Tantos nombres que en este momento son leyenda; revivir aquel momento en el que el Bayern de Múnich triunfaba sobre el Eintracht Frankfurt es como visitar un museo con monumentos y con esculturas valiosas dentro. Aún así, los bávaros lo tuvieron difícil. Aquella final en Berlín fue un espectáculo vibrante, un capítulo más en la rica historia futbolística del Bayern y del fútbol alemán.
Nombres que quedaron en la historia
El próximo sábado ambos equipos reeditarán la final de la DFB Pokal 2006 en la capital alemana. Es inevitable no observar la plantilla que poseía el Bayern de Múnich en aquel momento y quedar boquiabierto ante tanto talento junto. Uno de ellos sería, para algunos, el mejor portero del mundo hasta su retiro. Capitán y guardián de los tres postes: Oliver Kahn.
El plantel, en general, era una mezcla de talentos latinos y alemanes. En la defensa podía encontrerse a dos personas muy especiales en estos últimos años: Philipp Lahm y Bastian Schweinsteiger, dos bastiones y grandes referencias de este equipo. Otro de los referentes era Michael Ballack, jugador que sin duda alguna quedó en el corazón de todos los aficionados bávaros, a pesar de haber estado solo cuatro años en el equipo. Como delantero de área, sumándose a los más reconocidos por el fútbol de habla hispana, aparecía Claudio Pizarro (descendió con el Colonia en la corriente temporada), el latino récord en la Bundesliga, figurando como el extranjero con más goles en la competencia. Luego también estaban jugadores como Paolo Guerrero y Martin Demichelis.
El Eintracht Frankfurt no se quedó tan atrás en cuanto a nombres famosos. Algunos como Marco Russ y Alex Meier siguen jugando para las águilas, aunque sin la misma juventud que poseían en ese entonces. Mientras que el entrenador, Friedhelm Funkel, se encuentra dirigiendo al Fortuna Düsseldorf, con el que acaba de ascender recientemente a la élite del fútbol alemán.
En el pasado era más parejo
Así fue como los equipos salieron a la cancha ese 29 de abril de 2006. El Bayern abrió con: Kahn, Sagnol, Ismael, Lúcio, Lahm, Demichelis, Hargreaves, Salihamidzic, Ballack, Pizarro y Makaay. Mientras que el Eintracht inició con: Nikolov, Vasoski, Rehmer, Russ, Ochs, Huggel, Spycher, Lexa, Meier, Köhler y Amanatidis.
En la banca, el Bayern tenía jugadores también de gran calidad como: Zé Roberto, Jeremies, Scholl, Rensing, Lizarazu, Schweinsteiger y Paolo Guerrero, mientras que el Frankfurt no se quedaba atrás: Cimen, Weissenberger, Copado, Pröll, Du-Ri Cha, Reinhar, Schur. Sin duda alguna, grandes plantillas que solo hacía falta enfrentarlas para generar el espectáculo que hicieron.
Doce años atrás no era lo mismo. Al Bayern le costó horrores derribar al Eintracht. Incluso la más clara del primer tiempo la tuvieron las Águilas. Una buena jugada de Köhler y un remate ponía en riesgo la portería defendida por Oliver Kahn, quien desvió el balón y mantuvo el marcador igualado.
En el complemento apareció Claudio Pizarro y sus dos armas más letales: el cabezazo y el instinto goleador. Un córner fue lanzado desde la derecha por Zé Roberto, quien había ingresado al iniciar el segundo tiempo por Hasan Salihamidzic, el peruano saltó, le ganó a su marca y envió el esférico contra la red para que el Bayern comience a tantear el título. Pizarro llevaba cinco goles y se convertía en el máximo artillero de la edición 2005/06 de la DFB Pokal.
Sobre el final, el Eintracht lo tuvo para igualarlo. Pero cada vez que lo intentaban, aparecía Kahn con esa gran consistencia que lo llevó al podio mundial de porteros. El guardameta de la selección alemana de aquel entonces hizo múltiples paradas en los últimos tres minutos de juego, recordando a aquel portero imbatible que se plantó junto a su selección en la final de Corea-Japón 2018.
Fue el propio capitán quien recibió el trofeo entre sus manos, sin guantes por supuesto. Pegados a él, un plantel que mezclaba talento latino con alemán. Detrás, un fantástico escenario con un poco más de 74.000 fanáticos alzando sus voces poniendo música al gran festejo.
Así fue como el Eintracht perdía su segunda final de DFB Pokal (caería derrotado nuevamente en 2017 frente al Dortmund) y la oportunidad de ganar su quinto título, mientras que los bávaros obtenían, en ese entonces, el 13° de su historia (ganaron cinco más hasta la actualidad, poseen 18 títulos).
El camino de ambos, hace una docena de años
Si los rivales que enfrentaron hubieran sido iguales de lo que son actualmente, los resultados de aquel entonces llevarían un número aún mayor de anotaciones. El Bayern de Múnich dejó en el camino al Hamburgo (antes una potencia, ahora descendió por primera vez en la historia de la Bundesliga), al Mainz 05 en los cuartos de final y al St. Pauli (segunda división actualmente) en las semifinales.
Por su parte, el Eintracht le propinó una goleada al Schalke 04 (6-0) en la primera ronda, y eliminó al Arminia Bielefeld (segunda división), Nuremberg (ascendió) y al 1860 Múnich (Regionalliga) en semifinales.
La final fue, como de costumbre, en el Estadio Olímpico de Berlín, así como lo es Wembley en Inglaterra. Un escenario perfecto para cualquier competición importante. Cerca de las 20:00 las gradas fueron ocupadas por más de 70.000 fanáticos que, como sucede en la actualidad, gritaban y festejaban convirtiendo el fútbol en una fiesta.
Desde el 2006 hasta ahora
Por el momento no se ha reeditado aquella final. Claro que volverá a ocurrir mañana, pero el nivel de competencia y el fútbol alemán en general han cambiado con creces. 18 encuentros han disputado en la Bundesliga desde aquella final, 16 han sido para los bávaros y tan solo dos para las Águilas.
En la DFB-Pokal, el Eintracht solo pudo triunfar en la temporada 1973/74. Posterior a eso, ha sido eliminado por el Bayern de Múnich en tres ocasiones (1990, 2006 y 2010). Quedando demostrado la supremacía que ejercen los bávaros ante el Eintracht y el fútbol alemán en general.