El 7 de julio del año 2000, se celebró en Zurich el sorteo de la que sería la sede del Mundial de 2006 y en la votación Alemania quedó por encima de Sudáfrica para albergar la Copa del Mundo. De esta manera, Alemania fue la sede de un Mundial por segunda vez en la historia y el comité de organización del torneo fue presidido por Franz Beckenbauer.

El Mundial de 2006 se caracterizó por la ausencia de grandes sorpresas, con las selecciones con extensa tradición llegando a las fases finales; y la superioridad de las selecciones europeas, siendo de este continente las cuatro semifinalistas del torneo, algo que solo se había producido en tres ediciones anteriores: 1934, 1966 y 1982. Además, destacó por la escasez de goles, siendo en ese momento el segundo Mundial con menos goles de la historia, y por la gran cantidad de tarjetas mostradas.

La vigente campeona, Brasil, partía como una de las favoritas, pero la selección de Ronaldinho, Ronaldo, Kaka y compañía no consiguió mostrar el nivel esperado y fue eliminado en cuartos de final contra Francia.

Henry defendido por Cafú. Foto: Getty Images.
Henry defendido por Cafú. Foto: Getty Images.

Fase de grupos sin sorpresas

El torneo arrancó el 9 de junio con un Alemania - Costa Rica que se disputó en el Allianz Arena y en el que la Selección Alemana se impuso por 4-2.

En la fase de clasificación, los equipos favoritos dieron la talla y consiguieron clasificarse para la siguiente ronda, evitando que se produjeran sorpresas como en el anterior Mundial de Corea del Sur y Japón, en el que algunas selecciones modestas como Senegal lograron el pase eliminando a favoritas como Alemania. Pese a esto, hubo algunos resultados inesperados, como la clasificación de Francia como segundo de grupo por detrás de Suiza o la clasificación de Australia dejando fuera a Croacia. España consiguió vencer los tres encuentros y pasar como primera de grupo con claridad. 

Pablo Ibáñez y Xabi Alonso disputando un balón con Shevchenko. Foto: Getty Images.
Pablo Ibáñez y Xabi Alonso disputando un balón con Shevchenko. Foto: Getty Images.

Al finalizar la fase de grupos, los emparejamientos para los octavos de final fueron: Alemania - Suecia, Argentina - México, Italia - Australia, Suiza - Ucrania, Inglaterra - Ecuador, Portugal - Holanda, Brasil - Ghana y España - Francia. 

España cae en octavos

En la primera ronda eliminatoria, los grandes siguieron avanzando con la única novedad de la llegada a cuartos de final de Ucrania, que se impuso a Suiza en penaltis. La primera gran selección en ser eliminada fue Holanda, que cayó ante Portugal por 1-0.

España, que había mostrado un buen nivel hasta el momento, fue eliminada por Francia por 1-3, con una gran actuación de Ribery. La Selección Española se adelantó con un gol de Villa pero el combinado francés remontó el encuentro gracias a los goles de Ribery, Vieira y Zidane.

Villa en el gol que adelantaba a España. Foto: AP
Villa en el gol que adelantaba a España. Foto: AP

Los 'grandes' llegaron a cuartos

La única selección que llegó a cuartos que no era de las históricas fue Ucrania, aunque en esta fase cayó por un contundente 3-0 frente a Italia. Francia se clasificó para las semifinales tras vencer por 1-0 al vigente campeón del torneo, Brasil, que estuvo por debajo de lo esperado y los franceses lo aprovecharon. La anfitriona, Alemania, según avanzaba el torneo iba creyendo en sus posibilidades de levantar la Copa del Mundo y estas sensaciones aumentaron al ganar en penaltis a Argentina después de un partido muy igualado. El otro equipo que se clasificó para semifinales fue Portugal, que se impuso en penaltis a Inglaterra.

Lehmann deteniendo el penalti a Cambiasso. Foto: Getty Images.
Lehmann deteniendo el penalti a Cambiasso. Foto: Getty Images.

Semifinales europeas

Con la eliminación de Brasil y Argentina en octavos, en las semifinales solo hubo selecciones europeas.

La primera semifinal fue Alemania - Italia. En este encuentro las aspiraciones de los anfitriones se acabaron ante una Italia que fue superior. Pese a que los italianos fueron mejores, el partido llegó a la prórroga y cuando parecía que el partido se iba a decidir en los penaltis, Grosso en el último minuto y Del Piero en el descuento pusieron el 0-2 en el marcador y dieron el pase a la final a Italia.

La otra semifinal la disputaron Portugal y Francia. Un partido muy igualado en el que la balanza se decantó a favor de la selección francesa gracias a un penalti transformado por Zidane que puso el 0-1.

El tercer y cuarto puesto del torneo enfrentó a Alemania y Portugal y los anfitriones se impusieron por 3-1.

Deco y Klose disputando un balón en el tercer y cuarto puesto. Foto: Getty Images.
Deco y Klose disputando un balón en el tercer y cuarto puesto. Foto: Getty Images.

Grosso da el cuarto Mundial a Italia

El 9 de julio se disputó la final del Mundial de Alemania. Italia se había mostrado fuerte durante todo el torneo y Francia había ido de menos a más.

El encuentro comenzó bien para los galos, ya que en los primeros minutos, Zidane adelantó a los suyos desde los once metros, pero no duró mucho la alegría para Francia cuando poco después Materazzi devolvió la igualada al marcador poniendo el 1-1. Francia fue superior el resto del encuentro pero no consiguió batir a Buffon y el partido se fue a la prórroga.

En el tiempo extra, se produjo el acontecimiento más recordado del Mundial de 2006. En el minuto 110 de la prórroga, los dos goleadores del encuentro, Zidane y Materazzi, tuvieron un encontronazo en el que el italiano insultó al galo y este le dio un cabezazo en el pecho. Ante esto, el árbitro expulsó a Zidane en el que fue su último partido como futbolista y puso fin, de mala manera, a una carrera plagada de éxitos del jugador francés.

Tras esto, el encuentro continuó con Francia replegada atrás debido a la inferioridad numérica e Italia no consiguió deshacer la igualada, por lo que la final de la Copa del Mundo se decidió en los penaltis. En la tanda, Italia se impuso por 5-3 siendo el héroe Grosso, quien anotó el último penalti.

Cannavaro con la Copa del Mundial. Foto: UEFA.
Cannavaro con la Copa del Mundial. Foto: UEFA.

Premios individuales

La Bota de Oro al máximo goleador del torneo fue para Miroslav Klose de la Selección Alemana, que consiguió 5 tantos.

El Balón de Oro al mejor jugador del Mundial fue para Zinedine Zidane de Francia, quien se despidió como futbolista como subcampeón del mundo y mejor jugador del torneo.

El jugador joven más destacado fue Lucas Podolski de Alemania.