La selección tunecina afronta el Mundial de Rusia de una forma muy positiva. Junto a Inglaterra, Bélgica y Panamá tiene frente a ella un reto bastante complicado. Superar a las dos favoritas no será una labor sencilla, pero en este tipo de citas siempre termina saltando la sorpresa, y Túnez quiere dar un golpe sobre la mesa. En la sala de mandos, los africanos estarán comandados por Nabil Maaloul. Entrenador de 55 años que cuenta con gran experiencia en el combinado nacional.

En el año 2002 inició su andadura en la selección, de la mano de Roger Lemerre. Apenas estuvo dos años como segundo entrenador, pero no tardaría en volver. Entre ida y vuelta, realizó una breve parada en el CA Bizertin, donde estuvo poco más de dos meses. Al poco de dejar su cargo en el equipo de su país, retornó a la selección, una vez más como segundo entrenador de Lemerre. No obstante, su estancia tuvo la misma duración que la anterior.

A partir de este preciso instante, Maaloul dio un paso hacia delante en su carrera. Aterrizó en el Esperance, uno de los equipos más carismáticos del país y combinado en el que se formó como jugador. Dos temporadas allí le fueron suficientes para lograr 2 títulos de liga, 1 Copa de la liga y 1 Copa de Campeones africana. Un amplio palmarés para volver por todo lo grande a la selección, esta vez como entrenador. Únicamente se sentó en el banquillo en 5 ocasiones. Tras este nuevo alto en la selección, entrenó al El-Jaish (Qatar) y al combinado nacional de Kuwait.

Pero su carrera no pondría fin ahí. La Federación Tunecina volvió a abrirle las puertas a la persona que nunca llegó a marcharse. Esta vez, para proponerle el desafío de dejar el listón bien alto en el quinto Mundial en la historia de la selección. Maaloul no lo tendrá fácil para superar a Inglaterra y Bélgica dado que no podrá contar con su estrella Youssef Al Msakni. Su esquema más recurrido es el 4-2-3-1 e intentará hacerlo efectivo ante sus rivales