Los planes de expandir Old Trafford han estado en la mente de los directivos del Manchester United desde hace años, específicamente la grada Sir Bobby Charlton, lo cual ampliaría la capacidad a más de 80.000 espectadores.

Sin embargo, cualquier tipo de planificación es muy difícil y llevará años de estudio y construcción, ya que justo detrás de esa grada se encuentran una vía de ferrocarril y varios hogares aledaños, por lo que es complicado pensar en demoler todo eso para poder ampliar la misma. Con la Manchester International Freight Terminal a escasos metros, solamente basta cruzar las vías para con las casas de Railway Road, cuyos habitantes no estarán muy seguros acerca de tener un estadio en el patio, sean o no fanáticos del club.

Manchester United tampoco puede optar por un terreno neutral, como Wembley Stadium, tal y como hizo Tottenham durante esta temporada y como hará Chelsea, que también renovará su estadio. Ambos contaron con esa posibilidad por ser de Londres, mientras que los ‘Red Devils’ solo podrían mudarse temporalmente al Etihad Stadium, del Manchester City, algo que no parece muy viable.

Además, la próxima temporada, la capacidad de Old Trafford bajará a 73.300 espectadores para reacomodar un alto número de aficionados que no respetaban la normativa de Premier League. Los costos también serían muy elevados, con aproximadamente 200 millones de libras, un dinero que podría utilizarse mucho mejor para, por ejemplo, armar un equipo a la altura con varios fichajes.

Por último, dependiendo de los cambios que se realicen, desde la directiva tendrán que también armar una estrategia para reacomodar los vestuarios, las cabinas de transmisión, los sectores de prensa y los estudios de televisión. Todos ellos están ubicados en esa misma grada, que es la principal del estadio, por lo que el estadio quedaría prácticamente inutilizable mientras se extiendan las obras, sin poder utilizar, al menos, otra parte del mismo.