El Tottenham llegaba al encuentro en una buena dinámica tras haber rescatado un empate sobre la bocina en Anfield que le mantiene vivo en la pelea por la Champions, y después de derrotar al Manchester United en casa. Mientras que el conjunto visitante venía de cosechar dos derrotas consecutivas en la League 2, desde que jugase ante el Tottenham en su estadio.

Dominio spur de menos a más

El encuentro comenzó con un clarísimo dominio del conjunto londinense, que monopolizaba la posesión del balón, instalado permanentemente en campo contrario, ante un rival que había salido a aguantar el empate a cero el mayor tiempo posible, y que durante más de media hora no fue capaz de salir de su área con la pelota controlada, bien sea por la presión local que estaba embotellando a su oponente, y por su falta de ambición en ataque, pues la mayor parte de las veces estaba sacando el esférico en largo, y ante su escasa presencia ofensiva, estaba siendo incapaz de encontrar a sus escasos efectivos en ataque.

El 1-0 llegó por medio de Butler, que empujó contra su propia portería un centro de Sissoko desde la banda derecha. Posteriormente, Lamela aumentó su ventaja en el marcador, tras una gran jugada colectiva, en la que batió a placer al guardameta rival en el mano a mano, tras varios minutos intensos del equipo de Pochettino en ataque.

Control del conjunto local con ocasiones a cuentagotas

El segundo tiempo comenzó con un ritmo más bajo de intensidad, y con el mismo dominio del conjunto londinense que viendo el partido bastante encarrilado no se quería desgastar más, pues estaba jugando con jugadores habituales, y la avalancha de partidos que están atravesando los equipos ingleses, estaba siendo devastadora, y por ello, se estaba dedicando mayoritariamente a circular el balón de un lado a otro con bastante lentitud, alejados de su área, ante un rival que tampoco estaba manteniendo la misma intensidad en defensa, ni la agresividad del primer tiempo a la hora de perseguir contrarios. Con el paso de los minutos, el técnico argentino del Tottenham se decidió a hacer rotaciones y a dar descanso a los titulares del día de hoy, mientras que las ocasiones de gol, fruto del aprovechamiento de los espacios que estaba dejando el equipo visitante en defensa. 

Posteriormente, la dinámica de juego no varió lo más mínimo, el cuadro local siguió dominando con la misma constancia y jerarquía futbolística. Instalado en el último tercio de campo, estábamos asistiendo a una de las versiones más exhibicionistas de los spurs de la mano de un Dele Alli que había salido con media hora por delante, especialmente liberado por las circunstancias, y que había dejado algunas muestras de su gran calidad técnica. El partido concluyó con varias llegadas de ambos equipos, en las que el equipo aurinegro gozó de una ocasión bastante clara para recortar distancias por medio de Amond que Vorm taponó acertadamente en su única intervención en todo el encuentro, mientras que el conjunto blanco se dedicó a atacar por banda izquierda, con Alli que se estaba moviendo con total libertad, y con Rose y Walkers-Pieters después doblándole.

Tras este merecido triunfo del conjunto de Premier que en esta ocasión si que ha demostrado su superioridad, como no hizo en el primer duelo en el que se mereció caer eliminado ante un dignísimo Newport que hoy ha salido impresionado a Wembley, y con una mentalidad bastante conservadora, saliendo a aguantar el empate a cero el mayor tiempo posible, sin ninguna aspiración en ataque, lo cual le facilitó mucho las cosas al equipo de Pochettino, que monopolizó el balón, y con paciencia acabó creando ocasiones.