El Lyon necesitaba ganar como fuera después de que el Olympique de Marsella hiciera los deberes ante el Dijon. El cuadro visitante también se jugaba mucho, ya que está rondando los puestos de descenso. Ambos equipos llegaban a la cita con bajas; en el OL destacar las de Nabil Fekir o Mariano, mientras que en el Toulouse no han viajado Delort o Yago entre otros.

El ambiente en el Groupama Stadium era de partido importante, la hinchada local sabía cuánto se jugaba su equipo, porque a pesar de que no era un encuentro contra un rival directo, sí que era vital para no perder sus opciones de jugar la próxima edición de la UEFA Champions League.

Un Lyon autoritario

El encuentro comenzó de una forma bastante esperada. El conjunto local intentando ser el dominador del partido y el Toulouse replegado e intentando aprovechar algún contrataque o error del Lyon.

El cuadro dirigido por Bruno Genesio empezó bien, atacando y creando bastante peligro. En el primer cuarto de hora probaron fortuna Ndombele, y Aouar en varias ocasiones, pero sus disparos fueron repelidos o se marcharon por poco.

El Lyon lo siguió intentando y en el minuto 22 llegó el primer gol del partido. Aouar se la deja en la frontal a Memphis Deepay y el holandés dispara al palo largo para batir a Lafont. Se lo merecían los locales y ese gol hacía justicia a lo vivido hasta el momento en el encuentro.

El partido siguió la misma tónica, dominaban los locales y el cuadro visitante apenas lograba inquietar la meta del guardameta luso Anthony Lopes. El juego se tuvo que detener en varias ocasiones por lesiones de jugadores.

Primero fue Jullien quien abandonaría el campo para dar entrada a Fortes, y luego sería Cornet el que tendría que dejar su lugar a Maolida. Un cambio por parte de cada equipo en la primera mitad, algo no muy frecuente y que provocó que perdiera algo de ritmo el encuentro.

Cuando el primer periodo estaba llegando a su final, Sangaré derribaría dentro del área a Ndombele y el colegiado iba a señalar penalti. La pena máxima la iba a lanzar Depay, quien conseguiría de esta forma anotar su segundo tanto del partido y prácticamente sentenciar el encuentro antes del descanso.

Más control que juego

La segunda mitad estuvo condicionada por el marcador de la primera. Estaba claro que levantar un 2-0 en el Groupama Stadium contra un Lyon que se jugaba tanto no iba a ser una tarea fácil. Sin embargo, el Toulouse salió algo mejor que en el primer tiempo, seguramente también porque el Lyon jugaba con el resultado en mente y sin querer arriesgar.

Los visitantes dieron un paso adelante y a diferencia del primer periodo, donde estuvieron bastante ausentes, en este segundo dieron guerra y buscaron recortar distancias. Así lo corroboran las estadísticas y es que, en los segundos 45 minutos, dispararon incluso más que el Lyon.

El encuentro continuó con este guión, un partido más roto y con ocasiones en ambas porterías. El conjunto de Mickael Debeve buscaba ese gol que les metiera en el partido y poder complicarle las cosas al OL, y para eso dio entrada en el campo primero a Mubele y luego a Toivonen, que entraron por Jean e Imbula. Aun así, el conjunto local continuó aguantando y para tener más control, Bruno Genesio metió en el terreno de juego a Ferri y Gouiri.

Finalmente, el marcador no se movió y el Olympique de Lyon consiguió que se quedaran los tres puntos en casa. Una victoria que les permite seguir la estela del Marsella y no descolgarse de la lucha por la tercera plaza. El Toulouse, en cambio, deberá seguir luchando por no caer en posiciones de descenso, de las que ahora mismo solo le separan dos puntos.