La selección mexicana es, quizá, la nación más poderosa de la Concacaf en términos futbolísticos y a partir de allí, llega a Rusia con una fuerte presión —que en gran medida es impuesta por su propia prensa y cuerpo de aficionados. El anhelo por volver a jugar el quinto partido en una cita mundialista es muy grande, tras haber estado ausente de dicha ronda desde el Mundial de 1986 que se jugó en suelo azteca.

Para eso llegó el entrenador Juan Carlos Osorio en 2015 al ‘Tri’, para conseguir formar un equipo que sorteara un cambio generacional paulatino y conseguir un rendimiento que mejorara los resultados obtenidos por sus predecesores. El colombiano ha conseguido unos resultados que rompen records con México, para bien y para mal. Clasificó invicto al Mundial, logró ganar en plazas en las que no se ganaba generalmente, pero también tuvo derrotas estrepitosas como el 0-7 contra Chile en la Copa América.

Juan Carlos Osorio, ex DT de Sao Paulo y Atlético Nacional | Foto: @miseleccionmx
Juan Carlos Osorio, ex DT de Sao Paulo y Atlético Nacional | Foto: Selección México

Las críticas han llegado por este tipo de resultados, pero, sobre todo, por ciertas ideas del entrenador que aplica en la selección y que no sientan bien. Principalmente, destacan las rotaciones de nómina y la gran cantidad de jugadores que ha probado el seleccionador. Sin embargo, a partir de estos conceptos es que se puede analizar el juego y rendimiento de la selección mexicana.

El sistema predilecto

El XI tipo de la selección mexicana | Foto: lapizarradelmister.es
El XI tipo de la selección mexicana | Foto: lapizarradelmister.es

El equipo de Osorio suele formar con una alineación tipo de 4-3-3 que se compone por un portero, dos laterales marcadores, dos centrales de buen pie para sacar el balón desde el fondo; un mediocentro posicional que juega de pivote, dos interiores con llegada al área; dos extremos pegados a la línea de cal, generalmente con perfil invertido; y un delantero centro. No obstante, el modulo del ‘Tri’ es cualquier cosa menos un sistema estático, pues las características de los jugadores y especialmente, del rival lo modifican.

El estratega colombiano es reconocido por la importancia que le da al rival para la construcción de su equipo, dado que conforme a las fortalezas del enemigo y a sus propios puntos a favor, su cuadro cambia y se acomoda. Dentro de las variaciones, se puede mencionar la posición de la línea del medio, cuando México enfrenta un rival que lo asfixia con su posición y lo intenta acorralar, el mediocampo del equipo se acomoda con dos mediocentros de características defensivas y un volante más adelantado encargado de enlazar. Así mismo, Osorio suele utilizar un lateral de corte defensivo, incluso un central reubicado en el lateral, y otro lateral que tenga mayor libertad para avanzar, esto con el fin de darle amplitud al equipo y potencial en el juego aéreo con el central.

Dos Santos suele ubicarse como interior en el equipo mexicano | Foto: @miseleccionmx
Dos Santos suele ubicarse como interior en el equipo mexicano | Foto: Selección México

En consonancia con lo anterior, al DT colombiano le gusta tener una competencia interna dentro de la plantilla y una repartición de las cargas de trabajo bastante repartidas en el equipo, por lo cual utiliza las rotaciones de manera constante, aunque con eso el estratega tiene una base de jugadores que suelen ser regulares. Aprovechando esto, el entrenador también pone a su favor la polivalencia de sus dirigidos, más notablemente la de Miguel Layún y la de Carlos Salcedo. El jugador del Sevilla puede jugar en la posición de lateral por ambas bandas o como uno de los dos interiores del equipo; por su parte, el jugador del Eintracht Frankfurt se puede desempeñar como defensor central o como lateral marcador.

Características y variables

Conforme a las fortalezas del enemigo y a sus propios puntos a favor, su cuadro cambia y se acomoda

El juego del combinado mexicano se sustenta en la búsqueda de la posesión del esférico con el fin de llegar a posiciones de gol y, en ese sentido, buscan salir desde la portería con el balón dominado. Por eso, la tendencia es la de ubicar dos centrales con buen manejo de balón, un mediocentro con características de distribución e ida y vuelta, y adelantar los laterales al mediocampo para generar superioridad con los extremos. El mediocentro suele ser Héctor Herrera, el jugador del Porto, quien no es un volante neto de marca sino un jugador con gran despliegue físico y capacidad para dirigir al equipo. Sin embargo, en encuentros de mayor requerimiento defensivo, Diego Reyes puede actuar en dicha posición, dándole al equipo mayor marca y una ventaja en los balones aéreos.

A partir de la posesión, los mexicanos juegan con sus extremos bien abiertos y a perfil invertido, dándoles la posibilidad de cerrarse hacia el carril del medio y construir colectivamente o rematar con comodidad. Los dos jugadores indicados para la posición son Lozano por izquierda y Vela por derecha, dos jugadores con un muy buen drible de balón y con la capacidad de desequilibrar en el 1 vs 1. Además, este movimiento le da la posibilidad a los laterales de rebasar por la línea y llegar a fondo, mandando centros y aprovechando las buenas cualidades de Jiménez y Chicharito Hernández dentro del área y la llegada de jugadores como Layún o Herrera que saben pisar muy bien zonas de anotación.

Layún es el comodín de la alineación mexicana | Foto: @miseleccionmx
Layún es el comodín de la alineación mexicana | Foto: Selección México

Por otro lado, en la cuestión de recuperación, para México hay dos conceptos vitales. Primero, el ritmo y la intensidad, pues los jugadores deben mantener el juego en una posición que incomode a su rival y lo someta a una presión intensa en la que la superioridad numérica que generan en las bandas es importante. Y, en segundo lugar, la atención y concentración para poder ganar los rebotes, las segundas pelotas. Para esto, los tres volantes juegan un rol central, dado que son ellos quienes actúan como perros de caza para quedarse con los rebotes. Igualmente, los tres volantes tienen la licencia—y, particularmente, la excelsa capacidad— para rematar de media distancia, una de las principales herramientas del equipo para crear peligro.

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Sobre el autor
Santiago Castro Reyes
Estudiante colombiano de Psicología y Filosofía, Universidad de La Sabana. Apasionado por el fútbol y fenómenos sociales como el barrismo.