Nueva goleada de Red Bulls ante su máximo rival que le permite recortar distancia con ellos en la clasificación, pero sobre todo, les pone en cabeza en esta intensa rivalidad. Los primeros minutos marcaron el resultado con dos goles en cuatro minutos, aprovechando los errores de los ‘citizens’. A partir de ese momento sólo se vio un equipo sobre el terreno de juego, que tuvo constante llegadas de peligro, incluido un tercer gol. En la segunda mitad se vio una tibia respuesta de los visitantes que no consiguieron generar peligro sobre la portería defendida por Robles. En este tiempo los locales consiguieron anotar un cuarto gol que cerró una goleada escandalosa.

Dos cornadas al inicio

Sin que los visitantes hubiesen entrado en el partido, New York Red Bulls consiguió dos goles de manera consecutiva, que dejaron a los ‘citizens’ en graves problemas. En apenas cuatro minutos, dos robos en salida de balón de New York City FC, precipitó estás dos acciones que aventajaron a los locales.

En la primera de ellas, Bradley Wright-Phillips recibió un balón a la espalda de la defensa de Adams para quedarse en un mano a mano con Johnson. Su disparo fue rechazado por el guardameta visitante, pero el balón llegó a ‘Kaku’ Gamarra que sólo tuvo que empujar el mismo al fondo de la red.

Y sin tiempo para digerir el primer gol, un nuevo robo permitió a Red Bulls anotar un segundo que ponía las cosas muy difíciles. Gamarra habilitó un balón entre los dos centrales para que Valot lo controlase. El extremo francés disparó a puerta, pero el esférico fue desviado por Callens, lo que despistó al portero y permitió que el gol subiese al marcador.

Sin apenas capacidad de respuesta, los visitantes eran superados de manera constante por un rival que no le permitía realizar con comodidad su juego, y que convertía cada acción en una ocasión clara de peligro. La fragilidad defensiva que pareció mostrar, castigó sus posibilidades de poder salir con comodidad y buscar la meta ‘taurina’.

@NewYorkRedBulls

Conforme fue madurando el encuentro, ‘The Pidgeons’ consiguió tranquilizar el juego y comenzó a tener mayor presencia con el balón en campo rival. A pesar de ello, la intensa defensa rival le impidió poder realizar algún disparo de peligro sobre su portería.

Sin embargo, la mínima llegada de los locales se convertía en una ocasión clara de peligro. De esa manera, cerca del final de la primera mitad y tras un par de avisos, Red Bulls consiguió un tercer gol. El que hasta el momento estaba siendo el héroe de su equipo, Gamarra, recibió un balón en la frontal y colocó un centro al corazón del área donde Wright-Phillips se elevó por encima de la defensa para mandar el balón a guardar.

Los minutos finales apenas tuvieron trascendencia en el resultado. El juego de ambos equipos buscó el descanso sin que apenas se variase en el resultado. A pesar de ello, los visitantes tuvieron una buena acción para haber recortado distancias, pero Robles atajó con éxito un disparo a bocajarro de Berget.

Sin más historia

Lo abultado del resultado obligó a los visitantes a tener que arriesgar en el ataque y eso les permitió en los primeros minutos, tener la primera ocasión de peligro. En una acción en la que Robles tuvo que salir de la portería, Villa centró el balón buscando el remate de Medina, pero el atacante paraguayo no pudo rematar a gol con comodidad.

A partir de ese momento, New York City FC comenzó a dominar el balón, teniendo la posesión del mismo en campo rival. Sin embargo, este control no se transformó en acciones de peligro, ya que apenas lograban generar espacios en una defensa muy seria. 

Con el paso de los minutos y a pesar de los cambios realizados por los entrenadores, no se vio variación en el desarrollo del partido. El juego de los visitantes estaba siendo cortocircuitado y no lograba encontrar profundidad en sus acciones. Sólo se pudo ver un par de centros que fueron despejados sin demasiado esfuerzo por la defensa de Red Bulls.

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A falta de diez minutos para el final del encuentro y con los visitantes completamente vencidos, llegó un cuarto gol para el equipo de New Jersey. Fue en una acción rocambolesca en la que la defensa visitante no consiguió despejar el balón con contundencia y este llegó a los pies de Ettiene, para que tras deshacerse del portero lograr anotar a portería vacía.

Este gol terminó por decantar un partido que parecía imposible que se le escapase a New York Red Bulls. En los últimos minutos se vieron tibias acciones en ambas áreas que no llegaron a nada y dejaron una goleada sonrojante para los visitantes.