Tanteo inicial

El Chelsea comenzaba el encuentro muy bien plantado sobre el terreno de juego, siendo el dominador del esférico desde el pitido inicial. Los de Antonio Conte movían a sus rivales de un lado a otro , buscando el hueco que les permitiese crear una oportunidad de gol, sin embargo, el Leicester estaba perfectamente replegado, con las líneas muy juntas y los espacios eran prácticamente inexistentes.

El guión de los primeros instantes de juego estaba siendo muy similar, pues los locales encaraban constantemente la portería de los Foxes pero sus llegadas acababan diluyéndose con suma facilidad. El planteamiento del Leicester era claro, manteniéndose atrás para aprovechar cualquier contragolpe e intentar adelantarse en el marcador. 

Jaime Vardy probando suerte con un tiro desde fuera del área. Foto: premierleague
Jaime Vardy probando suerte con un tiro desde fuera del área. Foto: premierleague

Durante los primeros quince minutos, el Chelsea estaba siendo el dueño del partido, no obstante, las dos primeras grandes oportunidades serían desaprovechadas por los hombres de Claude Puel. Shinji Okazaki no llegaría por centímetros a un centro raso de Albrighton desde la banda izquierda y dos minutos más tarde, Jamie Vardy mandaba fuera un balón que remataba con la puntera de su bota , enviándolo muy cerca del poste derecho de la portería defendida por Courtois.

La respuesta Blue no tardaría en llegar, siendo Eden Hazard el encargado de meter el miedo en el cuerpo a los rivales tras desperdiciar una buena ocasión. Una fantástica jugada entre Fábregas y Morata terminaba con el balón cayendo en los pies del extremo belga que no conseguía imprimirle la fuerza necesaria al golpeo para sorprender a Kasper Schmeichel.

A diez minutos del final, los visitantes tuvieron la mejor oportunidad para irse por delante al descanso, sin embargo, Thibaut Courtois sacaría una mano salvadora al remate de Wilfred Ndidi, salvando a su equipo y manteniendo las tablas en el electrónico.

Thibaut Courtois salvando al Chelsea en la primera mitad. Foto: premierleague
Thibaut Courtois salvando al Chelsea en la primera mitad. Foto: premierleague

La primera parte llegaba a su final dejando unos primeros cuarenta y cinco minutos donde el Chelsea había empezado bastante mejor, pero que con el transcurso del partido fue desapareciendo poco a poco. Por el contrario, los Foxes comenzaron muy replegados en los instantes iniciales, no obstante sabían aprovechar muy bien sus armas y finalizaron la primera mitad siendo mejor que sus rivales.

Miedo a perder

A la vuelta del descanso, el partido parecía mostrar una imagen en la que ninguno de los conjuntos quería ser el dueño de él. Los visitantes estaban más cómodos cuando el Chelsea tenía el esférico, pues les resultaba más fácil realizar una presión muy elevada en distintos momentos del partido y recuperar el balón para montar rápidos contragolpes. 

Los de Conte no parecían acostumbrarse al juego, mostrándose atípicos en varias situaciones, lo que conllevaba a practicar un fútbol que no gustaba nada a los aficionados de Stamford Bridge, llegándose a escuchar algún silbido en contra. Los Blues no tardarían en hacer sustituciones, completando sus últimos dos cambios antes del minuto sesenta, algo que advertía el descontento de Conte respecto al nivel mostrado por alguno de sus jugadores. 

Las entradas de Pedro y William tampoco mejorarían al Chelsea en estos segundos cuarenta y cinco minutos, que encaraba la portería del Leicester sin crear apenas una pizca de peligro. En el minuto setenta, los Foxes se quedarían con un hombre menos sobre el terreno de juego, ya que Benjamin Chilwell veía la segunda tarjeta amarilla del encuentro. Los locales tenían que aprovechar su superioridad numérica sobre el césped para lograr el tanto que les otorgaran los tres puntos.

El Leicester se quedaba con un hombre menos. Foto: premierleague
El Leicester se quedaba con un hombre menos. Foto: premierleague

Si el Leicester había estado atrás durante gran parte del encuentro, ahora que contaba con menos efectivos sobre el terreno de juego, apenas pasaría de la línea del centro del campo.

El partido concluía con reparto de puntos para ambos equipos, siendo el resultado mas justo, pues ninguno de ellos había hecho méritos suficientes como para alzarse con la victoria. El Chelsea, encajaba su segundo empate consecutivo, con la posibilidad de caer en la cuarta posición. Con este punto, el Leicester seguiría octavo, salvando un buen resultado en uno de los campos más complicados de la Premier League.