos.

El Mónaco ya espera rival en las semifinales de la Copa de la Liga mientras que el Niza ya se centrará en la liga, donde está resurgiendo tras un mal comienzo de temporada.