Un último paso. Un último empujón es lo que necesitan ambos finalistas para llevarse el tan ansiado título hacia sus vitrinas. La CONCACAF Champions League echa el cierre este miércoles (madrugada del jueves en España) tras una renovación de su formato. Como era de esperar, se vieron favorecidos los dos gigantes de la confederación: la MLS y la Liga MX. Esto ha provocado que en el último duelo hubiese un enésimo enfrentamiento entre equipos de ambas ligas.

No obstante, ya en el primer asalto de esta final hubo sorpresa. Más por el modo -también por el resultado- en el que se dio. Las Chivas consiguieron tomar ventaja de su visita a Toronto con un 1-2 a favor. Es decir, un triunfo que no lograron, ni tan siquiera empataron, sus dos compatriotas que anteriormente pasaron por el infierno "invernal" del BMO Field, como Club América y Tigres UANL. 

A rematar la faena

Dicho esto, las Chivas de Guadalajara rozan con la yema de los dedos su segundo título continental. El primero desde 1962 (el último que levantaron). Eso sí, cayeron al siguiente año en una nueva final, episodio que se repetiría en 2007. Por ello, el conjunto de 'El Rebaño' no quiere dejar una nueva oportunidad para situarse con dos cetros en su haber.

Contando con la presión de ser el principal representante mexicano en el duelo particular que mantienen con las franquicias 'MLSeseras', llegaron a la ciudad de Toronto con la idea de, al menos, sacar un resultado positivo y rematar a los Reds ante los suyos, en el Estadio Akron. Pero no solo fue eso, sino que los de Matías Alemeyda, sin ser dominadores del encuentro, acabaron cosechando un triunfo que les pone pie y medio en el olimpo de los campeones. 

Brizuela y Pizarro celebrando el gol del 0-1. / Foto: chivasdecorazon.com.mx
Brizuela y Pizarro celebrando el gol del 0-1. / Foto: chivasdecorazon.com.mx

No estará siendo su mejor temporada en lo que la Torneo Clausura se refiere. Es más, son penúltimos (17º) con tres derrotas consecutivas en sus registros. Algo que contrasta con la imagen que muestran en los enfrentamientos intersemanales. Ese hambre por el torneo continental les hace transformarse en un equipo completamente diferente. Aguerrido, con garra, duro... Pero si hay una figura que sobre sale por encima del resto no es otra que la de Rodolfo Pizarro. El extremo de 24 años fue un verdadero dolor de cabeza para los Reds, percutiendo cada dos por tres en el entramado defensivo canadiense. Además, fue el autor del primer tanto.

La toma del Akron

Todo lo contrario a las Chivas es lo que sucede en el conjunto de Toronto. Por primera vez en este torneo tendrán que remontar un resultado adverso. Ya que en los anteriores tres eliminatorias llegaron al duelo de vuelta con marcador a favor. Por tanto, habrá que ver cómo manejan estas situaciones los pupilos de Greg Vanney.

Osorio es el máximo goleador del torneo con cuatro goles. Además, ha marcado en todas las eliminatorias

No hay apenas dudas de que los Reds son una de las mejores franquicias (por no decir la mejor) de la historia en la Major League Soccer. Con su marcada impronta del 3-5-2, esquema que resulta inamovible, ha cosechado el histórico triplete en 2017. Y quieren añadirle la guinda al pastel con su primera CONCACAF Champions League. Iban por el buen camino, dejando fuera previamente a Colorado Rapids, Tigres y América. Sin embargo, en la final se han topado con un hueso duro de roer como el cuadro de Guadalajara.

Cierto es que han contado con bajas como las de Mavinga (empezó de titular pero se tuvo que ir de nuevo en el descanso), Morrow o Víctor Vázquez. Tres figuras clave en Toronto, las cuales, no obstante, han sido subsanadas de forma excelente. Zavaleta, Morgan y Osorio han cuajado muy buenas actuaciones. Especialmente el último, quien es el máximo goleador del torneo con cuatro dianas, marcando en todas y cada una de las eliminatorias. Pero para buscar la remontada será de especial importancia que jugadores como Giovinco, Altidore, Bradley o Bono estén más que a la altura.

Osorio tras anotar el 1-1. / Foto: torontofc.ca
Osorio tras anotar el 1-1. / Foto: torontofc.ca

Eso sí, hay un punto en común entre ambos equipos. Ese es el de sus situaciones en la competición doméstica. Al igual que 'El Rebaño', los Reds han apostado todo a The Champions. Esto se refleja en las alineaciones de cada fin de semana, plagadas de no habituales y del segundo equipo. Sin ir más lejos, días atrás fueron vapuleados por Houston Dynamo por un contundente 5-1. Son colistas de la Conferencia Este (y el peor de la MLS) con una sola victoria. 

La ida como único precedente

La primera y única vez que se vieron las caras fue en el encuentro del primer asalto. Y menuda primera ocasión, con un escenario inmejorable como es la final de la CONCACAF Champions League. La sorpresa marcó los primeros minutos -o segundos-, ya que al poco de iniciarse el duelo, Pizarro ya estaba empujando un pase de la muerte de Brizuela ante la 'empanada' local. El frío del BMO Field creció de forma fulgurante con este 0-1 en los canadienses. Todo lo opuesto a los mexicanos, entrados en calor desde el segundo uno.

Poco a poco Toronto fue despertando, haciendo galas de sus mejores jugadas. En una de esas, 'Marky' Delgado se internó desde la banda derecha, filtrando un envío raso al segundo poste, el cual remachó Osorio al fondo de la portería. A raíz de ese tanto, los Red se fueron más arriba, con la línea defensiva prácticamente en el centro del campo, asfixiando a los mexicanos. Las llegadas se sucedían una tras otras.

Pero como es sabido, si en el fútbol perdonas... Lo acabas pagando. Eso le ocurrió a los de Vanney. A falta de veinte minutos del final, Pulido ejecutó una falta lateral, un dardo envenenado que acabó entrando cerca de la escuadra del palo largo -cierto es que Bono pudo hacer algo más-. Así, las Chivas le dieron un pequeño mordisco al trofeo con el 1-2.

Convocatorias

Chivas: por confirmar.

Toronto: por confirmar.

Posibles onces