Tres nuevos puntos para Toronto FC en un partido al que llegaron con muchas bajas y con un equipo de circunstancias. Desde la primera mitad demostraron una gran superioridad ante un rival que sólo consiguió generar una acción clara de peligro. Con el resultado en contra, el Union se volcó al ataque en la segunda mitad, permitiendo muchos espacios en la defensa que los canadienses aprovecharon para cerrar la primera victoria en mucho tiempo.

Mayor acierto local

Desde que comenzase a rodar el balón sobre el BMO Field, el conjunto local se hizo con el control del mismo y durante los primeros minutos, mantuvo a su rival encerrado en su propio campo. Los visitantes apenas mantenían la posesión del balón y cada recuperación canadiense, se convertía en una llegada al arco por su parte. La más clara fue un disparo de Giovinco a la escuadra  que obligó a Blake a estirarse para sacar el balón.

Tuvieron que pasar poco más de diez minutos para que el Union se presentase en el área de su rival y cuando lo hizo, a punto estuvo de dar la sorpresa. En un saque de esquina, Bedoya remató a gol, pero una milagrosa mano de Bono y el larguero, se interpusieron para sacar el balón fuera de la portería.

Tras esta acción, la presencia del conjunto visitante en ataque fue más continua, siendo ellos los que llevaron el peso del encuentro. Durante unos minutos consiguieron mantener una presión intensa sobre la salida de balón de su rival, consiguiendo varios acercamientos, aunque sin demasiado peligro.

@TorontoFC

En el ecuador de la primera mitad, los canadienses volvieron hacerse con el control de la pelota, lo que originó que las acciones de peligro volviesen y con ellas el primer gol. Toronto encontró un espacio en la defensa rival que aprovechó Hasler para poner un centro a Víctor Vázquez. El centrocampista español sólo tuvo que empujar el esférico al fondo de la red.

La respuesta de Philadelphia Union no se hizo esperar y unos minutos después, Alejandro Bedoya obligó al guardameta a esforzarse con una gran estirada, después del que el mediocentro estadounidense de volea estuviese a punto de empatar el encuentro.

A partir de esa acción, el partido se abrió para ambos equipos, aunque seguían siendo los locales los que creaban las mejores ocasiones de peligro. Sin embargo, ya fuese por la falta de acierto de sus delanteros o por el buen hacer de la defensa, el marcador ya no se movió para ninguno de los dos equipos en la primera mitad.

Efectividad local

Con el inicio de la segunda parte, el control del partido por parte del equipo canadiense era total. Durante este tiempo mantuvo una gran presión sobre su rival, impidiendo que este saliese con el balón controlado y volviendo a tener continua presencia en las inmediaciones del área. Pero a diferencia de la primera mitad, no lograron generar acciones claras de peligro.

Los espacios castigaron a la defensa del Union

No fue hasta pasada la hora de partido cuando la presencia en el ataque de Toronto se hizo mayor, y las acciones de peligro se convirtieron en una constante. Esto generó una reacción en el conjunto visitante, que introdujo algunos cambios en el once inicial con clara vocación ofensiva. De esta manera trató de tener ellos también presencia en el ataque y que la presión de su rival no fuese tan sencilla.

Sin embargo, Toronto aprovechó esta circunstancia para encontrar metros a la espalda de la defensa visitante. En un buen contraataque, Osorio dejó el balón a Giovinco para que el italiano encarase portería. Tras deshacerse de un par de defensores, consiguió batir al portero con un disparo cruzado, poniendo así mayor distancia en el marcador con el segundo gol.

Este tanto provocó una reacción en el Philadelphia Union, que durante los siguientes minutos buscó de manera incesante la portería local, sin demasiado éxito. A pesar de la insistencia mostrada, todas sus acciones terminaban en los pies de la defensa o con disparos lejos del arco.

Se llegó así a los últimos minutos del encuentro en los que los dos equipos se lanzaron al ataque, con mayor insistencia por parte de los visitantes. Esta situación originó muchos espacios en defensa, lo que aprovechó Toronto. En la última acción del tiempo reglamentario, los locales lograron un tercer gol con el que finalizó el partido. De nuevo en una contra, el balón llegó a Chapman que se incorporó al ataque, y con un disparo cruzado cerró el partido.

Esta victoria significaron los tres primeros puntos tras muchas semanas en las que el desgaste por la CONCACAF Champions League, hizo que los canadienses dejasen de lado al competición local.