Les Herbiers, un club proveniente de la región de Pays de la Loire, al noroeste de Francia. Si no es popular, no hay culpa alguna en los fanáticos del deporte, sino que este humilde equipo apenas llegó a la tercera división de Francia, pero además, a lo largo de sus casi 100 años de historia, ha cambiado tantas veces de estructura y de nombre, que es imposible mantener una línea cronológica.

En apenas horas se estará jugando la permanencia en la tercera categoría, después de disputar ni más ni menos que la final de la Coupe de France, en el Stade de France y ante Paris Saint Germain, el equipo sensación en la temporada de fútbol francés, con un promedio en las apuestas de 1-100 a su favor.

Para entender un poco más la enorme diferencia entre los dos equipos, solo alcanza con analizar un poco los presupuestos de ambos. El de Les Herbiers llega apenas a los 2 millones de euros, lo cual le alcanzaría para pagar apenas 16 días del sueldo de Neymar, la máxima figura del PSG. 

Aún así, no es la primera vez que un equipo de divisiones inferiores llega a la final de la Coupe de France. Nimes, en 1996, Calais en el 2000, Amiens en 2001 y Quevilly en 2012 sirven como antecedentes de esto, pero, al igual que Les Herbiers, ninguno de ellos pudo dar la gran sorpresa y coronarse campeón.

Stéphane Masala es el entrenador de este equipo, habiendo tomado el testigo que dejó Fréderic Reculeau, destituido en enero, algo que molestó en demasía a Reculeau, ya que Masala era su segundo al mando. Al ser despedido, esperaba que su ayudante se marchara con él o hacia otro equipo, pero no que quedara en su lugar, algo que definió casi como una traición: "Me sentí mal porque están siguiendo mi filosofía de juego. Al menos yo he sido honesto hasta el final. Hubiera entendido que volara solo hacia otro proyecto, pero no entendí que continuara con el proyecto tras mi destitución. Hemos trabajado juntos más de una década, la amistad no debería tener precio". 

El primer plato fuerte para Les Herbiers llegó en octavos de final, enfrentando al Auxerre, al que venció por 3-0, el pasado 6 de febrero. Con un camino bastante despejado, debido a que los clubes más importantes fueron cayendo en rondas anteriores, llegaron a la gran final tras vencer al Chambly por 2-0, mismo resultado por el que cayeron ante PSG.

Pichot, el guardameta, ha sido una de las principales figuras, algo que demostró contra los dirigidos por Unai Emery, siendo fundamental en los partidos más importantes, con intervenciones claves para que la portería de Les Herbiers haya sido de las menos vencidas en el torneo.

AS Béziers será el próximo rival de este equipo, al que tiene que derrotar para poder continuar en la tercera categoría y, según lo que declaró su propio presidente, apostar a integrar la lista de equipos en la Ligue 2 dentro de tres temporadas. Ambición claramente no les falta, pero ahora tendrán que llevarlo al campo de juego. Por ahora, David no pudo contra Goliat, pero contra rivales más adecuados podría forjar una historia muy distinta.