El primer tiempo comenzó con un Chelsea dominador, que desde el primer minuto dominó el balón, y buscó la portería contraria con mayor insistencia e intensidad, llegando por ambos costados con bastante constancia aprovechando la velocidad de hombres como Pedro y Willian que durante la primera media hora consiguieron que la hinchada no echase en falta a Eden Hazard ni a Fábregas. Mientras tanto, el conjunto visitante trataba de cerrar el mayor número de espacios posible, y en alguna remota ocasión, trataba de salir en velocidad, o de buscar al atacante Nélson Oliveira en largo. Tras los 30 primeros minutos de juego en los que los dirigidos por Antonio Conte llegaron a disparar hasta en más de 10 ocasiones, estos perdieron regularidad en ataque, y los Canaries se pudieron acercar con un mayor peligro a la zona de defensa del rival. De esta forma terminó el primer acto, con un Chelsea intermitente, y un Norwich que nos ofreció la antesala de un muy buen inicio en el segundo tiempo.

Dominio intermitente del conjunto londinense

El segundo tiempo comenzó con un ritmo de intensidad mucho más bajo que el primer tiempo, con un Chelsea que seguía dominando la situación, y teniendo la posesión del balón, y que consiguió adelantarse en el marcador, después de que Batshuayi empujase en boca de gol, un centro de Kennedy que hoy estaba actuando de carrilero junto con Zappacosta, desde la izquierda. Tras el tanto, el equipo dirigido por Antonio Conte empezó a perder el control de la situación, cediendo excesivamente la posesión, lo cual en una época en la que estaba cometiendo errores defensivos alarmantes de forma bastante generalizada, estaba poniendo el partido en riesgo para el conjunto londinense que estaba jugando en largo con sus atacantes, y en velocidad, aprovechando las virtudes de Pedro y Willian. Mientras tanto, el conjunto auriverde fue consolidándose en el partido con balón, aunque no estaba siendo capaz de aprovechar las múltiples ocasiones que estaba teniendo. 

Foto: Chelsea.
Foto: Chelsea.

Después de unos minutos de dudas, en los que el palo y Willy Caballero evitaron el empate de los visitantes, el conjunto local recuperó algo de control en el juego, y volvió a llegar con peligro a la portería contraria, pero no estaba terminando de controlar el duelo, que era una de las opciones que más le gusta emplear desde que Antonio Conte está en el banquillo, y a la que tan acostumbrados nos tiene. Aunque bien es cierto, que a raíz de su mayor implicación en ataque, logró frenar la hemorragia del conjunto Canario, que se ha acercado con mucha facilidad a la portería del campeón de la Premier a lo largo de todo el partido. El tiempo seguía su curso, y ambos entrenadores empezaban a realizar sustituciones en busca tanto de asegurar el triunfo en el caso de los locales, como de intentar forzar la prórroga en el caso de los visitantes.

Los últimos minutos del partido, fueron de dominio blue, que estaba consiguiendo mantener la pelota alejada de su campo, haciendo correr de gran manera a su oponente al que estaba logrando neutralizar de forma magistral, y de esta forma estaba consiguiendo llegar con bastante peligro al área contraria. Aunque el paso del tiempo dejó nuevamente su huella en el partido, y terminó retrocediendo al Chelsea varios metros en todas sus líneas, y le permitió al Norwich buscar el empate. En esta ocasión, la desesperación, y la falta de cordura que le producía la cercanía del final, le impidieron generar ningún peligro, hasta que en el minuto 93, con un guión de película, Jamal Lewis, igualó el enfrentamiento, tras rematar de cabeza un centro de Timm Klose desde la izquierda.

Ese gol in extremis, forzó un tiempo de prórroga en el cual el conjunto visitante cerró filas en campo propio, y le cedió el balón al equipo de la capital, que a pesar de la gran cantidad de ocasiones que había generado, estaba echando mucho en falta a Cesc Fábregas, que no había podido disputar el encuentro por molestias en los isquiotibiales. Con el paso de pocos minutos, ambos equipos se intercambiaron los papeles, y fue el equipo de segunda, el que tuvo una fase de dominio, en la que no consiguió generar un peligro significativo. En el segundo tiempo del tiempo extra el juego fue realmente trabado y el Norwich terminó cediendo, y defendiéndose ante el conjunto londinense, que lo intentó hasta el final, aunque le faltó mucha claridad en la elaboración, notando excesivamente la baja de Fábregas. Con todo esto el encuentro llegó a la tanda de penaltis, en la que el Chelsea culminó su clasificación.

Foto: Chelsea.
Foto: Chelsea.