Philadelphia se presentaba ante la oportunidad de encadenar cuatro partidos consecutivos sin derrota, racha que empezó ante Montreal Impact y que se ha visto prolongada por otra gran victoria en casa y que parece va poniendo a este equipo en una posición mas acorde con la calidad que cuenta en su plantel. Por su parte Chicago Fire no anda muy solvente en esta temporada 2018 y cuenta ya con siete derrotas en la liga regular de la Major League Soccer, siendo muy contraria su dinámica a la de su rival de anoche, habiendo ganado solo un partido de los últimos cuatro disputados.
Y es que Fire dispuso de más balón que su rival, pero el equipo local puso la gran mayoría de ocasiones claras que hubo en el encuentro. La primera de ellas, un cabezazo al palo derecho del portero McLain tras un buen saque de falta lateral de Haris Medunjanin. Bedoya, capitán y emblema de este equipo, sería el autor de dicho remate que a punto estuvo de ser el primer gol local en la noche del miércoles.
El segundo aviso requirió la intervención del ya mencionado portero visitante, de nuevo a balón parado, en un saque de esquina que es rematado por Mckenzie y que sobre la misma linea saca el cancerbero haciendo un autentico paradón. Sería el preludio del primer gol, que llegaría cercano al tiempo de descanso dando de esta forma ventaja a los locales en su visita a los vestuarios.
Y es que Ilsinho se invento una autentica maravilla para hacer el primero, podría haber sido firmado por el mismísimo Ronaldinho Gaucho. Y es que el autor para salir de la marca de sus dos defensores tras recibir el balón al borde del área en banda derecha realiza uno de esos regates que tan característicos eran el el astro brasileño, una excepcional elástica con la que pasa entre los dos rivales para colocarse en una buena posición de disparo y acabar la obra maestra con un derechazo potente a la escuadra contraría que tan solo podría ser mirado por el portero con incredulidad y admiración.
Una barbaridad de gol, que visto cien veces no deja de asombrar tal genialidad, un detalle más de la muestra de calidad que cada vez más hay en esta liga norteamericana y una muestra más de porque hay que estar atentos siempre a esta competición.
Por si el golpe no había sido suficiente, nada más salir de vestuario Unión se encargaría de acrecentar el mismo, segundo gol, no de tan bella factura, hubiese sido casi imposible, pero si de la misma eficacia. Pelota a banda derecha a las botas de Dockal, buen centro a la cabeza del delantero, en su sitio, en el punto de penalti, y el "killer" hace lo que debe hacer un verdadero delantero centro, cabecear a la red. Dos a cero y partido presumiblemente sentenciado.
No se rindió sin embargo Chigago, y a los pocos instantes advirtió con una buena triangulación en el área que a punto estuvo de convertir el "10" visitante, Aleksandar Katai. Y tras la advertencia, el gol, galopada de Bronico por banda derecha, centro raso al corazón del área donde el otro delantero centro hace otra demostración de lo que debe hacer un delantero, la empuja a la red reduciendo distancias y poniendo emoción al partido.
Si bien Union supo controlar el encuentro y no paso excesivos apuros de aquí al momento de la sentencia, minuto 85 en que Burke se interna en el área y es derribado, pitando la pena máxima el colegiado que será transformada por Dockal, haciendo el definitivo tres a uno y acabando con las esperanzas visitantes de sacar algo positivo del encuentro.