Atención, dos naves a la deriva en aguas internacionales. Avisen a salvamento marítimo continental. Así podría comenzar la llamada de socorro de estos dos equipos que, sin lugar a dudas, han vivido temporadas mejores. Venidos a menos en un curso que, poco a poco, ha ido derivando hacia la UEFA Europa League, tanto Arsenal como Atlético de Madrid se han venido despidiendo progresivamente de sus distintas competiciones. Mientras que los Gunners pronto se dieron cuenta que la Premier League iba a seguir siendo una utopía un curso más, los colchoneros han dejado de perseguir a un FC Barcelona que se ha hecho con la competición liguera por méritos propios. En las competiciones coperas, tanto las inglesas como las españolas, la dinámica no ha sido muy diferente, pues ambos cayeron con mayor o menor estrépito sin conseguir alzar el trofeo.

Así pues, con la temporada prácticamente sentenciada, ha sonado el reloj. Ha llegado el momento en el que la alarma ha despertado a dos fieras que habrá que ver cómo se comportan a dos pasos de la gran final y a tres de cumplir su objetivo. A Lyon se va por Londres. Para ir a Lyon hay que pasar por Madrid. Los caminos están bien marcados para dos equipos que únicamente querían verse en la gran final del 16 de mayo. Sin embargo, el sorteo, caprichoso como siempre, les ha deparado el gran enfrentamiento una ronda antes.

El individualismo en su máxima potencia contra el poder colectivo. La exquisitez hecha fútbol contra el sacrificio del que trabaja todos los días como un orfebre del deporte rey. La tradición contra la pasión. El proyecto que toca a su fin contra el que puede estar llegando. El entrenador que un día triunfó contra el que lo sigue haciendo cambiando la dinámica de un equipo destinado a perder. En definitiva, el Arsenal contra el Atlético de Madrid. Dos naves a la deriva en aguas internacionales. Atención, avisen a salvamento marítimo continental.

Un deseo de larga duración

Corren tiempos de cambio en Londres y habrá que ver cómo influyen en aficionados y jugadores. La despedida de Wenger, que no por verse llegar ha dejado de sorprender, ha supuesto una auténtica revolución en un club tranquilo como es el Arsenal. Una cara que a todo el mundo le suena dejará de ser relacionada con su proyecto de toda la vida. A buen seguro que el Arsenal puede ser más sin el francés, pero difícilmente Wenger seguirá siendo el mismo sin el Arsenal. Es el hombre que lo ha cambiado todo en el equipo londinense. El último reducto de un fútbol tradicional. Ese que estaba medido por lo que pasaba sobre el terreno de juego. Ese que no venía influenciado por fajos de billetes. Realmente da cierto vértigo pensar hacia dónde va el deporte hoy en día, pero es, curiosamente, Wenger, el que más interiorizado tiene ese camino.

El alsaciano ha dejado innumerables titulares con las cifras astronómicas que han copado las portadas en los últimos años. Ha demostrado que tiene otra forma de pensar. Y ha puesto en marcha, adaptándose lo que su sentimiento le permitía, una pequeña revolución que ha terminado con su legado en la capital británica. Ya no es su momento. Ya no es el aquí para este ahora. Ya no es el entrenador correcto para el Arsenal. De hecho, no lo ha venido siendo, según muchos de sus críticos, desde hace muchos años, pero lo cierto es que siempre ha tomado decisiones pensando en el colectivo.

Wenger tiene su gran debe en Europa

En Europa va a vivir su último gran objetivo. Tiene la oportunidad de cumplir con un sueño que se le escapó ante el Galatasaray en la final de 2000 y ante el Barcelona en la UEFA Champions League de 2005. Por delante tiene al gran favorito, por lo que se espera su último toque a un vestuario que puede hacer de una temporada para el olvido, una memorable. Son ya muchos los meses en los que el Arsenal solo se ha centrado en la Europa League. Mucho el tiempo en el que el torneo continental ha venido copando la agenda Gunner. Ahora ha llegado ese día. Este es el momento de la verdad. Ante el West Ham, al que ganaron por 4-1, se vio las dos caras de este conjunto. Sin ritmo, sin sangre, sin presión, no son nada. Necesitan estar enchufados, sentir el peligro para venirse arriba, jugar como en la segunda parte para ser ellos mismos. Unos segundos cuarenta y cinco minutos en los que lograron cuatro tantos. En los que Lacazette se enchufó de cara a medirse al equipo que un día pudo ser suyo.

Lacazette celebra uno de sus goles ante el West Ham | Fotografía: Arsenal
Lacazette celebra uno de sus goles ante el West Ham | Fotografía: Arsenal

Un torneo bien recibido

Si el Arsenal lleva centrado en la UEFA Europa League desde hace bastantes meses, caso contrario es el de su rival en estas semifinales. El Atlético de Madrid viene de la máxima competición a nivel de clubes y lo cierto es que no ha sido una buena noticia llegar a un torneo que les ha reportado éxitos en los últimos años. Sin embargo, tal y como es la filosofía de Diego Pablo Simeone, a buen seguro que los rojiblancos no van a echar por tierra la oportunidad de volver a conquistar Europa.

Su temporada ha ido por otro sitio. Ha estado enfocada en perseguir al FC Barcelona, algo que han hecho con más mérito que sus rivales directos, un Real Madrid y un Valencia que no consiguieron mantener el ritmo de los azulgranas. Además, en la competición copera, solo el finalista Sevilla logró apearles dejando en evidencia un proyecto que ha demostrado que sin la garra no se sostiene. Es el elemento diferenciador que incluyó el argentino en su llegada y ha sido el pasaporte hacia una de las etapas más gloriosas del conjunto madrileño.

El Atlético de Madrid ha conseguido una victoria en sus últimos cinco partidos

Precisamente, en sus últimos partidos, la garra ha estado en entredicho. Frente a la Real Sociedad cayeron con estrépito encajando tres goles y demostrando ser incapaces de anotar ninguno, algo que se repitió días más tardes ante el Real Betis en el Wanda Metropolitano. Es cierto que Simeone ya pensaba en el Arsenal, pero no conseguir pasar del empate a cero en casa no ha gustado a la parroquia colchonera. Una victoria en sus últimos cinco partidos pone en sobreaviso a un equipo que, sin lugar a dudas, va a rendir como mejor sabe en la UEFA Europa League.

Griezmann ante el Betis | Fotografía: LaLiga
Griezmann ante el Betis | Fotografía: LaLiga

Individualidad frente al colectivo

Muchos elementos son los que se ponen frente a frente en la gran eliminatoria de la Europa League. Por un lado está un Arsenal que, a nivel de individualidades, parece mejor que el Atlético de Madrid. Mientras que los españoles dependen de la eficacia goleadora de Antoine Griezmann y de la calidad en el pase de Koke, los ingleses tienen en sus filas a un mago del balón como Mesut Özil, un filtrador de pases como Jack Wilshere, un aprovechador de espacios como Aaron Ramsey y un killer del área como Alexandre Lacazette. Los nombres tapan el colectivo en el conjunto Gunner, algo positivo y negativo a la vez. Por un lado, un buen día de cualquier de estos artesanos del fútbol puede dar éxitos a su equipo, pero la poca unidad que ha venido demostrando la escuadra dirigida por Wenger ha provocado que, en numerosas ocasiones, la base sobre la que se sustenta la calidad no sea firme.

En un punto diametralmente opuesto está el Atlético de Madrid. Ahí, el equipo está por encima de todo. El club no entiende de nombres propios y no dejan de demostrarlo un día tras otro. Aunque sea Jan Oblak uno de los que acapara más titulares, junto a Antoine Griezmann, lo cierto es que la combinación de unos trabajadores sobre el terreno de juego es lo que le ha dado a este equipo su buen hacer durante los últimos años. No es Godín, es una línea defensiva en la que rinden a partes iguales Savic, Giménez o Lucas. No es Koke, es un centro del campo con futbolistas como Thomas, Gabi o Saúl. No es Griezmann, son delanteros que se reparten los goles como Diego Costa, Kevin Gameiro o Ángel Correa.

Un camino muy dispar

Tanta diferencia o incluso más de la que hay en la forma de entender el fútbol entre ambos conjuntos existe en el camino que han tenido que labrar para llegar a estas semifinales. Mientras que los Gunners han sufrido horrores para poder estar a un paso de la gran cita, los colchoneros han podido disfrutar de experiencias más sencillas. Todo comenzaba en dieciseisavos, etapa en la que los ingleses se medían a un Östersunds que, además de estar fuera de la competición doméstica por tratarse de un conjunto nórdico, era muy inferior a los londinenses. Aun así, y a pesar del 0-3 en la ida, los suecos ganaron en el Emirates 1-2. Por su parte, ante otro conjunto del norte de Europa se medía el Atlético de Madrid. El Copenhague, que pasaba como segundo de su grupo no fue rival para los madrileños, que se impusieron 5-1 en el marcador global.

Koke celebra el gol ante el Sporting de Portugal | Fotografía: LaLiga
Koke celebra el gol ante el Sporting de Portugal | Fotografía: LaLiga

Ya en octavos, la gran prueba de fuego para el Arsenal. Un AC Milan que venía recortando distancias con aquel equipo que un día dominó Europa era su rival. El partido en San Siro es, posiblemente, el mejor del cuadro Gunner a lo largo de toda la temporada, consiguiendo un valioso 0-2 que encarriló una eliminatoria que finiquitarían ante su afición con otra victoria, en esta ocasión por 3-1. Por su parte, el Atlético de Madrid se enfrentaba al otro equipo clasificado de ese grupo F, el Lokomotiv de Moscú. El frío vivido en Rusia fue lo más llamativo de una eliminatoria que se cerró con un total de 8-1 y que sirvió para hacer aún más favorito al conjunto de Simeone.

Por último, en cuartos de final, los rivales fueron más parejos para uno y otro equipo. El CSKA de Moscú, que venía de eliminar al conjunto anfitrión, el Olympique de Lyon, cayó en Londres pero vendió caro el pase a semifinales en Moscú. El 4-1 de la capital británica casi no es suficiente para un conjunto que llegó a ir perdiendo 2-0 en Rusia. Ante el empuje local, los Gunners aprovecharon los espacios para poner la igualada en el marcador. En el Atlético de Madrid hay que destacar un nombre propio, el de Jan Oblak. El guardameta esloveno fue la figura de su equipo salvando el tanto del Sporting de Lisboa en Madrid y la igualada en el marcador global en la capital lusa. Al final, un marcador global de 2-1 fue suficiente para que los colchoneros alcanzaran la semifinal.

En definitiva, cuatro victorias, un empate y una derrota del Arsenal en seis encuentros eliminatorios en los que ha conseguido 15 goles a favor y ha encajado cinco. El Atlético de Madrid posee un triunfo más, cinco, y tan solo una derrota, anotando también 15 tantos y encajando tres. Estadísticas bastante similares entre dos equipos que a buen seguro depararán una gran eliminatoria.

Welbeck anota ante el CSKA de Moscú | Fotografía: Arsenal
Welbeck anota ante el CSKA de Moscú | Fotografía: Arsenal

Árbitro: Clément Turpin (Francia)

Para este compromiso que parece presentarse tenso entre dos equipos que buscan estar en la final, el colegiado designado ha sido Clément Turpin, un árbitro francés de 35 años que, a pesar de su corta edad, ya tiene un gran historial en las competiciones nacionales e internacionales. En cuanto a Francia, hay que destacar que ya lleva diez años en la Ligue 1, máxima categoría del fútbol francés, dirigiendo un total de 178 partidos de los que quince son en la presente temporada. Además, ha estado presente en Europa desde el curso 2010/2011, cuando comenzó en la fase previa de la UEFA Europa League. Este año dirigirá su segundo compromiso en esta segunda competición continental, pero ya ha estado presente en otros cinco de UEFA Champions League.

Clément Turpin ha dirigido dos partidos a cada equipo

Su larga trayectoria como árbitro profesional ha provocado que haya coincidido en dos ocasiones con ambos equipos. Dirigió al Arsenal en 2014 en la UEFA Champions League, mientras que también estuvo presente en el compromiso de octavos de final ante el AC Milan disputado en San Siro. Un empate y una victoria es su balance. En cuanto al cuadro colchonero, destacar lo equilibrado de su estadística, con una victoria y una derrota. El triunfo se produjo ante el Vitoria de Guimaraes, en la ronda de clasificación previa a la UEFA Europa League 2011/2012 que terminaría con el conjunto de Simeone como campeón, mientras que la derrota fue ante el Bayern Münich en la Champions League.

Altas, bajas y posibles alineaciones

Bajas de renombre a las que tendrá que hacer frente Arsène Wenger. El francés no contará con Aubameyang, que no puede jugar esta competición. Tampoco lo hará con Mkhitaryan, lesionado y no recuperado a tiempo, y Elneny que, con un problema en su tobillo, tuvo que abandonar el partido del pasado domingo. Jack Wilshere, Mesut Özil y Petr Cech son las principales dudas. En cuanto a Diego Pablo Simeone, destacar que ha convocado a Diego Costa, que parecía que no iba a llegar a este primer duelo. Así pues, las únicas bajas serán las de los laterales Filipe Luis y Juanfran.

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