El Amex Stadium de la ciudad de Brighton recibió a un Chelsea envuelto en una nube de confusión y sequía goleadora, que lo llevó a estar más de 300 minutos sin marcar un gol y que finalizó con el gol de Batshuayi en la victoria por penaltis ante Norwich por FA Cup.
A pesar del tanto del delantero belga ante los Canaries, la previa del partido ante los Seagulls no era de todo alentadora para que esa falta de contundencia del conjunto londinense, ya que su goleador en Premier League, Álvaro Morata (10), y Pedro (4) no fueron de la partida por ver la cartulina roja por FA Cup.
Sin embargo, el Brighton se Chris Hughton aparecía en el horizonte de Chelsea como el rival casi ideal para cortar esa mala suerte -así lo definió Conte en conferencia- de cara al arco, ya que de las últimas doce jornadas sólo consiguió una victoria, siendo el segundo equipo menos goleador (17) en lo que va de la temporada liguera -solo Swansea marcó menos (14)-.
Dos en seis
Las emociones no se hicieron esperar, y justamente fue Chelsea quien se reencontró con el gol. Cuando el reloj marca apenas tres minutos, Hazard sacó a relucir su magia y, tras un enganche dentro del área, sacó un potente remate que batió la portería defendida por Ryan. Como si ese golpe tempranero no fuera suficiente, tres minutos más tardes, y de la mano de una combinación de ensueño entre Hazard, Batshuayi y Willian, el extremo brasilero aumentó la diferencia a dos.
Los dos tantos de Chelsea, que llegaron casi desde los vestidores, hicieron presagiar que la seguía se cortaría con una intensa lluvia de goles -casi con la misma intensidad que presenciaba el clima en Brighton-. Sin embargo, los Seagulls no se dieron por vencidos y comenzaron a tomar vuelo.
Fue el argentino Ezequiel Schelotto quien llevó la bandera de lucha e hizo que el conjunto local se animara a atacar a la defensa que menos goles (16) recibió en toda la Premier -comparte lugar con Manchester United-. Tal fue el envión del lateral argentino que fue protagonista de dos acciones muy polémicas, en las que el árbitro Jonathan Moss privó a Brighton de dos penaltis.
El primero, el más claro de los dos, llegó tras una salida poco clara de Caballero, en la que el portero argentino, en el intento de evitar el remate o avance de Schelotto, terminó derribándolo. El segundo arribó en una jugada en la que Bakayoko, en búsqueda de hacerse con el balón, cruzo con sus piernas la corrida del lateral de los Seagulls, que terminó revolcándose en el área Blue. No obstante, Moss aplicó la ley del 'siga-siga' y no señaló falta en ninguna de ellas.
Un Brighton sin suerte, un Chelsea contundente
El complemento mostró a un Brighton decidido, con la misma actitud de la primera mitad, en la que mereció mejor suerte, algo que a pesar de las ganas y los intentos no logró cambiar. El poste fue el que confirmó que la moneda no caería del lado del local, y le negó el descuento de los Seagulls tras un cabezazo de Davy Pröpper.
Chris Hughton movió el banquillo en búsqueda de respuestas, pero una corrida de Hazard, aprovechando los espacios dejados por la defensa, se encargó de ponerle fin a todo sueño de una posible remontada. El tanto del belga permitió que Antonio Conte realizara sustituciones pensando en el choque de vuelta ante Arsenal por las semifinales de la Carabao Cup, sin embargo, entre ellas no se encontró el debut de Ross Barkley, quien en la previa parecía ser un cambio cantado.
Ya a falta de un minuto para el pitido final, Victor Moses anotó el cuarto tanto de Chelsea, quien sumó de a tres por primera vez en lo que va de este 2018 y alcanzó, de manera provisoria, la linea de Manchester United con 50 puntos. Sin embargo, más allá de la victoria, el conjunto de Conte abandonó el Amex Stadium con mejores sensaciones que con las que llegó, porque a la sequía se la corta con lluvia, y Chelsea lo hizo con una lluvia de goles.
