Dos selecciones de renombre en Europa y un estadio bautizado como Johan Cruijff, ya se sabe, leyenda del fútbol holandés. El partido, aunque amistoso, prometía ser uno de esos a los que los ojos de los aficionados al deporte rey regalan su atención. Relegados a un segundo plano en los últimos tiempos, más incluso con Holanda fuera del Mundial por primera vez en 36 años, ambos combinados se presentaron al choque con intenciones bien diferentes. Los locales, queriendo demostrar que si no acuden a la cita mundialista no es por tener un mal equipo. Los visitantes, presentando su candidatura para Rusia ante uno de los grandes de Europa.

Ni ingleses ni holandeses lograron convencer a los hinchas presentes en las gradas. Tampoco a quien viera el partido desde casa. Pero si alguien se salvó de la quema fue obviamente quien ganó el partido, Inglaterra. Los leones no jugaron un mal encuentro pero lo cierto es que la actuación de este viernes no es suficiente para pelear por el trono mundial del fútbol. Dominaron el juego y defendieron bien casi desde del principio, pero arriba mostraron una incapacidad para crear peligro alarmante. De justicia es mencionar que hoy la estrella de este equipo, Harry Kane, no estaba sobre el verde. Pero ello no puede ser una excusa ni para Southgate ni para el fútbol inglés en general.

Holanda, por su parte, dio comienzo esta noche a una nueva etapa, una en la que necesita primero un periodo de transición y después volver a colocarse en la élite del balompié, donde casi siempre ha estado. Ronald Koeman se sentó por primera vez en el banquillo, delegó en Depay las tareas ofensivas y en van Dijk las defensivas, y vio cómo Inglaterra rompía sus esquemas una y otra vez. Se notó que a esta nueva naranja mecánica todavía le quedan unos meses de rodaje pare empezar a engranar todas sus piezas.

Los primeros 45 minutos, un castigo para el aficionado

Así, con un equipo dominando el juego y otro esperando atrás a verlas venir, transcurrieron los primeros 45 largos y aburridos minutos . Los porteros -que por cierto no fueron ni Hart en Inglaterra ni Cillesen en Holanda- de ambos equipos fueron meros espectadores de la pésima actuación que sus compañeros estaban ejecutando sobre el verde. Un centro de Van Aanholt que acabó con Promes controlando dentro del área pero sin posibilidad de rematar y un cabezazo de Henderson tras un saque de falta lateral que no encontró los tres palos, fueron las dos únicas ocasiones de gol en una primera mitad que no pasará a la historia por ser la más emocionante.

Tras el paso por el vestuario las cosas mejoraron notablemente. Se podía notar que la tensión, el ritmo y las ganas de animar a unos fans hastiados de aburrimiento y frío, habían hecho acto de presencia en Ámsterdam por primera vez desde el pitido inicial del trencilla. Sin Harry Kane no hay gol, ya pensaban muchos. Todos menos Lingard, que se disfrazó de héroe como viene haciendo con el Manchester United durante la temporada. Jesse supo encontrar el momento justo y oportuno para aparecer donde nadie le espera, para colocar el balón donde nadie, ni el portero, puede alcanzarlo. También, para anotar su primer tanto con la elástica de la selección absoluta. Zoet se estiró todo lo que pudo pero no fue suficiente para evitar el gol visitante.

Inglaterra celebra el gol de la victoria ante Holanda, a quien no ganaban desde hace 22 años. Foto: @England
Inglaterra celebra el gol de la victoria ante Holanda, a quien no ganaban desde hace 22 años. Foto: @England

En el puesto por la titularidad que se van a jugar Rashford y el propio Lingard en esa banda izquierda -en la derecha estará Sterling y como referencia arriba Kane- de cara al Mundial, hoy Jesse ha ganado la partida. Rashford no estuvo mal, estuvo activo y provocó un posible penalti que Gil Manzano obvió, pero Inglaterra ganó gracias a Lingard. Las cosas como son. En esa pelea también estará Delle Alli, que salió en la segunda mitad y, como siempre, dejó destellos de su indudable calidad.

Holanda hizo aguas en ataque

Con todo, y al poco de que los ingleses desequilibraran la balanza en el marcador, Holanda despertó. O eso pareció al menos. Un remate de espuela de Bas Dost desde dentro del área bien pudo significar el empate, pero el delantero del Sporting de Portugal no supo ajustar a un lado y Pickford atrapó sin problemas. Fue de las pocas que tuvo la selección holandesa en todo el partido. Algún disparo que otro desde fuera del área potente pero centrado y alguna incursión de Depay por banda que acababa en centro sin rematador. Poco más. Nada más.

Los seleccionadores, sobre todo Southgate, aprovecharon para hacer cambios y probar cosas de cara al futuro, en el caso del inglés de cara al futuro más cercano, que es el Mundial. Este es el último parón de selecciones antes de la cita en Rusia y lo lógico es que la lista de junio para los dos amistosos antes de enfrentarse a Nigeria en la fase de grupos, sea la definitiva. En el caso de Koeman, el holandés seguro que ha podido sacar muchas conclusiones de la derrota de hoy y seguro que, desde ya, empieza a trabajar para mejorar todo lo posible y ahorrarle la pena de no estar entre los mejores otra vez  -en lo que a fútbol se refiere- a un país acostumbrado a lo más alto.