Bernardeschi llegaba a Turín como un futbolista de talento aún por pulir, un joven italiano de los muchos que busca la Juve a nivel nacional, pero que debe esperar su momento. Allegri sabría gestionarlo, ir dándole oportunidades, con su habitual y que tanta controversia genera, política de adaptación de los jóvenes al primer equipo.

Lo cierto es que pese a su indudable calidad, ya demostrada en Florencia, se hacía presente en los minutos con los que ha ido contando, pero Allegri busca más de él, más incidencia en el juego. Berna es un jugador con tendencia a la irregularidad, a rendir con destellos, a tener buenos números a final de año, pero a dejar un sabor agridulce por la poca participación trascendente que tiene en el juego.

La oportunidad de demostrar con regularidad su valía llega a raíz de las lesiones, un escenario vital para él. Allegri le ha ido dando minutos toda la temporada y la sensación no era la de que tenía que demostrar todo su talento en 25 minutos, sino que debe sumar su juego al equipo, y no jugar para él, acoplarse poco a poco al equipo y coger la dinámica competitiva, que un jugador de la Juve debe tener, esa regularidad que te exige todo TOP.

En el actual contexto de bajas, se han apreciado distintos cambios, fruto de la aclimatación que poco a poco y partido a partido, va teniendo, dado que iniciar los encuentros como titular, le ha permitido aprender a leer los distintos contextos que hay dentro de él. Además de sumar su 1 vs 1 desde la banda, acumular rivales, su desborde y sus famosos tiros cruzados desde la frontal, tiene incidencia en el juego, cada día más, empieza a ser importante.

El hecho de que baje a recibir, se asocie, busque último pase o habilite a sus compañeros, dándole continuidad a la jugada, es lo que Allegri buscaba, un hombre que sume al bloque y el mismo bloque, potencia sus virtudes, un jugador que tenga repercusión en el juego y su participación tenga trascendencia él. Bernardeschi, además, empieza a ser decisivo con goles y asistencias, un plus a todo lo anterior. 

Ha demostrado estar a la altura y dispuesto a hacer sacrificios. Ante el Tottenham, Allegri le sitúa en una línea de tres en el centro del campo taponando el juego interior de los ingleses y apoyando además a banda, un esfuerzo físico que el técnico italiano agradece, y es que para jugar en esta Juve, hace falta mucho más que una buena zurda. Allegri ya ha dejado claro que si no rindes, te manda a descansar, independientemente del nombre que luzca en la camiseta.

Ahora, el joven de Carrara, ya sabe lo que es competir en la Juve, y también sabe que si quiere ser importante, no es cosa de un día, esa constancia y esfuerzo debe ser diario e innegociable, en una élite, que no espera a nadie.