Croacia disputará este año su cuarta edición de una Copa del Mundo. Lo hará en el grupo D, junto a Argentina, Islandia y Nigeria. Sin embargo, al igual que en las anteriores ediciones como la que vivieron en la gran cita disputada en Francia durante 1998, en Alemania durante 2006 y en Brasil durante 2014, tuvo que acudir a la repesca para poder aspirar a la gloria mundialista.

Su fase de clasificación comenzaría el 5 de septiembre de 2016, con un empate ante Turquía y con todas sus estrellas en el terreno de juego. El resultado, ante todo inesperado, provocaría la aparición de las primeras pequeñas dudas, pero finalmente, todas ellas serían rápidamente disueltas con una aplastante victoria ante Kosovo con un 0-6 en el marcador, en una exhibición del ariete, Mario Mandžukić.

Tres días después, el conjunto balcánico viajaría hasta Finlandia, donde confirmaría su buen estado con una importante victoria. Antes de la vuelta de los jugadores a sus respectivos clubes, Croacia se colocaba como líder de grupo, empatada a puntos con Islandia, el combinado revelación de la gran cita en la que se está a punto de dar el pistoletazo de salida.

Tras más de un mes de parón, jugaría su último partido clasificatorio del año frente Islandia, en el Estadio Maksimir. Ambos combinados nacionales sabían de la importancia del encuentro, pero fue Croacia la que, con doblete de Marcelo Brozović, terminaría el año como líder de grupo, y un poco más cerca del objetivo.

La racha se prolongaría en el primer encuentro de 2017, con una dura victoria frente a Ucrania, gracias a un solitario gol de Nikola Kalinić. Pero lo que parecía una primera plaza asegurada para Croacia, se torcería con una derrota ante Islandia, que devolvía el empate a puntos entre ambos equipos. Faltaban cuatro partidos para terminar la fase clasificatoria y todo estaba por decidir. El grupo estaba más presionado con un empate en la primera posición y Ucrania amenazando a dos puntos de distancia.

La última jornada llegaría con Islandia como líder en solitario, y con Croacia y Ucrania, empatados en la segunda posición. Croacia se jugaba su puesto en la repesca. Su victoria en Kiev por 0-2, le aseguraba un puesto en la posibilidad de acceder a sus expectativas de golpe, ya que Islandia vencía a Kosovo y se apoderaba de la plaza directa en Rusia.

Su rival en la repesca sería Grecia, que había logrado la segunda posición en el grupo H, con Bélgica o Bosnia y Herzegovina entre otros. Un abultado 4-1 en la ida pondría todo de cara para Croacia, siendo este resultado un indicio de que volvería a estar en la mayor competición de naciones. Un 0-0 en Grecia premiaba la regularidad y la perseverancia de un combinado que sin duda, habrá aprendido de los fallos cometidos y que irá a por todas de cara a alcanzar la gloria por la que tanto tiempo llevan luchando.

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