Dicen que es de bien nacidos ser agradecidos. Por eso: gracias. Gracias por tanto y disculpa por tan poco. Porque es muy difícil llegar a esa altura. Porque es imposible devolver ni siquiera la mitad. Gracias por hacer un club único. Diferente en un tiempo y persistente en el mismo. Gracias por lograr sobreponerte a tormentas, tempestades, idas y venidas, críticas e, incluso, halagos. Porque de ellos también hay que huir. Porque de ellos también se pueden sacar situaciones negativas. Dicen que hay que saber cuándo marcharse. Por eso: hasta siempre. Hasta siempre porque no volverá nadie como tú. Hasta siempre porque dejas un hueco difícil de ocupar. Hasta siempre porque aquí se queda un listón difícil de mover un milímetro más arriba. Es el momento de partir. De decir adiós. De decir: gracias y hasta siempre.

Ante el Burnley será el último partido de Arsène Wenger en casa como entrenador del Arsenal. Por eso será un día especial. Un día con actos antes, durante y después del partido. El francés es uno de esos que puede sentirse orgulloso de no haber pasado sin pena ni gloria por la vida de todos y cada uno de los aficionados o jugadores que en algún momento han formado parte del Arsenal. Ha dejado su sello, su huella en cada uno de ellos. Les ha marcado, en mayor o menor medida, y eso es muy difícil de conseguir. Sumará uno más a sus ya 620 partidos en casa. Sumará una victoria más a las 423 que ya ha conseguido. O un empate más a los 121 que ha vivido. O, en el peor de los casos, una derrota más a las apenas 76 que ha lamentado. Se marcha para siempre del club al que le dio vida. Se marcha para siempre del club al que le dio su vida.

También puede ser el adiós de Sean Dyche. No son pocos los rumores que se ciernen en torno al futuro del, hasta el momento, entrenador del Burnley. Hacer de un equipo que luchaba por el descenso el conjunto revelación de la Premier League no es fácil, pero él lo ha conseguido. Con un fútbol más resultadista que atractivo. Pero, al fin y al cabo, con un fútbol que también vale. Al final, esto consiste en meter una pelotita en la portería del otro. En no sacar un balón de la tuya propia. El Burnley tiene un poco de ambas y, desde el inicio y apoyado en la regularidad, ha conseguido calmar los corazones de unos aficionados Clarets que esperaban sufrir de lo lindo para mantener la categoría.

La última comparecencia

Será la última vez que Arsène Wenger recorra el túnel de vestuarios hacia el césped del Emirates Stadium. Será, por tanto, un momento único para él y para el mundo del fútbol. Y será la última comparecencia ante una grada con la que ha mantenido una relación de amor y odio durante 22 años. Porque ser diferente siempre molesta y porque caer bien a todo el mundo es imposible. Además, el ambiente, que se espera festivo, se puede tornar algo convulso tras la eliminación frente al Atlético de Madrid en la UEFA Europa League. De nuevo el equipo Gunner no compitió ante un grande. Ya había sucedido en la Champions, en la Premier League y, ahora, en la Europa League. La imagen fue pobre y los señalados no son pocos. Mesut Özil, desaparecido, como casi siempre, en los grandes partidos, ha sido la diana de unas críticas que también recaen en la línea defensiva. Habrá que ver cómo afecta esto en el partido ante el Burnley, pero la situación no es la mejor en Londres.

Bellerín se lamenta tras la eliminación europea | Fotografía: Arsenal

Bellerín se lamenta tras la eliminación europea | Fotografía: Arsenal

El Arsenal aún tiene que sellar matemáticamente el sexto puesto

No obstante, por delante sí hay un objetivo. Y no, no es despedir a Arsène Wenger de la mejor manera posible. Es dar un paso más hacia la siguiente etapa de este club. El Arsenal tiene que sellar, matemáticamente, la sexta plaza y, para ello, debe ganar a un Burnley que promete pelea. Europa debe quedar asegurada para Luis Enrique. O Ancelotti. O Thomas Tuchel. Porque nadie sabe quién será el sucesor de Wenger, aunque nombres no faltan. Tampoco se conoce qué tipo de gestión se va a hacer. Si se seguirá optando por dar prioridad al club frente al equipo. Si se seguirá mirando hacia la economía o hacia el campo. En definitiva, si se seguirá la política que ha mantenido la institución durante los últimos 22 años o si se dará un giro de 180 grados con el objetivo de buscar otra dirección.

Por el momento, lo que se debe buscar es que el equipo vuelva a ser grande. Y para ello bien puede servir de ejemplo su último partido ante el Atlético de Madrid. El cuadro colchonero, mejor en ambas áreas, fue el merecido finalista de la UEFA Europa League. El solitario gol de Diego Costa en el Wanda Metropolitano minaba las pocas opciones de remontada del conjunto Gunner, que ya llegaba con un marcador adverso tras el empate a uno de la ida. Y es que el Arsenal no funciona lejos de casa y para prueba se puede coger su última salida liguera. Ante el Manchester United, los de Wenger cayeron 2-1 en un partido que, eso sí, venía influenciado por la competición continental. Los suplentes dieron la cara en Old Trafford, pero la historia pesa mucho y los Red Devils volvieron a imponerse.

Una temporada de récord

Si de decepcionante se puede calificar el curso 2017/2018 del Arsenal, de inaudito se puede catalogar el del Burnley. Los de Turf Moor han conseguido su mejor clasificación histórica en la Premier League, asegurándose un séptimo puesto que, además, les dará opción de jugar la previa de la UEFA Europa League por el compromiso entre Chelsea y Manchester United en la FA Cup. Son, sin lugar a dudas, el equipo revelación de la temporada en Inglaterra. Han dado un paso más. Han puesto una piedra más en una montaña que viene gestándose desde hace unos años. Sin embargo, el realismo ha inundado a los Clarets. Todos en el vestuario reconocen que están a una gran distancia de los Manchester United, Manchester City, Tottenham, Liverpool, Chelsea o Arsenal. Conocen bien su posición y, seguramente sea por eso, conocen bien sus aspiraciones.

El Burnley no ha tenido problemas a la hora de conseguir la permanencia

De cara al próximo curso, si bien es cierto que el listón está alto, el objetivo vuelve a ser el mismo: sellar la permanencia. Además, y ahí sí pueden utilizar este año como ejemplo, si lo hacen con cierta antelación, se pueden permitir el lujo de intentar algo más. Hacerlo bien en la Premier volvería a ser la nueva meta, mientras que, en Europa, en caso de pasar la ronda previa, se permitirían disfrutar ante los grandes del Viejo Continente. Corren buenos tiempos por Burnley y todo ello viene acompañado de una receta tradicional: trabajo y constancia.

Precisamente, contra otro equipo que también sabe bien esa fórmula se midieron en su último encuentro liguero. El Brighton visitaba Turf Moor con el objetivo de seguir sumando de cara a conseguir la permanencia en Premier League. El empate a cero estaba, prácticamente, asegurado desde el inicio, pues los dos equipos son virtuosos en defensa y algo novatos en ataque. Tal y como empezó terminó el choque, eso sí, con dos equipos contentos con el reparto de puntos. Un reparto que también se dio en su último duelo fuera de casa, pues ante el Stoke City, los de Dyche igualaron a uno el marcador a pesar de que N’Diaye adelantó a los Potters a los diez minutos. Barnes, a media hora para el final, logró la igualada.

Encuentro entre el Burnley y el Brighton | Fotografía: Burnley

Encuentro entre el Burnley y el Brighton | Fotografía: Burnley

Dominio Gunner y suplicio Claret

No dejan muy bien parado al equipo de Sean Dyche las estadísticas de los enfrentamientos directos entre Burnley y Arsenal. Mientras que los Clarets apenas han ganado un 32 % de sus partidos -33 encuentros-, los Gunners suman 50 triunfos en los 104 duelos directos. 21 empates completan un balance que se ha decantado hacia el lado londinense en los últimos años, pues desde el 2008 el Burnley no consigue ganar al Arsenal. En total, nueve partidos que se reducen a ocho victorias y un empate de los entrenados por Wenger. En el apartado goleador la diferencia no es tan clara. Y es que, el Arsenal ha conseguido 181 de los 314 goles. Los 133 de los Clarets, sumados a los de los Gunners, dejan una nada despreciable media de 3,01 goles por partido.

El Arsenal no pierde ante el Burnley como local desde 1974

Un promedio que, además, aumenta en los partidos en Londres. Pues es ahí donde asciende hasta los 3,22 tantos por encuentro que derivan de las 161 dianas en 50 partidos. Sin embargo, el dato más curioso es el que determina que el Arsenal consigue el 61 % de sus tantos ante el Burnley actuando como local, pues ha sumado 111 de los 181 totales. En cuanto a los resultados, 32 victorias del Arsenal eclipsan los nueve empates y nueve derrotas que han sufrido ante los de Turf Moor. Un gran 64 % de triunfos que hablan de la superioridad de un equipo que lleva sin perder ante los de Dyche en casa desde 1974, cuando se impusieron 0-1 en la jornada 6 de liga. Seis encuentros han transcurrido desde entonces y seis victorias que han caído para los locales con, además, 14 goles a favor y apenas tres en contra.

No obstante, la diferencia se ha reducido en los últimos partidos más por sensaciones que por resultados. El Burnley ha plantado cara al Arsenal, que solo ha podido ganar con goles de penalti en el tiempo de descuento. El primero se dio el pasado año, en la que fue la última visita de los Clarets al Emirates Stadium. Tras un partido soso, sin ritmo y sin juego por parte de los de Wenger, Mustafi adelantaba a los locales a los 59 minutos. Andre Gray materializó la superioridad visitante en el minuto 93 situando el empate, pero Alexis, en medio de una gran polémica, transformó un penalti en el 98. No hubo que esperar tantos minutos para ver el único gol del partido de ida, también de Alexis, también de penalti y también en el tiempo añadido. Corría el minuto 92 y el chileno engañaba al guardameta local para subir los tres puntos al casillero Gunner.

Alexis anota el penalti ante el Burnley | Fotografía: Arsenal

Alexis anota el penalti ante el Burnley | Fotografía: Arsenal

Árbitro: Andre Marriner

Con 47 años, el colegiado inglés puede presumir de ser uno de los que más tiempo lleva en la Premier League. 14 temporadas le avalan y un total de 279 partidos dejan un curriculum más que interesante. En el presente curso han sido 26 los duelos dirigidos por Andre Marriner. En ellos ha mostrado 66 tarjetas amarillas y cuatro rojas directas. Además, y en lo que a Inglaterra se refiere, este año también ha estado presente en Championship, FA Cup y Copa de la Liga. Prolongada es también su presencia en Europa, pues es árbitro internacional desde 2009. Esta campaña ha dirigido partidos de UEFA Champions League y Europa League, además de enfrentamientos clasificatorios para el Mundial de Rusia.

En cuanto a los equipos, llama la atención la gran cantidad de ocasiones en las que ha dirigido al Arsenal. Son 35 duelos que se han decidido con 21 victorias, cuatro empates y diez derrotas. Menos veces ha coincidido Marriner con el Burnley. Apenas una decena de choques ha dirigido este colegiado a los Clarets y sus resultados son de cinco victorias, un empate y cuatro derrotas.

Altas, bajas y posibles alineaciones

Resulta llamativo que la eliminación europea no sea la peor noticia para el Arsenal, pero lo cierto es que la lesión de Koscielny acapara gran parte de los focos. El francés se retiró en camilla, con las manos en la cara y envuelto en sus propias lágrimas. La imagen era aterradora y las consecuencias lo son aún más. Una posible rotura del tendón de Aquiles puede ser la culpable de que el central no viaje a Rusia para representar a Francia. Mohamed Elneny y Santi Cazorla son las otras bajas de los Gunners. Por su parte, Sean Dyche tiene la duda de Chris Wood y Scott Arfield, mientras que no podrá contar con Ben Mee, Steven Defour y Robert Brady.