Se podrá decir que los millones y millones de libras gastadas en fichajes, tanto en esta temporada como en la anterior, han rendido sus frutos. Con grandes jugadores y un entrenador de la talla de Pep Guardiola, Manchester City por fin pudo regresar a los primeros planos del fútbol inglés, y de qué forma lo hizo.

Los Citizens alcanzaron los 100 puntos en esta temporada, primera vez que ocurre en la Premier League y la primera ocasión en la que Guardiola alcanza este logro en toda su carrera como entrenador. Además, quebraron el récord que ostentó el Tottenham Hotspur durante 57 años, el de más victorias en una misma temporada, todo un logro que demuestra lo que el dinero y Guardiola han logrado con este equipo.

Ya coronados como los campeones de la Premier League y de la EFL Cup, el duelo ante Southampton era el último compromiso de la temporada para el Manchester City, ya que se despidió rápido de la UEFA Champions League, cayendo ante Liverpool, mientras que en la FA Cup fue eliminado por el Wigan, en esa bochornosa noche que acabó con luchas entre jugadores y entrenadores rivales.

Los Saints de Mark Hughes llegaban a este encuentro con la necesidad de rescatar al menos un punto para no depender del resultado de Swansea, que a su vez jugaba con el ya descendido Stoke City. Con el St Mary's Stadium como escenario, ambos equipos se esforzaron por conseguir sus objetivos planteados previamente. Por un lado, el Manchester City buscando seguir rompiendo récords, por el otro, un Southampton que esperaba dejar su valla invicta y que los 'Potters' le dieran una mano.

A sólo dos segundos del final del partido, literalmente con el último toque, Gabriel Jesús venció a Alex McCarthy para colocar el 1-0 que le dio nuevos tres puntos al equipo de Guardiola, quien festejó de una manera poco usual en él, al salir casi eyectado de su asiento para golpear el aire con sus puños, mientras el delantero brasileño celebraba frente a los fanáticos del City que viajaron hasta el St Mary's Stadium. 

Pese a contar con la posesión del balón, como ha ocurrido en casi todos los partidos de esta temporada, el Manchester City no lograba capitalizar las ocasiones que generaba, mientras que el Southampton se afirmó en el campo e intentaron hacerle contra por todo el tiempo que pudieron, pero al final se les escapó un punto que fácilmente podrían haber merecido por lo realizado durante el partido.

Phil Foden y Brahim Díaz, dos juveniles canteranos del Manchester City, ingresaron al partido en los últimos minutos para firmar su quinta aparición en liga durante esta temporada, asegurando así recibir la medalla de campeones de la Premier League, un logro que, sin duda alguna, los ayudará a impulsar su carrera con mejores ánimos y más hambre de gloria.

Del otro lado, Southampton logró salvarse en la última jornada, luego de haber estado a cinco puntos de salir de la zona de descenso, tras una derrota en casa por 3-2, frente a Chelsea. Sin embargo, un oportuno cambio de suerte motivó que hoy estén fuera de la zona peligrosa y asegurando su presencia por una temporada más en la máxima categoría del fútbol inglés. Lo que resta saber ahora es si Mark Hughes será el entrenador elegido para cumplir la premisa de no volver a sufrir hasta último minuto.

El oriundo de Gales fue contratado bajo un acuerdo de corto término, en el pasado mes de marzo, y ya ha manifestado su intención de continuar al mando del Southampton, pero será la dirigencia la que tenga la última palabra. A su favor tendrá las actuaciones de sus dirigidos en los últimos encuentros, demostrando que tiene el soporte de los futbolistas, algo que siempre es importante en cualquier proyecto futbolístico.

Una vez que todo se resuelva, será momento de barajar y dar de nuevo para ambos equipos. Por una parte, Southampton tendrá que analizar las cosas que se han hecho mal en esta temporada, para no repetirlas en la próxima y poder mantener su lugar en la Premier League, mientras que el Manchester City sabe que en la siguiente campaña tendrá que ir por más. Para Guardiola ya no será suficiente ganar la liga doméstica, ya que los aficionados y los directivos quieren ir por el único torneo que les quita el sueño, la UEFA Champions League.

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