Holanda ya no es aquella selección que maravilló al mundo en los años 70. La apodada 'Naranja mecánica' con Cruyff a la cabeza enamoró por su denominado 'fútbol total' y una generación de futbolistas irrepetibles. Llegaron a jugar dos finales mundialistas consecutivas,  primero ante la Alemania Federal de Gerd Müller en el 74, y posteriormente, en el 78 se enfrentarían a la Argentina de Mario Kempes o Passarella, perdiendo ambas finales. Pero esas dos derrotas no impidieron que se recordase a aquella generación holandesa como una de las mejores de la historia de este deporte

Pero mucho ha llovido desde entonces por Holanda, y lo que ha sido hasta hace poco más de una década una de las selecciones más potentes del continente, en la actualidad está pidiendo a gritos un cambio, tanto filosófico como generacional. Y es que desde aquella fatídica noche de 2010 en Johannesburgo para la Orange, en la que Andrés Iniesta les privó del que sería el primer mundial de su historia, los holandeses han vivido un altibajo futbolístico en el cual no se ha establecido una filosofía clara, y en donde su última debacle ha sido el no clasificar para el Mundial de Rusia de este mismo año. 

Son varias las causas de esta crisis, y por ello me dispongo a analizar los 'por qués' de la misma.

Mundial de Sudáfrica 2010

Como antes comenté, el Mundial de 2010 fue un tremendo varapalo para los holandeses, que vieron como se quedaban, de nuevo, a las puertas de levantar el que quizás sea el trofeo más preciado en el mundo del fútbol. 

La selección holandesa comenzaba el torneo con Van Marwijk en el banquillo -sustituyendo anteriormente a Van Basten- y con una generación de jugadores de la talla de Robben, Van Persie, Kuyt, Huntelaar o un Sneijder que más adelante se convertiría en pieza clave del equipo y el artífice de que Holanda llegase a la final, además de igualar como máximo goleador a Forlán y Villa (cinco goles). 

Una fase de grupos perfecta, ganando los tres partidos ante Dinamarca, Japón y Camerún, dio pie a pensar que la Orange podía dar la sorpresa más adelante. Y como si fuese algo premonitorio, Holanda ganó sus tres partidos siguientes (octavos, cuartos y semifinal) con más oficio que juego, pero dando muestras de ser un equipo férreo atrás. Los Van Bronckhorst, Mathijsen, De Jong y compañía eran unas piedras duras de romper. 

Eslovaquia, Brasil y Uruguay serían los tres obstáculos que el equipo dirigido por Van Marwijk superaron para encontrarse con una España más que favorita para llevarse la final. Y aquel 13 de julio la selección holandesa rozó la proeza. Planteando un partido 'feo' y sin mucho fútbol, encomendándose a los de arriba e impidiendo que España desplegase su fútbol, lograron llevar el encuentro hasta el minuto 116 de la prórroga, aquel en donde Iniesta quitaría de golpe las ilusiones holandesas. Aunque cabe recordar los dos mano a mano que tuvo Robben ante Casillas

Holanda se quedaba de nuevo con la miel en los labios. 

Eurocopa de Polonia y Ucrania 2012

Dos años más tarde de aquel Mundial de Sudáfrica, Holanda llegaba a la Eurocopa con prácticamente el mismo bloque, pero faltándole algo más de energía entre sus jugadores. 

Van Marwijk seguía en el banquillo holandés, pero el juego desplegado en la fase clasificatoria a la Euro llevaba al inconformismo por parte de la afición. Y no fue para menos esa disconformidad, cuando Holanda no consiguió ni un solo punto en la fase de grupos, compuesta por Alemania, Portugal y Dinamarca. 

Muchas inseguridades dentro de la plantilla Orange y un fútbol pobre hicieron que el que fuese seleccionador holandés durante dos años, dejase su puesto. Van Gaal sería el encargado de tomar las riendas de una selección hundida moralmente. 

Mundial de Brasil 2014

Van Gaal comenzaría su 'mandato' clasificando a Holanda en la fase pre-mundial como primera selección europea y dando un aire nuevo a la plantilla, juntando a jugadores experimentados como Robben, Sneijder, De Jong o Van Persie con jóvenes que estaban sobresaliendo en Europa como Depay, Wijnaldum, De Vrij o Leroy Fer. Además de implantar una forma de juego más atractiva, con el balón como protagonista. 

En un grupo encuadrado con España, Chile y Australia, Holanda llegaba con la final de 2010 en la retina, y con una sed de venganza que se tomaría, y de qué manera, en el partido inaugural del grupo que le enfrentaría contra España. Y para sorpresa de muchos, los holandeses destrozaron, con la pareja Van Persie-Robben a la cabeza, a una España irreconocible. Se tomaron la vendetta de la mejor manera posible. 1-5 demoledor.

Más adelante, Holanda ganaría sus partidos ante Chile y Australia y pasaría a octavos, dando muestras de que poco tenían que ver con aquella selección que decepcionó en 2012. 

En octavos, Holanda ganaría a México con aquel penalti más que polémico a Robben, y posteriormente acabaría ganando por la tanda de penaltis en cuartos ante la Costa Rica de Keylor Navas. En semifinales no lograría pasar del empate ante Argentina y acabarían perdiendo por penaltis. 

A la postre, ganarían el tercer puesto en un gran partido ante Brasil, que acabo sucumbiendo por 3-0 ante una buena Holanda

Van Gaal había logrado darle a la selección una seña de identidad que hacía tiempo que no tenía. Pero incomprensiblemente el seleccionador holandés dejaría el banquillo después del Mundial. Dejaría su puesto a Guus Hiddink.

Clasificación para la Eurocopa de Francia 2016

Guus Hiddink fue el encargado de dirigir a los holandeses a la Eurocopa de Francia. Pero nada más lejos de la realidad, Holanda sufriría otro revés para su historia. No llegaría a clasificarse a dicha competición tras una fase clasificatoria bastante irregular, en la cual en ningún momento dio signos de ser aquella selección que dejó Van Gaal

En un grupo con selecciones de menor nivel individual como República Checa, Islandia, Turquía o Letonia, Holanda fue incapaz de pasar del cuarto puesto. Con tan sólo cuatro partidos ganados, un empate y cinco derrotas, los de Guus Hiddink daban dos pasos atrás en un proyecto que con Van Gaal parecía retomar el vuelo. Inclusive con la no-clasificación para la Euro 2016, Hiddink mantenía el puesto. 

Clasificación para el Mundial de Rusia 2018

Comenzó en septiembre de 2017 la fase clasificatoria para el Mundial del verano siguiente y con ello una nueva generación de futbolistas: Aké, Promes, de Ligt o Siem De Jong se fueron metiendo en las convocatorias gradualmente. Los Robben, Sneijder o Van Persie ya estaban en el ocaso de su carrera y distaban mucho de lo que fueron en un pasado no muy lejano. 

Holanda sería encuadrada con Francia, Suecia, Bulgaria, Luxemburgo y Bielorrusia

Pues bien, esta Holanda nutrida de jugadores jóvenes mezclados con la veteranía de lo que fue una generación dorada, fue incapaz de mantener una regularidad que se exige en este tipo de fases, y por ello, se quedaron a ocho goles de clasificarse para el próximo Mundial, quedando tercero y certificando así otra debacle para los anales de su historia. De por medio hubo cambio de seleccionador por quinta vez en siete años, hecho que hace reafirmar más si cabe los altibajos que ha tenido la Orange a lo largo de esos siete años. 

Futuro incierto pero prometedor

Si bien es cierto que Holanda en la actualidad no tiene un proyecto asentado ni unas ideas claras de cara al futuro, hay que ver la 'camada' de jóvenes que están por venir, lo que hace ser positivos con una selección impredecible a todas formas. 

Si en la Federación Holandesa de Fútbol (KNVB) logran establecer un proyecto a corto-medio plazo estable, con bases sólidas y sobre todo, elegir un seleccionador adecuado para llevar a cabo eso, confiando plenamente en él, el futuro de Holanda puede estar asegurado. Estos son algunos de los jugadores que pueden tomar el mando en un futuro cercano y que, en realidad, ya están entrando asentándose poco a poco: 

Matthijs de Ligt (18 años/ Ajax): sin duda alguna estamos ante lo que será una referencia en Holanda dentro de pocos años. El defensa del Ajax, a sus 18 años, ya ha dado muestras de su inmenso potencial y a su temprana edad ya es dueño y señor de la zaga Ajacied. Ya es indiscutible en las convocatorias y junto a Van Dijk ha mostrado mucha seguridad atrás. 

Justin Kluivert (19 años/Ajax): el hijo de Patrick Kluivert quiere tomar aquel mando que un día tuvo su padre. El jóven extremo es un seguro a lo que aferrarse en un futuro. Tiene desparpajo, eléctrico y una seguridad que a sus 19 años es complicada de ver. Debutó en la selección hace unos meses y seguramente le veamos como un fijo de ella a partir del próximo año.

Riechedly Bazoer (21 años/Wolfsburgo): uno de los centrocampistas holandeses con más proyección en la actualidad. Con un gran despliegue físico, una punta de velocidad por encima de la media  y buena técnica, hacen de él un 'todocampista' aún por pulir. Su gran temporada rendimiento en el Ajax hace unos años le valió para dar el salto a la Bundesliga

Frenkie de Jong (21 años/Ajax): muy destada su temporada en Ajax. Otro centrocampista, esta vez de corte más técnico que el anterior. Posee una visión de juego muy notable y con su 1,80 de altura es agilidoso. Ya hay media Europa detrás suya y, sin duda, no tardarán en llevárselo. En unos años puede ser el que maneje el centro del campo holandés. 

Estos son algunos de una larga lista de jugadores que están por venir, y que sin duda no decepcionarán al espectador. Si a estos le sumas a los Depay, Promes, De Vrij, Van Dijk o Wijnaldum entre otros que están asentados en la élite del fútbol, la selección Orange puede formar un gran equipo dentro de pocos años. El material ya lo tienen, sólo falta pulir la máquina.