Estamos a principios de abril, y eso significa que todo superviviente en “la competición del peligro”, más conocida como UEFA Europa League, son equipos serios y muy a tener en cuenta de cara al título. El Salzburg no es uno de los habituales en esta competición, pero el dinero de la marca Red Bull, y las horas y horas de entrenamiento del equipo austriaco más trabajado empieza a dar sus frutos. Además de ser líderes hegemónicos en la típica Bundesliga austriaca, vienen de ganar al Olympique de Marsella en fase de grupos y de completar varias hazañas importantes, habiendo dejado por el camino a equipos de la talla de Real Sociedad y Borussia Dortmund en rondas eliminatorias. Si hace tres años el Dnipro fue capaz de colarse en la final de esta misma competición, porque no pensar que el Salzburg también lo puede lograr.
Por su parte, la Società Sportiva Lazio se presenta en los octavos de final tras haber remontado y doblegado al FCSB (más conocido como Steaua) en dieciseisavos; y al Dynamo de Kiev en octavos. En la Serie A, el equipo está compitiendo de tú a tú contra los rivales y en estos momentos se sitúa en tercera posición, siendo el conjunto más goleador de su liga con 75 dianas a su favor. Sin lugar a equívoco, se puede afirmar que estamos ante un duelo que enfrentará al equipo revelación de la Europa League frente a uno de los equipos que más partido está sacando a su plantilla.
Una ida que enfrentó al empuje lazial frente al veneno de los die bullen
El partido de ida, disputado en el Olímpico de Roma, no defraudó al espectador. Tras numerosas oleadas ofensivas por parte de ambos equipos, el marcador final fue de 4-2 favorable al conjunto italiano. Senad Lulić adelantó al cuadro romano, y Valon Berisha puso el empate con el que nos iríamos al descanso, este desde el punto de penalti. Tras la reanudación, Parolo se inventó una genialidad para poner de nuevo por delante a la Lazio, pero Minamino, prácticamente en la primera pelota que tocó devolvió las tablas al marcador. Y en ese momento, cuando el marcador era injusto con los locales, salió Felipe Anderson para poner el tercer gol de su equipo y contribuir a que el goleador Ciro Immobile sentenciase el partido con el 4-2, pero no la eliminatoria, donde aún queda mucha tela que cortar.
La Lazio fue quien llevó el peso del partido en la mayor parte del tiempo, y generó un mayor número de llegadas con peligro que el Salzburg; sin embargo, el marcador señala que el cuadro austriaco tiene veneno en ataque. De cuatro remates a puerta, dos fueron al fondo de las mallas, demostrando que son un equipo efectivo en ataque al que no conviene dejar espacios.
Luchando por culminar con un título un proyecto joven de extrema riqueza futbolística
Los locales llegan con la importante baja de Diadie Samassékou, uno de los jugadores que vela por el equilibrio del Salzburg y que se perderá el choque por sanción. El mediocentro que formó el doble pivote junto con Schlager en la ida no estuvo acertado, pero sin duda que es una baja sensible. Su sustituto parece que será Haidara, quien en la ida jugó en banda derecha y es un futbolista de tremendo recorrido e intensidad. Con ello, y para terminar de conformar un “11” de mayores cualidades en ataque, el hombre que ocuparía la posición de extremo derecho sería el japonés Minamino, que nada más ingresar al terreno de juego demostró ser un jugador escurridizo y con gran uno contra uno gracias a su agilidad, que puede ser un factor diferencial para jugar frente a la Lazio. El planteamiento se antoja muy ofensivo por parte del equipo de Sazlburgo, por lo que su tateral derecho Lainer, deberá medir muy bien cuando subir y cuando no. Es uno de los hombres menos idolatrados, pero su importancia en tareas ofensivas es tramenda. Su potencia, buenos centros laterales y búsqueda de la línea de fondo para dibujar el último pase, le convierten en uno de los grandes hallazgos de la competición.
Por último, en punta parece claro que Marco Rose apostará por una dupla con buenas cifras goleadoras y que se complementa de lujo. La lucha e ímpetu Munas Dabbur, y el “9” que ataca la espalda de los defensas Hwang Hee-Chan, sancionado en el partido de ida, serían los encargados de dejar su huella en forma de goles, completando así una hazaña histórica para el Salzburg y para todo el fútbol austriaco.
Inzaghi con toda la plantilla unida por la causa
El cuadro biancocelesti podrá contar con todos sus hombres importantes para el partido de vuelta de estos cuartos de final, aún con la duda de si Parolo está para jugar en los días previos al derby romano. Inzaghi ha declarado en rueda de prensa que no especularán pensando en el choque del domingo ante la Roma, y que de momento sólo piensan en pasar a semis de la Europa League, competición tomada muy en serio este año por la Lazio.
Por tanto, los 11 elegidos que formarán el 3-5-1-1 están bastante claros y solo existe la principal duda en el carril derecho de si será Marušić, que reapareció este fin de semana en la victoria por 1-2 frente al Udinese; o si será Basta, que en la ida completó un gran partido con asistencia incluida en el primer gol, obra de Lulić, el carrilero izquierdo de los azzurri. Y es que esa es una de las principales señas de identidad de la Lazio que dirige Simone Inzaghi, el complemento de sus carrileros en el sistema táctico y el buen entendimiento entre ellos, sobre todo en el aspecto ofensivo.
No es el equipo más regular de la competición, ya se vio que es capaz de perder 1-0 ante el FCSB, y hacer cinco goles en el partido de vuelta. Por ello, y por el nivel del Salzburg es muy osado decir que la eliminatoria está sentenciada. Pero también, es un conjunto que cuenta con futbolistas de la talla del guardameta Strakosha, experto en crecerse y sostener al equipo en los momentos de mayores apuros; o un Lucas Leiva viviendo su segunda juventud futbolística y dando el equilibrio necesario para que Parolo y Milinković-Savić se incorporen al ataque, y que junto con el español Luis Alberto, generen las ocasiones para que Immobile pueda sentenciar la eliminatoria a base de goles.
En el entrenamiento del miércoles, la sesión concluyó con un partido en un campo de espacio reducido en el que jugaron siete contra siete y que puede ser un intento por parte de Inzaghi de preparar un partido de ida y vuelta en el que la regulación del esfuerzo físico y la intención de jugar juntos y en bloque puede ser determinante para ambos equipos en sus intentos por colarse en semifinales de la UEFA Europa League. El técnico del equipo que jugará como local ha hablado en rueda de prensa, centrándose también en este aspecto: "Si queremos pasar, tenemos que neutralizar el juego de transiciones de la Lazio". Pese al tópico de que las segundas partes sean malas, todo está listo para vivir la segunda mitad de una eliminatoria que puede pasar a la historia de la competición como una de las más bonitas, abiertas y apasionantes.
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