Las dudas comienzan a convertirse en certezas para el Manchester United. Tras no poder vencer al peor equipo de la temporada, West Bromwich Albion, ubicado cómodamente en el último lugar de la tabla de esta Premier League, los de José Mourinho le dieron al Manchester City la posibilidad de gritar campeón, luego de haber triunfado sobre el Tottenham Hotspur, en Wembley Stadium.

Sin embargo, la victoria de esta jornada, ante Bournemouth, le permitió al Manchester United dar un paso más hacia el objetivo de ser los segundos, para así clasificar directamente a la próxima edición de la UEFA Champions League, algo con lo que era imposible conformarse a principio de temporada pero que, a estas alturas y ya con los resultados puestos, parece ser la única salvación en la temporada de los de Old Trafford.

Tras una buena inyección de dinero que permitió fichajes como Romelu Lukaku, quien tuvo un muy buen rendimiento individual, el cual justificó su llegada y la inversión que se realizó por él, pero que no pudo aportar en lo colectivo, algo que sí realizó Nemanja Matic, el increíble fichaje que llegó proveniente de Chelsea y aportó un poco de equilibrio en un mediocampo que tenía muy contenido a Paul Pogba.

Justamente, el francés fue el futbolista en el que más fichas se depositaron, incluso armando un sistema de juego que lo abasteciera, con Matic preocupado por la marca, dos extremos y un delantero, todos ubicados a su alrededor, se esperaba que el ex Juventus pudiera mostrar la mejor versión de si mismo, la que lo hizo famoso ser el fichaje más caro hasta el arribó de Neymar al París Saint Germain.

Pese a eso, la temporada de Pogba estuvo marcada por lesiones y muy bajos rendimientos, haciendo que José Mourinho pierda su paciencia con el francés, quitándolo en algunos partidos y ahora dejándolo en la lista de prescindibles de cara al próximo mercado de fichajes. Además, la llegada de Alexis Sánchez le quitó protagonismo al mediocampista, quien emigraría para buscar ser la estrella de otro equipo.

En Old Trafford saben que no se puede tolerar otra temporada de esta clase luego del dinero que han invertido y la calidad de jugadores que poseen, por lo que harán un esfuerzo económico más para cumplir las pretensiones de Mourinho. Se habla de Fred, Jan Vertonghen, incluso de Gareth Bale como jugadores por los que el United desembolsaría una importante suma de dinero para contar con sus servicios.

Pero hasta tanto, la vida sigue en Inglaterra y la Premier League aún no concluye, pese a ya contar con un campeón. Aún restan definir los descensos y las clasificaciones a los certámenes europeos, lucha en la que Manchester United tiene muchos boletos. 

Tras el penoso rendimiento demostrado ante el West Bromwich Albion, Mourinho decidió realizar siete modificaciones en su once inicial, también tomando en cuenta el duelo de semifinales de la FA Cup, el próximo sábado. Desde los primeros minutos, el United se mostró más ambicioso que su rival, con un juego más directo hacia la portería contraria. 

Pero el marcador no se abría, hasta que una combinación entre Ander Herrera y Jesse Lingard terminó por habilitar a Chris Smalling, quien definió para el 1-0. Ya con esa ventaja y los espacios que se le abrieron, el visitante fue en busca de acrecentar el resultado, algo que consiguió gracias a Romelu Lukaku, quien llegó a su 27º tanto desde su llegada al club.

El belga, ex Everton y Chelsea, quedó mano a mano con el guardameta, una situación en la que ha demostrado ser letal durante esta temporada. Sin posibilidad de realizar una heroica remontada, el Bournemouth cayó como local y el Manchester United sumó tres puntos vitales para continuar en su búsqueda de ser segundo y tener su revancha en UEFA Champions League.