Turín, la primera capital italiana moderna, con el río Po fluyendo a través de la ciudad, colinas predominantes y, posiblemente, la ciudad con el paraje natural más hermoso del mundo. Pero hay algo más que caracteriza a Turín, el fútbol.

La Juventus, fundada en 1897, fue el equipo de la ciudad, hasta que en 1906, en la lucha por el Scudetto, empataron a puntos con el Milan. El desempate debía jugarse en campo neutral, pero finalmente, se decidió jugar en Milan, los piamonteses se negaron a jugar tras aquella decisión. La Juve perdió el campeonato y generó un conflicto interno entre los dirigentes. Este hecho fue el que dio vida al Torino, al separarse la dirección del hasta entonces único club turinés. El 3 de diciembre de 1906 este grupo de dirigentes dio vida al Torino Calcio (refundado en 2005 como Torino FC). Eligieron el granate por el Servette Suizo, de donde provienen muchos de sus fundadores.

A raíz de aquello, y pese a que pasaron más de 20 años hasta que se disputó el primer partido oficial entre ambos clubes -fue el 3 de abril de 1927, con victoria Juventina por uno a cero-, a este duelo se le empezó a llamar Derby della Mole, en honor a la figura arquitectónica más importante de Turín.

Años más tarde, y aunque en un principio la Juventus era el equipo de la burguesía y el Torino el equipo del pueblo, con la llegada de los Agnelli a la Juve, la ciudad de Turín recibió una ola de inmigrantes del Sur de Italia por los puestos de trabajo que generaba la FIAT, propiedad de los Agnelli. Así, durante una década, la Juve parecía ser el equipo del nuevo trabajador del Piamonte, mientras que el Torino, quedó anclada a su origen turinés.

El Torino siempre fue un club singular, un club con más sombras que luces y perseguido continuamente por la desgracia. Ya en 1915, yendo segundo en la clasificación por el Scudetto, a dos puntos del líder Genoa y a falta de una jornada para el final, disputándose el último partido contra el primer clasificado, la competición fue suspendida por declararse la Guerra de Austria.

En 1927 y de nuevo con aspiraciones al título, el Torino acabó siendo campeón del título de liga, pero la tragedia le volvía a perseguir y le arrebataron el trofeo por un supuesto soborno de un directivo del Torino a un jugador de la Juventus.

Pero, para hablar de los éxitos del Toro, nos tenemos que remontar a 1940, a la época de Il grande Toro; equipo que consiguió cinco Scudettos consecutivos, récord que solo igualan Juventus e Inter y que estaba llamado a convertirse en el mejor equipo de Europa. Sin embargo, esto se vio frenado por una tragedia aérea cuando venían de Lisboa tras disputar un encuentro amistoso ante el Benfica, que sacudiría a Italia entera, pues la base de la selección Italiana procedía de aquel Torino. El nombre del piloto: Gigi Meroni.

Il grande Torino| Torinofc.it
Il grande Torino| Torinofc.it

Más tarde, en la década de los 60, aparecería un joven bohemio, de nombre Luigi Meroni, el mismo nombre que les había privado de la más absoluta gloria, que volvería a ilusionar a aquel equipo con su fútbol, pero de nuevo la tragedia volvería a sacudir a la institución. La noche del 15 de octubre de 1967 fue atropellado por un joven de 19 años llamado Attilio Romero, un joven aficionado del Torino que le cortaría las alas a la estrella de su equipo acabando con su vida.

Meroni|Gigimeroni.com
Meroni|Gigimeroni.com

Con los años, aquel joven acabó convirtiéndose en un exitoso gerente de la FIAT y el propietario del Torino confió en él para la presidencia del club en el año 2000. Tras un buen inicio, su mala gestión económica le pasó factura y, en 2005, el Torino fue negado a participar en la Serie A tras ascender por deudas con la federación italiana de fútbol. Sin embargo, eso no fue lo peor, ya que también se declaró en quiebra, un año antes de cumplir los 100 años como institución. Attilio Romero esta vez había matado a la institución, al equipo del pueblo. Poco después fue condenado a prisión por malversación de fondos.

Poco después el Torino fue refundado y logró ascender a la Serie A, donde en los últimos años ha disputado incluso la UEFA Europa League y todo parece que va in crescendo.

El domingo se disputa más que un partido, la Juve, el glorioso equipo de Turín, el club con más aficionados de Italia, pero al que la ciudad no le pertenece, se juega el Scudetto, una lucha feroz sin margen de error con el Napoli, en el Olímpico de Turín, ante un Torino en racha, que quiere darle por fin una vuelta a la historia, ganando a la Juve en su feudo, algo que no logran desde 1995. La temporada pasada lograron retrasar el alirón de su eterno rival y ser el primer equipo en puntuar en el Allianz Stadium. Hoy el objetivo es bajarle de los altares en los que siempre han vivido.

Mazzarri ha logrado darle la vuelta a la mala situación que vivían con Mihajlovic, ha recuperado la garra perdida y un contexto de juego favorable para Belotti. La Juve, por su parte, tiene una semana exigente, con además un duelo ante el Tottenham en Champions (2-2). Prueba de fuego para Allegri, que se encontrará con un Torino muy distinto al de Coppa, al que vapulearon sin problemas.