Contundente victoria del Dynamo ante un rival que comenzó el partido con muy buenas sensaciones, pero que poco a poco fue apagándose. En la primera mitad Villa consiguió adelantar a los neoyorkinos, pero un gol local mandó el encuentro al descanso con empate. En la segunda parte el conjunto visitante desapareció de manera inexplicable, entregando el balón a su rival que no aprovechó el regalo y consiguió anotar dos goles que le dieron la victoria definitiva.

Un rato para cada equipo

Desde el comienzo del encuentro, el equipo local dejó clara intención de no dejar que su rival mantuviese el control de la pelota y tratar de sorprender. Casi lo consigue en la primera acción, tras un balón que Quioto mandó al punto de penal en donde Elis apareció para rematar. El balón golpeó en la madera y se paseó por la línea de gol, sin que al delantero le diese tiempo a reaccionar y empujarlo al fondo de la red.

Sin embargo fue el equipo neoyorkino el que tras unos minutos controlando el balón y tratando de generar espacios, logró adelantarse en el marcador en su primer disparo a puerta. David Villa se aprovechó de un mal despeje de la defensa texana y con una volea, mandó el balón a guardar, colocando asó en ventaja a su equipo.

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Tras esta tanto, los locales imprimieron mayor intensidad a su juego, obligando a su rival a echar sus líneas de presión unos metros hacia atrás. Esta situación permitió al Dynamo tener mejor acercamientos, aunque no sería hasta el ecuador de la primera mitad cuando logró la recompensa del gol. Un saque de falta lateral al segundo palo en el que Fuenmayor se elevó por encima de la nube de jugadores para rematar de cabeza el balón poner la igualada en el luminoso.

New York City tardó varios minutos en reponerse del gol recibido, no volviendo a acercarse a las inmediaciones del área de su rival hasta cerca de la media hora. Fue con un disparo de Morález desde larga distancia que trató de sorprender a un adelantado portero, pero que el balón se marchó alto. Mientras tanto los texanos buscaron generar peligro, pero con la línea defensiva se su rival tan atrasada, apenas consiguieron aprovechar las virtudes de su juego.

Conforme el partido fue madurando, la igualdad del marcador fue tomando significado sobre el terreno de juego. Equidad en acciones de peligro e intensidad en la búsqueda de la portería rival, aunque con un estilo muy diferenciado.

En los últimos minutos del partido, con la idea del lograr ese gol psicológico, previo al descanso, hizo que ambos equipos tuviesen al menos una ocasión clara de peligro, pero ninguno estuvo acertado. Esto provocó que se llegase al descanso con el empate a un gol en el marcador.

Houston aprovecha los regalos

Con el inicio de la segunda mitad, claramente sólo se vio un equipo sobre el terreno de juego. Houston Dynamo encerró a su rival en campo propio con constantes llegadas al área, aunque muy pocas generaron peligro. Fueron más de 15 minutos de constante juego en las inmediaciones del área visitante, con un equipo que por circunstancias desconocidas, se echó hacia atrás.

Cuando se llegó a la hora de partido fue la primera ocasión en la que los neoyorkinos salieron con el balón controlado de su campo, aunque quedó en un mero espejismo. El equipo local estaba teniendo mayor control del  balón y sólo parecía necesitar algo más de puntería para terminar de dar la vuelta al marcador. Poco a poco sus disparos fueron siendo más preciosos, obligando a Johnson a tener que desplegar una serie de atajadas para mantener el empate.

Con el partido entrando en la fase final, el equipo local consiguió anotar el gol que hacía justicia de lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego. El Dynamo recuperó el balón en las inmediaciones del área rival, cuando estos trataban de salir elaborando la jugada. Esto generó un descuadre en la defensa neoyorkina que aprovechó Quioto para ceder el balón a Tomás Martínez, y que el argentino pusiese a su equipo por delante en el marcador.

@HoustonDynamo

Este marcador obligó al New York City a tener que dar un paso adelante, si no quería perder unos importantes puntos como visitante. Aunque con cuentagotas, apareció en ocasiones aisladas en el ataque, consiguiendo tenerincluso una ocasión clara para haber igualado nuevamente el partido. Berget se quedó sólo ante el guardameta, pero la salida de este le tapó todos los espacios, haciendo que el disparo se estrellase contra su cuerpo.

Sin embargo, fue un tercer gol del conjunto local el que terminó de cerrar el encuentro Un nuevo fallo de la defensa neoyorkina permitió que Elis consiguiese rematar a portería en dos ocasiones. En la primera de ellas el cabezazo fue atajado por el guardameta, pero el rechace llegó al delantero hondureño que sólo tuvo que empujarlo a gol.

A partir de ese momento el partido ya no tuvo más historia. El conjunto visitante terminó por bajar los brazos y entregarse a un equipo que de haber querido, hubiese provocado una verdadera pesadilla en los neoyorkinos.  Sin apenas intensidad en su juego, logró tener un par más de acercamientos al área que no terminaron en gol, dejando ese marcador de dos goles de diferencia al pitar el colegiado el final del encuentro.

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Sobre el autor
Manuel Vaquero Rodríguez
Apasionado del deporte rey. Disfruto con todo lo que tenga que ver con el fútbol, ver, escuchar, jugar, escribir. Entrenador de fútbol base, disfruto enseñando, pero más aprendiendo. Un buen entrenador es aquel que se hace así mismo, de campos de tierra a grandes estadios. Amante del fútbol internacional y poder descubrir jugadores desconocidos.