La constancia, la definición, la electricidad, el fútbol y la regularidad del extremo egipcio han desbordado Anfield, rendido ante una proyección y visión de juego que va más allá de las pirámides de Guiza, las tumbas o los cenotafios de los faraones Keops, Kefrén y Micerino.

La de Mohamed Salah es una historia de superación que ha sido premiada con el reconocimiento de todos los aficionados que con el "You’ll never walk alone" de fondo, han tenido la oportunidad de conocer, de primera mano, la calidad futbolística que hay detrás de la tupida barba y las botas del que ahora frota la lámpara con alguna que otra genialidad que le ha servido para colocarse en la cumbre europea. Hasta el mítico capitán del Liverpool, Steven Gerrard, se rinde ante la magia y la visión de juego del que ahora copa todos los focos de atención en el fútbol inglés: Mohamed Salah ha sido el responsable de relanzar las expectativas de la fiera británica europea. 

La Salahmanía se respira en todos y cada uno de los estadios por los que 'el faraón' ha ido dejando huella con solvencia y electricidad, acompañando a Roberto Firmino y Sadio Mané en el ataque del equipo que lidera Jürgen Klopp. El estratega de Stuttgart lo reconoce: 'Momo' corre y se divierte junto a sus dos compañeros en acción, ahora al rival, vuela y colecciona goleadas, convirtiendo la bala que supone en ataque en pólvora más que efectiva. 

Las estadísticas hablan por su fútbol. Sus números elevan su fútbol por encima de las pirámides egipcias, las cuales le han visto crecer hasta el punto de haber conseguido cerrar una temporada con cuarenta y tres goles y trece asistencias en cuarenta y siete partidos que engordan la huella que ha dejado en el mítico Anfield, donde ha puesto en jaque a los máximos realizadores del club.

Mohamed Salah es un faraón al que ya se le coloca en la cima del espectáculo futbolístico. Con su visión y proyección de juego, ha demostrado estar al nivel de los más grandes y así lo demostró contra el Manchester City o la Associazione Sportiva Roma, el equipo en el que dejó huella también, con Rómulo y Remo de fondo, alcanzando el Olimpo.

Los inicios de 'Momo'

Todo empezó cuando el pequeño Mohamed cogía cinco autobuses para ir de Basyoun a El Cairo, donde entrenaba en el Al-Mokawloon Al-Arab. Ahí empezó a labrar una trayectoria en la que ya se le queda pequeño el calificativo de talento zurdo. Con nombre propio y personalidad auténtica, el faraón egipcio creció en una familia que no era pobre, pero tampoco pudiente. El nombre de 'Momo' ha traspasado las expectativas del fútbol europeo hasta el punto de generar impacto global con el dorsal 11 a sus espaldas y unos inicios creadores.

La precisión de su zurda y la agilidad que le caracterizan, han hecho que bajo su historia se reescriban los calificativos de indetectable y letal. Sus sueños iban recobrando vida poco a poco y así lo demostró a la hora de pegar el salto de Egipto al Basilea, donde con 20 años y pasando por el Chelsea, la Fiorentina y la Associazione Sportiva Roma, su magia ha supuesto un reconocimiento que alcanza el nivel de las estrellas del panorama futbolístico.

Mohamed Salah con la Associazione Sportiva Roma en Europa | Getty Images
Mohamed Salah con la Associazione Sportiva Roma en Europa | Getty Images

A 120 kilómetros de El Cairo nacía un creador de juego que terminaría labrándose, con perseverancia, un futuro marcado por una metamorfosis que le ha llevado a alzarse con el calificativo de temerario ante cualquier rival.

Habiendo quedado a las puertas de arrebatarle a Leo Messi la Bota de Oro, Mohamed Salah se ha alzado con el Pichichi de la Premier League dando un salto realizador.

En Merseyside se ha ido cultivando una eficacia que asusta. 'Momo' ha sufrido una verdadera metamorfosis convirtiéndose en un jugador veloz, explosivo y vertical con definición y corazón caliente, habiendo cimentado su éxito actual después de haber naufragado sin éxito en un Stamford Bridge en el que comenzó a relanzar su carrera. 

Keops, Kefrén y Micerino serán los testigos el día en el que se alce con un Balón de Oro. Porque 'Momo' lo va a conseguir. Con Jürgen Klopp al frente de la estrategia del conjunto británico, el extremo de Nagrig ha profundizado en su juego, haciendo de su ambición algo mucho más grande y jugando bien las cartas a la hora de demostrar su fútbol más táctico. Arropado por Anfield, su reconocimiento sobrepasa los límites que él mismo se ha ido marcando y que él mismo ha ido quebrantando.

De la base de la pirámide, a la cúspide

Todo comenzó a recalar con el Estadio Artemio Franchi de fondo. En la temporada 2014/15, Mohamed Salah portó el dorsal 74 con la elástica viola en el Calcio, homenajeando a sus setenta y cuatro compatriotas fallecidos en su tierra natal después de un enfrentamiento sucedido tras un partido disputado entre el Al Ahly y el Al Masry.

Ese gesto fue la primera piedra de su brutal transformación deportiva. Con su juventud, 'Momo' se ha labrado una trayectoria en la que sin dejar de lado sus creencias y su posicionamiento político, en la que su constancia y su regularidad han sido los factores clave.

Su fútbol indescifrable caló en el mítico conjunto británico y así lo demostró Tom Werner desembolsando 42 millones de euros en las arcas romanistas después de haber captado la atención de muchos de sus observadores con un bagaje de trenta y cuatro goles y veinticuatro asistencias en el Olímpico de Roma.

Mohamed Salah con el Liverpool en Europa | Getty Images
Mohamed Salah con el Liverpool en Europa | Getty Images

Letal ante cualquier marcaje

Su estilo de juego marcado por su verticalidad y vertiginosidad le ha convertido en un jugador casi imposible de marcar por sus rivales. Adquiriendo el calificativo de temerario, su rapidez de arranque y su fortaleza en el contragolpe le permiten salir victorioso a la hora de aprovechar rechaces o balones sueltos, moviéndose en espacios pequeños y acechando con su habilidad en ataque.

Así es como Mohamed Salah ha enriquecido su manera de ver el fútbol y sin duda, Jürgen Klopp ha sido un entrenador muy afín al juego que le impulsa en un estadio que no parece un mal marco para el despegue mediático definitivo que necesita un atacante tan sugerente.

Jürgen Klopp y Mohamed Salah | Getty Images
Jürgen Klopp y Mohamed Salah | Getty Images

El artífice de un sueño

Nombrado Balón de Oro africano en 2017, 'Momo' ha maravillado al fútbol y ha conseguido liderar una lista con la que el técnico argentino, Héctor Cúper, viajará hasta Rusia para disputar un Mundial después de 26 años con una de las grandes revelaciones. 

Por el camino de su conversión en estrella mundial, 'el faraón' ha conseguido escribir su nombre en letras de oro echándose a todo Egipto a las espaldas mirando hacia el horizonte situado en Moscú, a pesar de sus treinta años de ausencia en esta gran cita, siendo el combinado más laureado a nivel continental.

Mohamed Salah con Egipto | Getty Images
Mohamed Salah con Egipto | Getty Images