El OPEL Arena del Mainz fue testigo del último partido de la fecha 28 de la apasionante Bundesliga 2017-2018, entre el local, el Mainz 05 y el Borussia Mönchengladbach. Los locales enfrentaban el partido sabiendo que sus rivales por no descender, el Wolfsburg, habían sacado un empate de visita ante el Hertha Berlín, y, por tanto, necesitaban puntuar para no despegarse en la aguerrida carrera. Mientras que la visita llegó con una oportunidad inmejorable, pues de ganar ante el decimosexto de la clasificación, se podía montar en la octava posición y acercase a los añorados puestos europeos.
Así, con todas sus armas listas para el arduo combate, salieron ambos equipos al verde césped de Maguncia. Y la primera chance no se haría espera demasiado. En el minuto 10, el Borussia se acercó con peligro al área del Mainz, y, a través de un remate de media distancia, Raffael intentó desequilibrar el marcador en favor de la visita. No obstante, su remate se fue desviado.
A partir de ahí, el partido tomó un rumbo inesperado teniendo en cuenta el inicio que había tenido. Ambos equipos entraron en una fase en la que la imprecisión de sus jugadores y la dificultad para penetrar a defensa rival, eran los denominadores más comunes. Hasta el minuto 25, la posesión fue del Mönchengladbach, que manejaba el esférico pero le costaba ser profundo; por su parte, el Mainz replegaba sus hombres y ante la recuperación buscaba adelantar líneas y acorralar a su rival, aunque esto no le dio mayor resultado.
Los locales ofrecían pocas variantes de ataque, pues sus dos recursos más utilizados— el centro al área y los arrancones individuales— eran muy poco efectivos. Sin embargo, los últimos 15 minutos del encuentro mostraron que los locales tenían la intención de adueñarse del partido y quedarse con los tres puntos en disputa, mientras que la visita se mostró poco interesada por hacer mayor cosa por el partido.
La primera parte del encuentro tuvo muy pocas chances. Tanto así, que dos remates bastante pobres de Stindl en el 38 y de Ӧztunali en el 41, fue lo único rescatable en materia de oportunidades en una primera mitad que terminaba con mayor ritmo.
El segundo tiempo inicio prometiendo. El ritmo era más alto que el que tuvo todo el primer tiempo, y la intensidad con la que jugaba el Mainz era sorprendente teniendo en cuenta lo visto en los 45´ previos. El conjunto dirigido por Schwarz salió a disputar el encuentro demostrando que su objetivo eran los tres puntos.
La primera ocasión llegó, a penas, a los 3 minutos del inicio del segundo tiempo, cuando los locales presionaron la salida del Mönchengladbach y recuperaron el balón en el terreno visitante. Abrieron el balón por la banda izquierda de su ataque donde estaba De Blasis, el más insistente y peligroso del partido. El argentino tomó el esférico y remató cruzado de zurda, solo para que el portero Sommer atajara su tiro y despejara el peligro.
En el minuto 55, el Mainz volvió a avisar. Un remate de tiro libre de Gbamin fue controlado, nuevamente, por el portero suizo del Borussia. Los locales eran mucho más que su rival, sin embargo, su defensa no era demasiado sólida y, por lo tanto, el Borussia podía acercarse fácilmente a las inmediaciones del portero Adler.
La chance más clara del encuentro llegó en el minuto 65 y, por supuesto, fue para los locales. Un tiro de esquina cobrado desde la izquierda del ataque del Mainz, fue excelentemente dirigido para el delantero Berggreen. El danés de 24 años luchó para ganar la posición dentro de área y cabeceo con potencia hacia el pórtico. Haciendo uso de su gran posicionamiento, Sommer logró manotear el esférico y enviarlo hacia arriba, el balón recorrió una trayectoria que lo llevó a estrellarse contra el horizontal y caer precipitado hacia la línea de gol. De nuevo, muy atento, el portero suizo reacciono y agarró la redonda antes de que rebotara con destino de gol y, así, evitó la caída de su arco de manera espectacular.
Desde los 70 minutos y hasta el final del encuentro, el Borussia Mönchengladbach mejoró considerablemente y se volvió a adueñar del control del balón. En el 72, el belga Hazard realizó una peligrosa jugada individual, pero el achique de Adler fue muy bueno. El rebote de esa jugada que ocurría dentro del área del Mainz, quedo en los pies de Stindl. El internacional alemán remató de derecha, pero, otra vez, apareció el arquero Adler para atajar y enviar el balón al córner.
Los técnicos empezaron a realizar cambios y a buscar maneras para poder llevarse el partido. No obstante, esto le corto bastante ritmo al partido, el cual solo tendría una chance más antes del final. La oportunidad llegó en los minutos de adición, cuando, tras un rebote, el extremo del Mönchengladbach, Herrmann, soltó un remate potente hacia el pórtico de los locales. Tal y como había pasado en la chance anterior, el portero Adler estaba muy atento y atajó el tiro del alemán, dando fin a las situaciones de peligro del partido.
Con el 0-0 final, ambos equipos perdieron una chance de oro para poder acercarse a cumplir su objetivo principal, salvarse del descenso y clasificarse a Europa respectivamente. La repartición de puntos de ambos equipos, dejó al Mainz en la casilla 16, empatado nuevamente en punto con el decimoquinto, el Wolfsburg. A pesar de ello, los de Maguncia tienen la oportunidad de alejarse de los puestos de descenso directo en la siguiente ornada, pues se enfrentan al penúltimo de la tabla, el Köln. Por su parte, el Mönchengladbach quedó ubicado en la posición número nueve, a ocho puntos del sexto lugar ocupado por el Eintracht Frankfurt, y un punto por encima del Hertha Berlín, su próximo rival.