Día de regreso de las competiciones continentales. Aquellas en el que el estado emocional de los futbolistas se transforma a niveles superiores. Pasados los platos de los duelos europeos, tocaba degustar el postre que se disputaría al otro lado del charco. El primero de ellos que abriría fuego a esta ida de semifinales fue en el BMO Field de Toronto. Bajo una fría climatología canadiense, recibían los Reds al Club América, el equipo más laureado de la CONCACAF.

El BMO Field momentos antes del inicio del partido. / Foto: @MLS

El BMO Field momentos antes del inicio del partido. / Foto: @MLS

Los de Greg Vanney querían seguir haciendo historia. Añadir un cuarto título tras el magnífico trébol que lograron en 2017. Para ello, el técnico estadounidense puso en liza el mejor once que pudo (Mavinga y Morrow eran baja por lesión, además de las molestias de Víctor Vázquez). De nuevo el 3-5-2 que tan buenos resultados le dio. Ante esas ausencias, Van der Wiel se situaba como tercer central, algo que ya hizo el fin de semana pasado en MLS, con Auro en el carril diestro. Mientras, en la izquierda estaría Morgan, jugando su tercer encuentro este curso, inédito en sus anteriores campañas con Toronto.

Mientras que en el bando mexicano, Miguel Herrera sí que introducía dos novedades con respecto a su XI de gala. Renato Ibarra y Henry Martin se quedaban fuera en detrimento de Vargas y William. Eso sí, no faltaría la pólvora de la mano de los hombres más peligrosos como Uribe, Domínguez, Ibargüen u Oribe Peralta. Querían evitar ser la nueva víctima de una franquicia 'MLSesera' en el particular duelo que mantienen entre ambas ligas.

Un 'toma y daca' con los Reds mandando

El inicio para los locales fue inmejorable. Penalti a los ocho minutos de Álvarez sobre Giovinco, algo polémico, que el propio italiano se encargó de transformar engañando a Marchesín en la ejecución. Ejercicio de 'superación por parte de la 'hormiga atómica', quien erró precisamente una pena máxima ante Real Salt Lake días atrás. No obstante, a punto estuvo de ser expulsado perdiendo los papeles en un balón dividido con Guido Rodríguez, soltando un patadón al centrocampista del América cuando este se encontraba en el suelo.

Pero la igualada no tardó en llegar. Ibargüen se plantó en el balcón del área con una meta: la portería. Se deshizo previamente de hasta tres jugadores, Bradley en dos ocasiones, para, a la postre, soltar un zapatazo y poner el 1-1 en el marcador, batiendo a Bono. Sería el mismo protagonista quien gozó de otra ocasión clara para ponerles por delante, rompiendo dos veces a Zavaleta con el amago de chut, pero su disparo final salió demasiado cruzado.

Y al filo del descanso, Toronto quiso decir una palabra más, la del gol. Los Reds montaron un contraatque. Giovinco filtró un balón a Altidore, quien ya miraba de reojo a Marchesín desde la lejanía. En su cabalgada sorteó un zaguero del América orientando el cuero hacia fuera para, después, mandar un directo a la mandíbula de los mexicanos con el disparo al palo largo y la segunda diana. 2-1 y estallido de júbilo en las gradas del BMO. Tanto para devolverles el liderazgo en el marcador al filo del descanso.

Mismo guion en el BMO Field

La segunda mitad siguió con la misma tónica de la primera. Dominio aplastante de Toronto, llegando con suma facilidad al área mexicana. Y en una de esas jugadas colectivas llegó el tercero. Delgado abrió el carril para que Auro centrase al segundo palo y apareciese llegando desde atrás, cual tren de mercancías, Morgan. Un jugador que apenas sumaba 17 partidos estos tres últimos años en la capital de Ontario, ponía el 3-1 a favor de los Reds.

Los jugadores de Toronto celebran el tanto de Morgan. / Foto: @torontofc

Los jugadores de Toronto celebran el tanto de Morgan. / Foto: @torontofc

Y a cinco minutos del final, Bono salvó un importante mano a mano frente a Henry Martin, evitando el segundo tanto de América. De este modo, se llegó al término de los 90' minutos de la ida de semifinales. Toronto consiguió sacar un muy buen resultado ante el gigante del continente. Tendrá que defenderlo en una semana en el Estadio Azteca.