La proximidad del Mundial de Rusia hizo que muchos jugadores, que no contaban con los minutos necesarios en sus equipos, emigraran hacia otros destinos en busca de tener más participación y poder ganarse un lugar en su Selección Nacional. Es el caso de Olivier Giroud, quien sabe que tiene mucha competencia en el puesto de delantero central de Francia, la cual no podía ganar ocupando un asiento del banquillo de suplentes del Arsenal.

Por recomendación de Didier Deschamps, entrenador de Francia, Giroud abandonó el Emirates Stadium y se marchó a Stamford Bridge, donde lo recibieron con los brazos abiertos, esperando que pudiera convertirse en el delantero goleador que tanto necesitaban, luego de que Álvaro Morata no cumpliera con las expectativas. Sin embargo, el francés corrió la misma suerte que el español y es habitual verlos a ambos en el banquillo.

Ahora fue el propio Giroud quien reconoció que debería anotar más goles si quiere ser titular: “Tienes que ser demandante contigo mismo. Si firmé con Chelsea es para tener un nuevo desafío. Cuando fichas así en enero, nunca es fácil porque tienes que aclimatarte al equipo, pero yo realmente quería estar listo en el preciso momento que llegué, lo cual fue un poco paradójico”.

“Estoy feliz con mi adaptación”, admitió. “La bienvenida fue buena, al igual que la relación con mis compañeros de equipo dentro del campo. Pude y debería haber anotado más goles. En términos estadísticos, estoy muy comprometido con esto, me he atascado en un gol y tres asistencias en cinco partidos, estoy seguro de que no es suficiente”.

Sin embargo, el delantero rescató algunas cosas positivas: “En cualquier caso, el contenido de mis partidos es muy alentador, la relación que tengo con los jugadores ofensivos, ya sea Willian, Pedro o Eden Hazard. Grandes leyendas del fútbol, como Robert Pires, quien es un amigo, Freddie Ljungberg o incluso viejos jugadores del Chelsea, me dijeron que el estilo de juego del Chelsea me quedaría bien porque ellos siempre juegan con un delantero en el frente”.

El equipo de Antonio Conte regresará a la acción el próximo domingo 1 de abril, cuando reciban en Stamford Bridge a uno de sus rivales de Londres, Tottenham Hotspur.