Perfecta, así fue la tarde en el Emirates Stadium. Las expectativas estaban altas, pues era el último partido de Arsène Wenger en casa como entrenador del Arsenal y todo el mundo esperaba una calurosa despedida. Lo cierto es que el club no decepcionó. Dejando a un lado alardes de superioridad, demostró que los valores que ha inculcado el francés durante estos 22 años parecen haber calado en la institución. Pronto se ponía todo de cara. Tras una salida triunfal al estadio previa al encuentro, Wenger disfrutaba de los goles de su equipo a un Burnley algo sobrecogido por el escenario. Un 5-0 y al siguiente acto. Globos hinchables, celebraciones, cánticos y, de nuevo, un pasillo formado por sus jugadores por el que atravesó un Arsène Wenger que cogió el micrófono para dirigirse a sus aficionados. Para indicar que ahora ya es uno más de ellos y, sobre todo, para dar las gracias por el apoyo durante esta larga etapa del conjunto Gunner.

Terminados todos los protocolos, tocaba enfrentarse al último: la rueda de prensa. Ahí, sin apenas hacer mención al encuentro, destacó la perfección del día: “Hemos tenido buen tiempo, un partido que ha dado continuidad a nuestra temporada en casa, donde hemos jugado 19 partidos y hemos ganado 15, anotando más goles que nunca, y el equipo ha jugado con un gran espíritu”. A partir de ahí, detalló sus emociones: “Además, fue un día triste. He visto trabajar a este estadio desde cada lugar, desde la sala de prensa hasta el área técnica y, por supuesto que forma parte de mí. Por otro lado, es un momento en el que la gente alrededor mía puede trabajar bien y estoy muy feliz por eso”.

"En este trabajo aprendes a desconectarte de ti mismo y no analizas cómo te sientes"

Profundizando un poco más en sus emociones, sobre todo en las que sintió en ese momento en el que estaba en el centro del Emirates Stadium dirigiéndose a la que ha sido su afición durante los últimos 22 años, dejó un mensaje sobrecogedor: “En este trabajo aprendes a desconectarte de ti mismo y no analizas cómo te sientes. Durante más de veinte años simplemente me he sentido bien, me he olvidado de mí mismo y solo me han importado los problemas que tengo que resolver. Cuando alguien te pregunta cómo te sientes, pienso ‘¿por qué me pregunta eso?’ No sé cómo me siento, ahora tengo que aprender a conectarme conmigo”.

De nuevo fue cuestionado sobre su sucesor, algo que volvió a dejar pasar, pues no quiere influir en la decisión del club: “Creo que es mejor no hablar públicamente sobre el próximo entrenador porque no estoy involucrado en este caso y no quiero presionar al club para que elija a este o a este otro, sería un hándicap para el que venga. No quiero tener nada que ver con eso. Simplemente creo que hereda un equipo que es mucho mejor de lo que la gente cree”. Incidir en su sucesor fue algo que sí hizo Sir Alex Ferguson, alguien al que Wenger le quiso mandar un mensaje de apoyo tras su intervención tras una hemorragia cerebral: “Estuve con él en el campo la semana pasada y luego nos vimos después del partido. Se le veía perfecto, me dijo que estaba haciendo mucho ejercicio y estaba feliz, pero estos accidentes pueden pasar. Le deseamos lo mejor y que se recupere muy rápido. Es un hombre fuerte y optimista”.

"Lo positivo de ser un fan es que puedo gritarle al próximo entrenador"

Como no podía ser de otra manera, se le pidió una valoración sobre los aficionados, esos con los que ha tenido una relación de amor y odio durante los últimos años: “Lo de hoy significa que, incluso si no están contentos, aún me respetan y querían mostrarme que al menos han recibido mi total compromiso de hacerlo bien. Así es como lo veo y como lo recibo, saben que mi compromiso fue genuino, total e íntegro, así que lo tomo como un gran cumplido”. Además, bromeó con el hecho de que ahora podría sentarse en la grada: “¿Estaré libre los días en los que juega el Arsenal? Estaré feliz de estar en la grada. Lo positivo de ser un fan es que puedo gritarle al próximo entrenador”. Finalizando con este tema, dejó un mensaje tan claro como contundente: “A veces, para hacer feliz a la gente, tienes que irte a otro lado. Quiero hacer feliz a la gente porque tengo una idea de cómo jugar al fútbol. Mi ambición siempre fue ganar con estilo”.

Antes de acabar su comparecencia valoró el hecho de haber recibido un trofeo de oro similar al de la Premier League: “Tengo que ver dónde lo pongo. Ha sido una gran sorpresa para mí. Han sucedido muchas cosas desde que me desperté, así que tengo que organizar mi vida un poco. Quiero terminar bien la temporada porque tenemos dos partidos fuera de casa y, tal vez para la próxima temporada, es mejor que ganemos estos dos partidos”. Así pues, Wenger dio la que parece ser su última comparecencia de prensa en el Emirates Stadium.

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