El Vicenza siempre ha vivido en la desestabilidad económica, siendo un histórico con más de 100 años, alternó años de bonanza con descensos e incluso con la total y absoluta incógnita de que pasaría con su futuro.

En los 50 llegó a ser un club competitivo, luchó contra clubes más potentes gracias a la inyección económica de Lanerossi, una empresa de lana. El Vicenza pasó a llamarse Lanerrosi VicenzaDurante 20 años se mantuvo en la máxima categoría, en posiciones cómodas, contando con un gran Luis Vinicio, que estableció un record histórico de 25 goles en una temporada, que solo Van Basten pudo batir años más tarde.

En el 75 el club descendió, pero el capital económico de la empresa de lana, fichó a Paolo Rossi, siendo un récord de traspaso en la época. El club ascendió y obtuvo su mejor marca con un subcampeonato, por detrás de la Juve.  Sin embargo, el club bajó varias categorías durante las siguientes campañas por la mala gestión de la plantilla.

No fue hasta mediado de los 80, cuando un jovencísimo Roberto Baggio les impulsó hasta la Serie B y empezó a hacerse conocer en el Calcio. En los 90, recuperó su nombre, llamándose Vicenza Calcio de nuevo y ascendió a la Serie A de la mano de Guidolin.

Lejos queda en Vicenza la temporada 96-97, en la cual el Vicenza lograba una estabilidad en Serie A con una 8ª posición y además se proclamaba campeón de Coppa Italia, al ganar al Napoli 3 a 1 en el global (en aquella época la final era a doble partido), dejando al Milan de Baggio, Weah, Boban y compañia por el camino. Una plantilla con jugadores como Marcelo Otero, cappocannoniere aquella temporada y con Cornacchini, un delantero muy conocido en las divisiones inferiores de Italia por haber sido máximo goleador hasta en 5 ocasiones.

La temporada 98-99 fue la última temporada en la que se pudo ver al Vicenza en la máxima categoría. Tras aquella, varios cambios de dueño, inestabilidad económica, presidentes y jugadores investigados por ganancias falsas y descensos/ascensos entre la Serie B y C, eran su rutina, hasta que el 18 de enero de 2018, se declara en bancarrota.

El club no obstante, y pese a que los jugadores llevan cerca de un año sin cobrar, declarándose en una huelga que les hizo perder su Derby en Coppa ante el Padova, deberán seguir jugando hasta el final de la temporada, ya que el Modena, otro histórico, desapareció en Diciembre, sin campo para jugar, y si el Vicenza también deja el campeonato ahora, no podrá ascender ningún equipo de Serie D, al quedarse con 17. Por ahora, entra en un  concurso de acreedores que decidirá qué ocurre con el club en el futuro.

Un club que ha contado dos balones de oro en sus filas y que lleva años muriendo lentamente parece que ha llegado a su fin.