Una temporada para el olvido del Stoke City ha decretado el peor de los escenarios para cualquier club en las ligas europeas. La derrota de esta tarde (2-1) ante el Crystal Palace coloca al Stoke de regreso a la segunda categoría del futbol inglés y con esto, dejar ir una historia que trazaron a lo largo de una década donde tuvieron destacadas participaciones.

La consecución de bajar a la Championship no se debe solo a esta derrota ante el Crystal Palace, ni a la racha de nueve partidos sin poder ganar. Sino que desde la planeación de la temporada 2017/2018 se hicieron mal las cosas. Llegaron refuerzos de renombre como Jesé o el defensor Kourt Zouma, pero poco pudieron aportar para la misión que en un inicio era pelear por puestos de competiciones europeas.

Irregularidad desde el comienzo

Todo inició con Mark Hughes en la dirigencia del equipo, teniendo desde el comienzo de la campaña muchos titubeos. De entrada decidió cambiar el esquema tradicional de The Potters por un (5-2-3) para usar a Zouma y Fletcher que aportarían experiencia y solidez. No fue así, ya que, después de haber disputado las primeras 10 jornadas solo acumulaban 11 unidades y el escepticismo se hacía notar en las entrañas del Bet365 Stadium jornada a jornada.

Una sacudida de (7-2) ante el actual monarca Manchester City y acumular en casa una derrota de (1-2) ante el Bournemouth provocó varios cambios en el equipo. Hughes implemetnó ahora si de buena forma la línea de cinco defensores para hacer aún más sólido ese sector, esto dio como resultados tres partidos sin conocer la derrota y daba confianza para el cierre del 2017 que es muy complicado para cualquier equipo.

Diciembre de terror

Encontraron un buen ritmo los rojiblancos para noviembre, pero todo se vino abaho en la segunda semana de diciembre. Acumularon en apenas ocho días, tres derrotas ante el Tottenham, Burnley y West Ham, situación que los dejaba muy abajo en la tabla general. Era abrumante la presión y salieron de esta un poco al ganar al West Brom y empatar ante el Huddersfield, rivales por la salvación y así recortar la desventaja.

No fueron suficientes estos resultados y al llegar el 2018 tuvieron que enfrentar al Newcastle, cayendo en casa y decretando el destino de Hughes. Despidieron a su técnico después de caer eliminados de la FA Cup a manos del modesto Coventry City de la League Two. Era ya una temporada para el olvido, pero que había el tiempo suficiente para aún salvar la categoría.

Lambert al quite

A mediados de enero llegó Paul Lambert que todavía tenía espacio de dos semanas para concretar algunos fichajes y afrontar la segunda parte de la temporada para buscar el objetivo de mantenerse en la Premier League. Solo contrató Lambert y los Potters a N'Diaye y así poder cubrir el hueco en el mediocampo porque no lograban encontrar un buen acompañante para Fletcher.

Desde que tomó el equipo Lambert, tuvieron no solo una mejoría en su juego en colectivo, sino también en los resultados. En sus seis primeros partidos dirigidos apenas perdió una vez, pero para su mala fortuna empató cuatro cotejos. Las igualadas que obtenían no eran suficientes para salir del fondo de la tabla que poco a poco los llamaba a ir a la Championship.

Terrible racha

Registraron su única victoria con Lambert el 20 de enero cuando doblegaron al Huddersfield en casa, después de este triunfo ya no hubo más. Ligaron en total 13 partidos sin poder sacar los tres puntos, racha negativa que los colocó en el vigésimo lugar general. Dentro de esta serie de partidos que no ganaron desde enero hasta mayo, tuvieron cuatro derrotas seguidas ante el Manchester City, Everton, Arsenal y Tottenham que fueron buena parte de los clavos que metieron al Stoke en el problema.

Se va uno de los equipos con mayor progresión en los últimos diez años y que con una plantilla donde figuraban jugadores como Xhedran Shaquiri, Jack Butland o Mamadou Sakho, no lograron hacer equipo para regresarlo a los puestos que tenía acostumbrado. Con el descenso de categoría, una buena parte de estos futbolistas dejarán el equipo y deberán armarse con una gran base de ingleses para regresar a la Premier League lo más pronto posible.