A pesar de que suene duro decirlo, el descenso del Hamburgo fue la crónica de una muerte anunciada, y es que lo que mal empieza, mal acaba, a pesar que se le vio una cara totalmente diferente desde la llegada de Christian Titz al banquillo del equipo, no se logró el objetivo de lograr la permanencia en Bundesliga o al menos ir a la eliminatoria contra el tercero de 2. Bundesliga que se convirtió en el objetivo de la última fecha, pero no dependían de ellos, dependían del favor que les pudiera hacer el Colonia, favor que no llegó y el descenso llegó por primera vez en la historia del club.

El entrenador en rueda de prensa se vio muy triste pero sin bajar la cabeza, además que se le veía lo orgulloso que estaba con el trabajo que hicieron sus jugadores: “Creo que hoy el equipo supo manejar bien la situación y fuimos justos vencedores. Entramos bien en el partido y nos adueñamos del balón, pero en una contra nos empataron. En la segunda parte salimos otra vez con fuerza y pudimos lograr el 2-1” puntualizó Titz.

Titz en rueda de prensa habló acerca de la expulsión: “Tras la expulsión de Wood el partido naturalmente se nos complicó, pero aún así no les concedimos ocasiones de gol". También aprovechó la oportunidad para agradecer a las más de 57.000 almas que se dieron cita en el Volksparkstadion: "Mi agradecimiento al público por la forma en la que nos apoyó hoy". En tanto también se refirió a sus jugadores y de cómo se comportaron durante las últimas ocho fechas: "En cuanto al equipo, estoy orgulloso por lo que han hecho en las últimas ocho jornadas”

Para finalizar el entrenador dijo estas palabras muy sentidas: 

“Dijimos adiós a la Bundesliga de una forma digna. Y el equipo no lo hizo solo, sino junto con sus seguidores".

"Eso es algo que me enorgullece, porque no es algo normal cuando un equipo desciende. Hoy mi deseo era que la gente estuviera con nosotros hasta el final”. Christian Titz se vio realmente conmovido con la situación además las escenas de varios jugadores tocaron el corazón de los presentes y de los que estaban siguiendo el juego desde sus hogares, el japonés Tatsuya Ito lloraba desconsolado y a pesar de los inconvenientes que hubo al final del partido con unos aficionados del Hamburgo que mostraron su frustración lanzando bengalas al estadio, algo que no pasó a mayores pero retrasó el final del encuentro.