Napoli y Leipzig se estrenan en Europa League esta campaña con un sabor agridulce de lo que pudo ser y no fue. Ambos proceden de la fase de grupos de la UEFA Champions League, donde acabaron las seis jornadas como terceros clasificados y se vieron apeados de la máxima competición continental para recalar en una UEFA Europa League que si por algo se caracteriza este año, es por el ato nivel competitivo de sus integrantes.

El conjunto italiano se vio sorprendido por el siempre competitivo Shakhtar Donetsk que acompaña al Manchester City como representantes del grupo F; mientras que los alemanes proceden del grupo G, el más igualado de los ocho, y al que han sobrevivido Beşiktaş y Oporto por ese orden. 

Tras el chasco europeo, llegan a febrero "confiantes" 

Tanto los napolitanos como 'los toros rojos', están rindiendo a buen nivel, cerca de su mejor versión en las últimas fechas, especialmente los primeros. La squadra italiana, se sitúa en lo más alto de la tabla, aventajando a la Juventus por un punto y tras haber vencido sus últimos nueve encuentros ligueros, con algunos rivales de renombre como son Torino, Sampdoria, Atalanta y el pasado domingo a la Lazio, uno de los equipos revelación de Europa al que tuvo que remontar dando una verdadera exhibición de carácter, superación y compenetración casi telepática. Los segundos, han encajado cuatro goles en los últimos seis encuentros, mostrando una notable mejoría en su línea más débil que es la zaga.

Una hermandad unida por un profundo sentimiento azzurri

Lo que mejor está haciendo la squadra dirigida por el maestro Maurizio Sarri en los últimos años es retener a sus estrellas, que están desde el primer día comprometidas con el proyecto. Nadie está por encima del compañero y aún menos del club.

Ese podría ser el lema de un conjunto generoso en el esfuerzo, donde todos trabajan muy duro y lo más importante, siendo un verdadero equipo. El técnico ha sabido encajar las piezas del puzzle de una forma difícil de mejorar, ha pulido el arte de sacar en balón desde atrás como si de un juego se tratase y convirtiéndose probablemente en el equipo que mejor construye desde la zaga junto a nada más y nada menos que el FC Barcelona.

Por si fuera poco, las jugadas de estrategia no son un factor que se pase por alto en San Paolo, y pueden decantar una eliminatoria a raíz de este tipo de acciones. Pero su verdadera especialidad es la de dominar encuentros con un ritmo vertiginoso, donde su óptima forma física e intensidad se lo permite y posibilita potenciar su mayor virtud: la verticalidad con espacios aprovechados por los maestros Insigne, Callejón, Hamšík (que arrastra molestias en la espalda) o Mertens (sancionado para la ida), entre otros.

El único pero que puede hacer dudar a la hora de ver a los locales como favoritos (que lo son), es la posibilidad de no salir con todas sus armas para dosificar a sus mejores futbolistas pensando en llegar frescos a la lucha más reñida de las últimas temporadas por conseguir el Scudetto.

La cautela defensiva y la eficacia al contraataque

En un contexto donde el Napoli buscará llevar el peso del partido, probablemente con el balón en su poder, será vital que los alemanes no cometan errores atrás. La presión que ejerce el cuadro italiano en San Paolo, con la ayuda de sus hinchas conforman una auténtica caldera que empequeñece realmente a los rivales.

Buena prueba de ello es la visita hace justo un año del todopoderoso Real Madrid, que sufrió una parálisis y sudó realmente el enfrentamiento más duro para alzar la Champions hasta que Ramos logró marcar el gol de la tranquilidad y apagar un poco el ambiente infernal napolitano.

Veremos si este hecho no afecta al mejor hombre en las filas del Leipzig, Timo Werner; que ya se ha visto obligado a ausentarse en algún partido por culpa de su intolerancia auditiva a este tipo de escenarios con alta dosis de decibelios. Esta presión se reflejará en el terreno de juego a través de líneas adelantadas por parte de los locales, lo que puede ser una buena noticia si el conjunto entrenado por Ralph Hasenhüttl logra batir líneas de pase y conseguir contraatacar con superioridad numérica en campo rival.

Su centro del campo es ideal por velocidad y físico para realizar esta labor, que será una de las claves del choque. Se perderá por sanción este choque el austriaco Stefan Ilsanker; pero los visitantes cuentan con alternativas, que, por características, son perfectamente capaces de hacer daño en este aspecto como los Naby Keita, Kampl, Augustin, Bruma, y los delanteros Poulsen y el propio Timo Werner, que deberán transformar las pocas ocasiones de las que dispongan. 

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Sobre el autor
Iñaki María Avial
Estudiante de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, redactor de la sección Calcio Vavel, y coordinador y redactor de Holanda Vavel. Por las mañanas, en El Graderío de Inforadio.