New York Red Bulls logró asaltar uno de los estadios más difíciles de la competición, consiguiendo una victoria muy importante, que le permite recortar puntos sobre la cabeza de la clasificación. En la primera mitad, a pesar que los visitantes tuvieron un buen inicio, fue Atlanta el equipo que dominó, llegando incluso a adelantarse en el marcador pero recibiendo un gol en las postrimerías de la misma. Con el inicio de la segunda mitad, Dos goles de Wright-Phillips y varias acciones convulsas dejaron a los locales muy tocados que terminaron cayendo en un partido que estuvieron cerca de ganar.

Sin favorito

Mucha intensidad en los primeros compases del partido en el que los dos equipos dieron mucha rapidez a sus acciones. Con estas rápidas transiciones, sobre todo por parte de los neoyorkinos, el ritmo del partido creció aunque no consiguió su objetivo de llegar con peligro a la meta rival.

Esta salida en tromba de los visitantes provocó que Atlanta United tuviese que centrarse en los primeros minutos en defensa, tratando de reprimir todas las acometidas de su rival. Un claro ejemplo fue el primer disparo a puerta del partido que llegó sobre el minuto 12. Royer ‘cazó’ de volea un balón desde la frontal que obligo a Guzan a estirarse para poder despejar el esférico.

Los visitantes insistieron unos minutos más sobre la meta de su rival, aunque fueron los locales los que cerca del ecuador de la primera mitad, probaron al guardameta neoyorkino. En dos acciones a la contra, Atlanta United consiguió generar dos ocasiones manifiestas de gol en las que obligó a Meara a demostrar que es un digno sustituto de Robles.

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Sin embargo, a la tercera llegó la vencida. En una nueva acción por el carril central, Almirón disparó a puerta con la suerte que el rebote llegase a Barco en el interior del área. El futbolista argentino, mano a mano con el portero, consiguió superar a este con un potente disparo.

A los pocos minutos de este gol y aprovechando un error de la defensa de los Red Bulls, Martinez consiguió anotar un segundo gol, después de deshacerse del guardameta. Pero el colegiado anuló el tanto minutos después, tras una aparente zancadilla del delantero al central, desestabilizó a este.

Esta acción despertó del letargo en el que estaba sumido al conjunto visitante, que tras un par de acercamientos de peligro, logró recortar distancias. Daniel Royer fue el encargado de ejecutar la pena máxima desde los once metros, anotando así el gol con el que empató el encuentro, con un resultado con el que se llegaría al descanso.

Pesadilla en el Mercedes-Benz Stadium

La polémica en el partido continuó con el inicio de la segunda mitad. Un balón disputado en el centro del campo hizo que el colegiado expulsara a Larentowicz por roja directa tras una entrada temeraria, pero tras revisar la acción en el VAR, este revocó su decisión. Sin embargo, esta jugada dejaría tocado a los locales.

En apenas cuatro minutos, New York Red Bulls consiguió dar la vuelta al marcador en un partido que parecía imposible, con un jugador erigiéndose como un héroe. El ‘doble nueve’, Bradley Wright-Phillips, anotó dos goles en un corto espacio de tiempo, que pone el encuentro muy de cara para los visitantes.

En el primer gol, el delantero inglés realizó un movimiento muy inteligente para anticiparse a su marcador, y con un remate espectacular de cabeza tras un centro no menos bueno, mandó el balón al fondo de la red.

Y sin apenas tiempo para digerir este tanto, el conjunto visitante cometió el error de dejar solo al ‘Kaku’ Gamarra. El mediapunta argentino vio el desmarque de Wright-Phillips, que se elevó por encima de la defensa y conectó un cabezazo que mandó el balón a guardar.

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La reacción de Atlanta United nos se hizo esperar. A partir de ese momento el equipo local intensificó su juego, buscando nuevamente las veloces transiciones de sus jugadores de ataque, pero en esta ocasión, la defensa rival estuvo más acertada. Entre la adelantada presión de la línea defensiva y los errores por el nerviosismo, los locales apenas consiguieron volver a poner en problemas a Melia.

Los problemas para Atlanta no se quedaron ahí, y con un conjunto visitante convirtiendo cada llegada en una ocasión de peligro, se quedaron con un jugador menos con 20 minutos por jugarse. Garza vio a roja directa tras una entrada sobre un rival, colocándole la bota a la altura de la rodilla. 

Unos minutos después, el partido quedó detenido un tiempo debido a una lesión de Lawrence al despejar un balón que lo dejó tumbado boca abajo en el suelo y sin moverse. El lateral jamaiquino abandonó el terreno de juego en camilla.

Este tiempo en el que el partido estuvo parado disminuyó la intensidad de juego de los visitantes que permitió a su rival aprovecharse de lo ocurrido. Imprimió velocidad en sus acciones con clara intención de recortar distancias en el marcador, pero el cansancio acumulado y el tener un jugador menos, hicieron que sus acciones fuesen fáciles de detener por el conjunto visitante.

Con cinco minutos cumplidos de los doce añadidos, Villalba tuvo la ocasión más clara de peligro para su equipo en la segunda mitad. La acción individual del argentino finalizó con un disparo cruzado que se marchó a pocos centímetros del palo.

Pero el final del partido llegó de manera inexorable y New York Red Bulls consiguió aguantar la ventaja adquirida en los primeros minutos de la segunda parte para llevarse una importante victoria que le mantienen en la pelea por los puestos altos en el Este.