Era casi imposible de pronosticar que para la segunda semana de Mayo éstos dos equipos llegasen en tan mala forma. Toronto recién había conseguido su segunda victoria de la campaña el último fin de semana, y los Sounders recién llevaban una en los siete partidos disputados en la previa. Y es que de los dos finalistas de la última Copa MLS siempre se tenían expectativas altas, pero la realidad indicaba un mal presente de ambos.

En ese escenario, se pensaba que el Toronto seria quien más posibilidades tuviera para éste encuentro, dada su condición de local, y el presunto envión anímico que les representó la goleada a Philadelphia el viernes pasado, en parte por ello los Sounders de Schmetzer salieron con una postura tan conservadora al campo, con 5 defensores y 4 mediocampistas con mucha labor de sacrificio; sin embargo, a pesar de los canadienses mandar durante el desarrollo del juego, el resultado sorpresivamente se lo llevó la visita. Meritorio de sobra, teniendo en cuenta además que llegaron al encuentro con varias bajas, incluyendo la de Clint Dempsey y Román Torres entre las más saltantes.

Presión incesante

Si algo marcó la tónica del encuentro, fue la postura ofensiva de los de Vanney, que generaron más de 15 situaciones de gol y no pudieron embocar a puerta la enorme cantidad de chances de las que dispusieron. Y ésto desde el inicio. Apenas a los 11 minutos de partido Chapman tuvo una situación a tiro de gol contra Frei, pero el meta salió victorioso achicando el espacio del joven atacante para decidir y haciéndole rebotar el balón después de su remate para conseguir un saque desde portería. 

No obstante, el golpe lo darían los Sounders. Inmediatamente anterior a la acción del gol hubo un penalti no cobrado al italiano Giovinco que pareció dejarse caer tras un sutil empujón de Svensson en su área. Pero en el mismo minuto 25, un gran pase profundo de Eikrem tras una genial jugada individual en la que se sacó de encima a dos rivales de los pocos que quedaban en campo propio (pues Toronto seguía encimando) llegó a los pies de Will Bruin, quien terminaría siendo la figura del encuentro, que de un fortísimo zurdazo marcaría la apertura del marcador tras el intento en vano de Bono de evitar se cole a su portería. Sorpresa total para lo que venía siendo el partido.

Pero si a la visita ya le había costado el inicio, más aún ahora lo siguiente después de ponerse por arriba en el marcador. Chapman, que ya había sido protagonista al comenzar el partido, ahora veía frustrado un remate suyo de derecha tras una buena combinación por su banda con Aketxe, pues Roldán se interpuso enviando el balón a córner. Y la presión no cesaba, ya que Giovinco veía también una gran ocasión de libre directo negada después de que su remate rebotase en el travesaño. El empate, indudablemente, estaba al por caer.

Y dicho y hecho, una genialidad de pase en vaselina de Vázquez hacia Giovinco le dejó mano a mano, y aunque el remate del italiano fue infructuoso terminó en la cabeza de Jonathan Osorio, que a portería vacía solo añadió y marcó un empate que envalentonaba a su equipo de cara a buscar la remontada en la segunda mitad.

Toronto no dejó de intentar | @MLS
Toronto no dejó de intentar | @MLS

Nueva sorpresa

En diez minutos del segundo tiempo, cuando Toronto seguía buscando las formas de marcar ahora el segundo en arco rival, los Sounders volvieron a golpear en una de sus poquísimas llegadas. Bruin, que ya había sido fundamental marcando el primero, ahora enviaba un pase en cortada a Bwana, el kenyano de 19 años, para que éste rompiese con la paridad y pusiera el 1:2 que terminaría siendo definitivo en el score.

Quedaba más de media hora de partido y el desarrollo sería básicamente el mismo: Toronto encima del rival y los Sounders, en su postura más que conservadora, tratando de aguantar por donde pudiesen. Hasta 12 remates de los locales hubieron en la segunda mitad, pero ninguno tendría suerte.

Y es que a pesar de que la actuación de Bruin fue sin duda el punto más alto, lo de Stefan Frei en la portería no estuvo muy lejos en el orden de mérito de las individualidades. El experimentado meta, que ya sabe de finales pasadas lo que es ser figura contra Toronto, fue tal vez el máximo responsable de que su arco se mantuviese en cero la segunda parte, La ocasión más clara que sacó rondó la heroicidad, cuando al 90+3 (la terna había dado 4 de agregado) puso el pecho ante un remate a quemaropa de Tosaint Ricketts. Así acabó el encuentro, con un Toronto que llevó casi el 70% de la posesión de balón durante el partido, que casi triplicó el número de remates a puerta de su rival, pero que no tuvo premio y se quedó con las manos vacías.

@SoundersFC
@SoundersFC