Noche de gala en el Olímpico de Roma. Como cada año, llegaba la fecha de la disputa del segundo título doméstico: la Coppa Italia. Una final que volvía a tener por cuarto año consecutivo a uno de los contendientes. No era otra que la Juventus. La Vecchia Signora, de esse modo, buscaba levantar la 4ª seguida. Enfrente, el Milan. Precisamente, se repetía la final de hace dos años, la cual fue para el lado bianconero. Por lo tanto, il diavolo clamaba vendetta.

Coreografía de los 'tifosi' de la Juventus. / Foto: juventus.com
Coreografía de los 'tifosi' de la Juventus. / Foto: juventus.com
Mosaico de los aficionados del Milan. / Foto: acmilan.com
Mosaico de los aficionados del Milan. / Foto: acmilan.com

La forma en la que aterrizaban unos y otros es bien dispar. Mientras que los de Allegri lo hacían después de dar un paso de gigante en la consecución de su 7º Scudetto consecutivo y, por ende, buscaban redondear una nueva temporada con el enésimo doblete. Los pupilos de Gattuso tenían dos alicientes especiales: uno de ellos era el de levantar el título para, de ese modo, clasificarse automáticamente para la próxima Europa League. Y, además, iniciar un ciclo ganador en la nueva etapa del Rino. Tampoco hay que obviar lo especial que era la noche de hoy para un nombre propio: Leonardo Bonucci, quien fuera jugador juventino durante siete temporadas.

La Signora el control, el Diavolo las ocasiones

Tácticamente hablando, el técnico de Livorno daba la sorpresa horas antes cuando se filtró -posteriormente confirmado- la suplencia de Higuaín, entrando en su lugar Mandžukić. También repetiría en el lateral derecho Cuadrado, a pesar del flojo partido que hizo ante el Inter. Y la baja de Chiellini (lesionado) la cubría el veterano Barzagli. En el bando lombardo, no había novedades, ya que era esperada la entrada de Locatelli por la ausencia de Biglia, quien no se recuperó a tiempo.

La primera media hora de partido tuvo un dominio del cuero bastante alterno. La posesión se la repartían Juventus y Milan, aunque bien es cierto que la primera gran ocasión estuvo en las botas de la joven sensación rossonera, Patrick Cutrone. Pero el disparo del de Como fue desviado por Buffon quien, posiblemente, haya podido vivir su última final. Y tras un breve aviso de Dybala  en el turno de réplica, y un par de llegadas con poca claridad, Suso, desde el balcón del área, volvió a obligar al veterano arquero bianconero a sacar sus manos de artesano para echar el cerrojo a su portería.

Cutrone tuvo en sus botas una clara ocasión. / Foto: acmilan.com
Cutrone tuvo en sus botas una clara ocasión. / Foto: acmilan.com

A esa retahíla de disparos de los lombardos se le unió otro de Jack Bonaventura, aunque su intentona también acabó pasando por encima del travesaño. No estuvo exenta la primera parte. Antonio Damato señaló el descanso cuando Benatia llegó muy tarde y arrolló a Çalhanoğlu. Esto provocó una ligera protesta de los rossoneri que rápidamente disuadió Gattuso. La Juventus era incapaz de encontrar a  Douglas Costa, su mejor arma en este último tramo de temporada. Con el brasileño desconectado, y Pjanić enjaulado -tremenda persecución de Cutrone al bosnio-, Dybala fue la única cabeza visible en los bianconeri.

Diez minutos de apisonadora bianconera

Entrados ya en la segunda mitad, la Juventus de siempre se plantó en el Olímpico de Roma. 'La Joya' siguió siendo el jugador más incisivo de la Juve. Incluso gozó de la más clara para la Signora. Recibió el cuero dentro del área, completamente solo, pero su disparo al palo largo chocó contra las manoplas de Gigio Donnarumma. Desperezados los bianconeri, en un lapso de diez minutos se merendaron al Milan. El primer golpe sobre la mesa no tardó en llegar. Pjanić botó un saque de esquina que remató a la perfección Benatia, poniéndola al palo largo con un giro de cuello magistral.

Después, tras unas magníficas paradas de Donnarumma a Dybala, Douglas Costa se sacó un disparo que acabó 'comiéndose' el meta rossonero. ¿Lo peor? Que todavía quedaba el tercero. De nuevo en un saque de esquina, y otra vez con un fallo del gigante guardameta del Milan como protagonista. A este se le resbaló el balón de las manos, siendo de nuevo Benatia el encargado de empujar el esférico para firmar el 3-0  con su doppietta en unos históricos diez minutos.

Benatia celebra el tanto del 1-0. / Foto: juventus.com
Benatia celebra el tanto del 1-0. / Foto: juventus.com

Kalinić prolonga la pesadilla

Gattuso buscó reacción inmediata moviendo el banquillo. Kalinić y Borini entraron en el lugar de Cutrone y Suso, respectivamente, muy desinflados en la segunda parte. Fue justo el croata quien se cocinó una buena jugada personal por banda izquierda, mandando un envío lateral que terminó estrellando Asamoah contra su propio palo. Un Kalinić con el que, paradójicamente, se cebó la mala suerte. Otro córner que botó Pjanić para la Vecchia Signora, fue el '7' rossonero el que peinó lo justo el balón para que no llegase Donnarumma, haciendo el fulminante 4-0. La curva bianconera sonreía. La curva lombarda, en cambio, no daba crédito. Se creó una sensación de abismo de que cada vez que la Juventus pisaba área contraria era gol seguro.

Allegri, en sus cuatro temporadas como técnico de la Juventus, ha conseguido cuatro dobletes

No obstante, el Milan no cesó en su lucha y trataba al menos de irse con el gol de la honra. Bonaventura y Çalhanoğlu lo intentaron, pero Buffon seguía en sus "trece" de dejar la portería a cero en uno de sus últimos duelos. También hubo tiempo para que Higuaín ingresase en el terreno de juego en sustitución de Dybala, uno de los mejores en la noche de hoy, recordado a esa 'Joya' de la 16/17 que tanto maravilló al mundo.

Un reinado que no tiene fin

El silbato de Antonio Damato sonó por última vez en la noche de hoy, con el que se certificaba que la Juventus era la campeona de la Coppa Italia, la 4ª seguida. Nuevo doblete para Allegri con la Vecchia Signora -a falta de confirmar el Scudetto-, prologando una temporada más la dictadura bianconera en el país italiano. El de Livorno, en sus cuatro campañas a los mandos, ha logrado cuatro dobletes. Una era histórica.

Douglas Costa y Dybala tras el gol del brasileño. / Foto: juventus.com
Douglas Costa y Dybala tras el gol del brasileño. / Foto: juventus.com