El clásico de Europa se reeditaba en un Allianz Arena que esperaba ansioso ver tanto talento en un solo encuentro. Múnich no dormía, y Madrid tampoco. Los de Zidane sabían de antemano que un mal paso podría dejar a los merengues con las manos vacías, algo que nadie está acostumbrado a ver. Mientras que, de arrebatarle la alegría a los teutones, el camino hacia una consagración que salve la temporada se allanaría.

No era fácil. La plantilla del Bayern daba miedo. Viejas sensaciones recorrían el cuerpo de los protagonistas. Por un lado gloria, por el otro venganza y ambición. Cada uno con sus cartas, el enfrentamiento más visto desde la historia de la Champions League comenzaba a palpitarse desde Alemania a España. Imperdible.

Sed de tricampeonato

Mientras la Copa del Rey ya tiene dueño y la Liga parece estar en el bolsillo del clásico rival, al Real Madrid le resta por triunfar en la competición más importante de Europa. Ganar la Champions League por tercera vez consecutiva haría olvidar los malos tragos que pasaron los merengues a lo largo de la temporada.

Bajo el lema de ''A por la 13'', fantasmas vestidos de blanco se pronunciaban en el Allianz Arena, liderados por un entrenador tan fantástico como sus épocas de gladiador adentro del césped. Este era un paso importante a dar. Un pequeño empujón hacia lo más alto del fútbol mundial.

Venganza y gloria. Larga vida a Heynckes

Comparar al técnico del Bayern Múnich con un emperador romano no sería raro. Desde que se posicionó en el banquillo de los bávaros cual rey en su balcón, sus jugadores no dejan de triunfar en la arena. Los alemanes aguardaban ansiosos por este encuentro. Bundesliga y DFB-Pokal: en la palma de su mano. Esta es la que le falta para consagrar una magnifica temporada. La orejona.

James, una de las claves del Bayern | Foto: @FCBayernES
James, una de las claves del Bayern | Foto: @FCBayernES

Renombre en todas las líneas, pero con algunos soldados heridos. Con el empuje de miles de fanáticos con banderas en lo alto, los bávaros decían presente en su casa y rugían hambrientos con la ambición de devolverle al Real Madrid lo mismo que, en la temporada pasada, ellos sufrieron.

Bayern: Comienzo positivo y negativo

Un gran equipo alemán saltó al césped para iniciar atacando con mucha potencia y velocidad. Sin ir más lejos, en tan solo el primer minuto de juego, Lewandowski se acercó al área con la gran determinación que lo caracteriza. Carvajal se acercó por detrás para intentar robar el balón y empujó al polaco, quien cayó al césped. El árbitro no pitó. 

En medio de los intentos madrileños, llegó la apertura del marcador

La primera mala para el Bayern llegó. Robben tuvo que salir lesionado por un tirón en el músculo de su pierna izquierda. Los bávaros perdían una de sus armas en ataque. Tras momentos de mucha tensión en el campo del Madrid, fueron los propios merengues quienes reaccionaron y comenzaron a construir. Siempre con la presión alta en ambos lados.

En medio de los intentos madrileños, llegó la apertura del marcador. Con un excelente y soberbio pase de James Rodríguez, Kimmich la tomó, encaró y se metió al área. Engañó a todos con la mirada y remató con potencia para batir a Keylor Navas. La alegría desbordaba en el Allianz Arena. El primer paso del Bayern estaba cumplido.

Los responsables del primer gol, festejando al lado del banderín | Foto: @FCBayernES
Los responsables del primer gol, festejando al lado del banderín | Foto: @FCBayernES

Momentos después, otra lesión. Esta vez fue Boateng, quien se lanzó al ataque por el medio y repentinamente su rostro de concentración cambió a dolor. Se tomó su tobillo. La mirada de Heynckes desde el banquillo lo decía todo: preocupación. 

A partir de allí, todo fue para el Bayern. Utilizando más la banda izquierda liderada por Ribéry y Rafinha, los centros eran lanzados una y otra vez. Los desbordes del francés no lograban ser contenidos por Carvajal y Vázquez. Hasta que, sobre el final del primer tiempo, un intento por parte del Madrid que parecía perdido terminó en un balón para Marcelo, quien remató esquinado, fuerte y al ras del césped. Ulreich se quedó parado en la mitad de la portería, sin entender lo que había sucedido. Los de Zidane se iban al descanso igualando el marcador. 

Contraataque y definición

Asensio y Vázquez: la dupla exitosa de Zidane

El complemento tuvo un inicio más tranquilo pero con la misma superioridad que en el final del primer tiempo. El Bayern era el que lo intentaba más de la cuenta. Isco, quien no tuvo unos buenos 45 minutos, fue remplazado en el descanso por Marco Asensio. El centrocampista que, junto a Lucas Vázquez, forman una dupla exitosa de la era Zidane. 

Ambos fueron los responsables de poner al Real Madrid en ventaja. Mientras eran acechados en su área, los jóvenes merengues se lanzaron en contraataque armando una exquisita pared que derivó, por último, en Marco Asensio. No le quedó más que rematar por encima de Ulreich y festejar con sus compañeros lo logrado. Los españoles daban vuelta el encuentro y estaban cosechando una magnífica victoria de visitantes.

Asensio y su remate para darle la victoria al Madrid | Foto: Real Madrid
Asensio y su remate para darle la victoria al Madrid | Foto: Real Madrid

El conjunto de Zidane se limitó a defender e intentar lo mismo que en el segundo gol. Mientras, el Bayern no se resignó y tomó la lanza con la mirada puesta en la igualdad. No lo consiguió. Keylor Navas siguió demostrando que la portería del Madrid tenía dueño. Ningún ataque fue lo suficientemente eficaz como para batir al costarricense o a la defensa bien plantada. El único problema fue la banda izquierda, en la cual Ribéry hizo lo que quiso durante todo el partido.

Solidez defensiva y eficacia en el conjunto merengue

​El juego culminó con el Bayern construyendo en campo rival. Con un solo gol de diferencia, a los bávaros les resta ir al Bernabéu el próximo martes para devolverle el favor a los dueños de casa. Dos goles son necesarios, y después de lo que pasó con Juventus, no sería una locura pensar en la remontada, aunque limitados por las lesiones musculares que sufrieron dos piezas claves en el armado del equipo.

El triunfo fue mérito de Zidane. Solo le bastó hacer ingresar a una de sus promesas para la tarea de ganar como visitante se cumpla. La solidez defensiva y la eficacia en los contraataques fueron fundamentales. Eso sí, el problema de la banda izquierda será algo a tener en cuenta por el técnico francés.