Pese a que quiera hacer creer a propios y ajenos que la temporada fue exactamente como esperaban, José Mourinho sabe que esta campaña estuvo muy lejos de ser la que soñaba y por la que invirtió tanto dinero. Los números hablan por sí solos, ante la sequía de títulos que ha tenido el Manchester United durante esta temporada.

El ‘Special One’ no parece estar en el mejor momento de su carrera, ya que, por tercera vez en su etapa como entrenador, tras 10 años de títulos consecutivos ha quedado completamente en blanco. La temprana eliminación de UEFA Champions League, el bochornoso adiós en la EFL Cup, el segundo puesto en la Premier League y la derrota en la final de FA Cup, dejaron sin títulos a un Manchester United en el que se invirtió mucho dinero pero que poco devolvió en el campo.

Desde 2003 a 2012, Mourinho se acostumbró a levantar trofeos, con títulos en Porto, Chelsea, Inter de Milán y Real Madrid. Sin embargo, en 2013/14, 2015/16 y ahora 2017/18, el portugués quedó sin nuevos campeonatos ni medallas para agregar a su extensa vitrina.

Es aún más increíble pensar en esto luego de que consiguieran tres trofeos en la primera temporada del portugués al mando del Manchester United, con Community Shield, EFL Cup y UEFA Europa League. No solo eso, sino que este año, por primera vez en su carrera, perdió dos finales en una misma temporada, con la derrota en la Supercopa de la UEFA, ante Real Madrid, y la caída ante Chelsea, en la FA Cup.

Internamente, Mourinho sabe que tendrá que mejorar el rendimiento en la próxima campaña, especialmente tras la gran muestra de confianza que le dieron los directivos del Manchester United al extenderle el contrato. Para eso, ya pidió a varios futbolistas de renombre para que lleguen a Old Trafford, además de abrirle la puerta de salida a nombres de mucho peso dentro del vestuario, como Paul Pogba.

Con su orgullo herido, algo hay que dar por seguro para la próxima temporada y es que se verá a un José Mourinho al viejo estilo, con hambre de gloria, que no querrá dejar pasar otra campaña en blanco.