Este podía ser el último partido que recibiría el estadio The Hawthorns en Premier League, sin embargo, los aficionados Baggies tenían la mínima esperanza de que no fuera así, de que su equipo podía salvar la categoría frente a uno de los equipos más fuertes de Europa.
Gran cantidad de aficionados recibió el West Brom de local en su, quizás, penúltimo partido en Premier League. Los Baggies debían sumar en este partido sí o sí para seguir vivos una jornada más y esperar un milagro.
Repliegue que no servía de mucho
El encuentro comenzaba con un West Brom replegado defensivamente, llegando a estar con seis jugadores en su área. No es para menos, los baggies debían ser muy cautelosos contra la delantera de los spurs. No podían haber errores. Sin embargo, esto no les iba a servir mucho porque debían ir a buscar la victoria. Los spurs, por su lado, controlaban el balón y toda la cancha, los baggies solo reventaban la pelota a cualquier lado para detener el dominio del Tottenham.
Corrían 30 minutos y llegaba la primera opción clara en el partido con un pase filtrado de Trippier a Kane quién remataba al arco pero con la cabeza, Foster le ganaba el duelo uno versus uno. Primer susto para los baggies quiénes se veían muy superados a esta altura del partido. Pero despertarían diez minutos después, despertarían tras una desatención de la defensa de los spurs que Jay Rodríguez aprovecharía para pegar al arco prácticamente sin ángulo pero estaría Alderweireld en la línea para salvar a su equipo. Los baggies estaban de vuelta y creaban opciones. Llegaba el final del primer tiempo y ningún equipo se sacaba ventajas. Con este resultado el West Brom se estaba yendo a la Championship.
En el segundo tiempo todo seguía igual, dominio total del balón de los spurs, sin embargo, eso no se traducía en goles y le traería problemas porque en una recuperación de balón del West Brom crearon un contraataque casi letal que no fue gol increíblemente porque el venezolano Rondón no llegó a pegarle al arco. Mientras tanto, los spurs también tenían ocasiones claras pero Foster estaba imparable. En una tarde ya le había parado tres remates que iban a la red a: Alli, Kane y Eriksen.
Harry Kane no estaba en su mejor día, tan así, que casi se mete gol en propia puerta al intentar despejar, por suerte para él, Lloris la mandó al córner increíblemente. Desde ahí, el West Brom tenía las mejores opciones con balonazos al área que complicaban demasiado a la defensa del Tottenham. Con todo esto, ocasiones claras y errores defensivos, ninguno de los dos podía abrir el marcador a falta de diez minutos del final del partido. Algo que le venía pésimo al West Brom que necesitaba ganar pero no lo lograba, a pesar del aliento de sus aficionados y ganas que metían.
Locura en The Hawthorns
Agregaban cinco minutos de descuento, los Baggies estaban casi resignados. Minuto 91, córner para los dirigidos por Moore. Agarra el balón Philipps, se prepara para lanzar quizás la última oportunidad de salvarse del West Brom. Cabecea Dawson, pero la pelota quedaba ahí, enredo en el área chica, Rose intenta despejarla pero mete un autogol que desató la locura en The Hawthorns. Nadie se lo podía creer. Final del partido y los baggies seguían con vida en la búsqueda por la salvación.
Final extraordinario
Nadie pensaría, que después de la pésima temporada del West Brom, iban a llegar con vida a la última jornada. Los baggies han tenido un repunte brutal bajo las manos de Darren Moore quién ha ganado 11 de los últimos 15 puntos. Esta vez lograron una hazaña al vencer en el último minuto al Tottenham, algo impensado para cualquiera. En la última jornada se decidirá todo frente al Crystal Palace, donde hay dos opciones: ganar o perder, salvación o descenso.