80 minutos de asfixiante asedio en Huddersfield no bastaron para que el conjunto local se llevase una victoria. Swans y Terriers acudieron a este encuentro compartiendo puntos en la tabla, y han salido de él de forma semejante. El empate sabe a gloria para los chicos de Carvalhal, y deja disconformes a los de Wagner, que libraron esta justa con un jugador más durante casi todo su transcurso. Un triunfo habría supuesto para ambos una valiosa recompensa, mas el 0-0 final únicamente sirve para mantener a ambos en tesituras similares.

Jordan Ayew, antihéroe del partido

El John Smith's Stadium prometía ser escenario de un intenso y emocionante relato de fútbol, con dos protagonistas de semejante recorrido. Empatados a unidades en la clasificación y con las plazas del abismo en sus talones, Swansea y Huddersfield protagonizaron un encuentro tremendamente desigual, pero que finalmente se cerró con un empate. El evento principal que definió la temática del encuentro, curiosamente, no se hizo demorar en absoluto. Tras una imprudente entrada de Jordan Ayew a Jonathan Hogg en el minuto 10, Michael Oliver, colegiado del encuentro, alzó al aire la tarjeta roja, y condenó a los Swans a jugar con un miembro menos durante el resto de la pugna.

Los Terriers dominaron, pero no anotaron. Los Swans se dejaron dominar, pero no anotar.


Los compases iniciales del primer tiempo fueron protagonizados por algún leve acercamiento de Rajiv van La Parra, y por los saques de esquina ejecutados por Aaron Mooy, además de una gran cantidad de centros que no llegaron a nada ante la fortaleza de la zaga galesa. Tanto Alfie Mawson como el meta polaco Fabianski intervinieron en estos, y los de Wagner apenas gozaron de ocasiones realmente relevantes en estos minutos. La defensa, bien organizada, apenas permitió espacios, y no titubeó a la hora de despejar balones. El Huddersfield tomó por completo las riendas del partido, abarcando un 80% de la posesión del balón, en contraposición a los visitantes, que se implicaron por completo en las labores defensivas. Los Terriers marcaron desde el comienzo el tempo de esta danza con los cisnes, pero las ocasiones de las que dispusieron fueron poco contundentes.

Pasada la media hora, el cuento no cambió demasiado, pero las ocasiones comenzaban a incrementarse. Aaron Mooy, uno de los protagonistas del encuentro, prosiguió con su constante envío de centros al área, llegando a originar la mejor ocasión del partido hasta el momento gracias a uno de ellos. En el minuto 41, Mounié logró contactar con uno de esos envíos de manera certera, aunque el remate salió próximo a la madera superior de la portería rival. También Tom Ince gozó de un lanzamiento de falta momentos antes del descanso, pero no supuso apenas problemas para la portería de los galeses.

Jordan Ayew se lamenta en el momento de su expulsión. || Fuente: Premier League
Jordan Ayew se lamenta en el momento de su expulsión. || Fuente: Premier League

Unos tocaron madera, otros se llevaron un palo

El segundo tiempo prolongó el dominio local hasta los últimos compases, así como la postura defensiva de los visitantes. Gran muestra de ello es que los Swans no lograron un disparo en todo el partido, frente a los 28 con los que finalizó el Huddersfield. Con todo esto, los Terries se envalentonaron y comenzaron a ver con más atino el área y la portería rivales. El primer golpe del segundo round lo asestó Jonathan Hogg con un disparo raso desde lejos en el 50, que salió bastante próximo al larguero derecho.

El Swansea, por su parte, también gozó de una ocasión clara. En un libre directo efectuado por el surcoreano Ki Sung-Yong, encontró desmarcado al holandés Van der Hoorn, que estando sólo ante el meta local dejó pasar el balón en lugar de efectuar un disparo. No obstante, los impactos más certeros fueron dirigidos por el Huddersfield. Mounié, nuevamente, en el minuto 61, dirigió una potente volea desde la frontal del área que Fabianski despejó con la punta de los dedos contra el travesaño. Luego, tras un córner, Hadergjonaj también gozó de una muy buena oportunidad, gracias a un remate desde fuera del área.

Según pasaban los minutos la emoción fue en aumento, y el John Smith's Stadium se volcó con los suyos en el transcurso del asedio, pero los de Carvalhal no flaquearon, y se mantuvieron firmes hasta el último minuto a pesar de su inferioridad numérica. Los centros seguían sin encontrar la cabeza de los delanteros, y las pocas ocasiones que se ocasionaron en los diez últimos minutos fueron bastante tímidas.

Finalmente, el Huddersfield vivió un momento más que agridulce al ver que en el minuto 90 su extremo Tom Ince enviaba un testarazo contra la madera de un Fabianski completamente vendido, fallando de este modo lo que habría supuesto una recompensa a la paciencia y un triunfo para los de casa. Después de una segunda parte en la que el palo detuvo dos ocasiones de gol, los jugadores se sintieron gafados, y el resultado se quedó a gafas: 0-0 en el luminsoso.

Carlos Carvalhal celebra con los suyos el punto obtenido en Huddersfield. || Fuente: Premier League.
Carlos Carvalhal celebra con los suyos el punto obtenido en Huddersfield. || Fuente: Premier League.

De esta forma, Carlos Carvalhal sigue invicto como técnico ante los Terries, no habiendo perdido contra ellos nunca ni con el Sheffield Wednesday, ni con el Swansea. Este resultado además mantiene la racha positiva de los Swans, esta vez, con mucho esfuerzo y con la suerte de su parte. Los de David Wagner sacan en positivo un único punto de un duelo en el que las circunstancias y el juego les favorecieron, pero no el buen hacer defensivo del rival. Por el contrario, ambas escuadras seguirán esta semana próximas al descenso, a la expectativa de lo que logren obtener de sus encuentros los equipos restantes del farolillo rojo.